Babbel es una de las (muchas) aplicaciones para aprender idiomas que podemos encontrar en la tienda de Google Play. No me preguntéis por qué, pero en mi caso me decidí por esta aplicación antes que por otras también conocidas como Duolingo, busuu o Wlingua. Y lo hice confiando en la versión de pago, la que por 9,95 euros al mes permite acceder al curso completo de un idioma. ¿Y la experiencia? Vayamos por partes.

Primero, decir que en mi caso he recurrido a Babbel en alemán, ya que lo que me interesaba era repasar durante el verano lo poco que había aprendido hasta la fecha para después poder retomar la rutina y seguir avanzando donde lo dejé. Y aunque voy a dar mi opinión sobre el curso en alemán, os garantizo que lo que os diga os puede servir también si tenéis pensado hacer el curso de inglés, el de francés, el de italiano o hasta el de polaco; a grandes rasgos, buena parte de mi opinión se basa en detalles presentes en todos los cursos de Babbel.

Los tres tentáculos de Babbel: escritorio, móvil y tablet

Si os parece, empecemos hablando de cómo son las tres versiones en las que Babbel está disponible para su uso y descarga. Las dos versiones que he utilizado durante mi experiencia han sido la de escritorio y la de tablet, pero para preparar este análisis también he echado un vistazo a la versión móvil a fin de hacerme una idea de lo que ofrece. Así que, conocidas las tres versiones, es hora de que sepáis cómo son por dentro.

Babbel en el escritorio

La página principal de Babbel en el escritorio es simple, limpia y va directa al grano, sin distracciones

Cuando iniciamos sesión en Babbel, la página a la que se nos redirige automáticamente es una especie de panel de control en el que se muestra el curso del idioma que estamos siguiendo en ese momento. En esta página aparece a la izquierda el curso activo en la lección en la que lo dejamos la última vez, mientras que a la derecha se nos muestra una pestaña que nos permite repasar lo aprendido hasta ese momento. También hay una comunidad en la página (aquí podéis ver una captura), donde los usuarios se presentan, piden ayuda o se ofrecen para echar una mano en el aprendizaje de algún idioma.

Hasta aquí, todo bien. En mi opinión, es interesante que lo primero que se nos muestre al acceder a la página principal de Babbel.com sea la lección en la que dejamos nuestra última sesión, ya que nos permite retomar directamente las clases sin perder tiempo en distracciones. Ahora mirad cómo son las clases propiamente dichas.

Al pulsar sobre una lección, lo primero que hace Babbel es preguntarnos si queremos activar el micrófono para completar las lecciones con nuestra propia voz. La idea de esta opción pasa por permitirnos afinar nuestra pronunciación, pero en mi caso, dado que estaba partiendo de un nivel muy bajo, mantuve esta opción desactivada en todo momento. Si dejamos la opción desactivada, lo que ocurre es que simplemente tendremos que introducir nuestras respuestas utilizando el teclado.

El aprendizaje en Babbel es muy interactivo, y en todo momento tenemos que estar resolviendo ejercicios para asegurarnos de que hemos entendido la lección

Una vez entramos en materia con las lecciones, lo que nos vamos encontrando es una mezcla entre reproducciones de audio con la pronunciación de las palabras (todo acompañado siempre de una imagen, para hacer el aprendizaje más visual), frases que debemos completar conjugando verbos (o escogiendo las palabras adecuadas en cada caso), ejercicios teóricos y, en resumen, todo tipo de actividades pensadas para mantenernos atentos mientras interactuamos con la plataforma. En algunos casos deberemos escribir, en otros deberemos deslizar tarjetas y en ciertas ocasiones tan solamente tendremos que leer y escuchar.

Al terminar cada lección, la página nos da la posibilidad de repasar los errores que hayamos podido cometer o, si preferimos saltarnos este paso, de avanzar directamente a la siguiente lección. Cada cierto tiempo, las lecciones que ya hayamos completado nos aparecerán como pendientes de repasar en la página principal de Babbel. Esto último lo veo muy interesante, ya que es una buena forma de poner a prueba lo que creemos que hemos aprendido hasta ese momento.

Babbel en la tablet (y en el móvil)

La versión de Babbel para tabletas nada tiene que ver con la versión de escritorio. Al abrir la aplicación, llama bastante la atención que lo que se muestra directamente en la pantalla es la siguiente lección del curso que estamos siguiendo. En la parte inferior de la pantalla, lo que aparece es un enorme botón con el texto de «Descargar», y he ahí la primera peculiaridad de la aplicación.

La aplicación de Babbel permite descargar las lecciones para seguir el curso offline, pero sería interesante que también existiera la posibilidad de hacer los ejercicios sin necesidad de descargarlos antes

Resulta que para hacer las lecciones de Babbel desde la tablet primero tenemos que descargarlas a nuestro dispositivo. De cara a hacer ejercicios sin tener una conexión a internet lo veo genial -especialmente sabiendo que podemos descargar un curso entero de golpe-, pero no termino de entender por qué no se ofrece también la posibilidad de hacer los ejercicios sin obligar al usuario a descargarlos antes. Tampoco es que ocupen mucho (seis lecciones me ocuparon menos de 50 MB en la memoria de la tablet), pero se agradecería poder elegir en esta decisión.

En cuanto a la versión móvil de Babbel, al fin y al cabo estamos hablando de exactamente la misma aplicación que en la tablet con la única diferencia de que lo que cambia es el tamaño de la pantalla. El contenido en este caso se muestra en vertical, y la interfaz ofrece las mismas opciones que en la versión tablet. Y, también al igual que en la tablet, debemos descargar la aplicación correspondiente al idioma que estemos aprendiendo (o varias aplicaciones diferentes si estamos aprendiendo varios idiomas).

Mi opinión sobre Babbel tras probar la versión de pago

Desde el primer momento os daréis cuenta de que no queda otra que contratar la suscripción de pago de Babbel, la cual desbloquea el acceso a todos los cursos del idioma por el que os hayáis decidido

Ya hemos hablado suficiente del apartado técnico de Babbel, y ahora toca adentrarnos en lo que serían sensaciones personales y opiniones tras varios meses de uso. Lo primero que debéis saber es que, si realmente os queréis adentrar en el aprendizaje de un idioma con esta plataforma, es prácticamente imprescindible que empecéis pasando por caja. Babbel solamente ofrece gratis la primera lección de cada curso (y hay cursos con más de 20 lecciones, haceos una idea de eso), y el precio por acceder al curso de un único idioma es de 9,95 euros al mes (sale algo más barato si compráis una suscripción trimestral o anual, lo podéis ver en babbel.com/prices).

Y la gran pregunta sería, ¿merece la pena pagar por Babbel? He tenido la suerte de poder comparar los primeros cursos de Babbel con la programación que se sigue para el mismo nivel en una academia, y tengo que decir que, sin ser idénticos, ambos comparten una línea de aprendizaje muy similar. El abanico de cursos es enorme (solamente en el apartado de principiantes hay seis cursos diferentes, cada uno con 20 lecciones dentro), y están organizados de una forma muy razonable para alguien que empieza de cero en un idioma.

Aunque Babbel tiene algunos errores por aquí y por allá, tengo que decir que mi experiencia con la plataforma ha sido satisfactoria, y no me arrepiento de haber apostado por la suscripción de pago

Ahora bien, Babbel también tiene sus problemas. Me he encontrado con lecciones en las que aparecían traducciones y expresiones en español de Latinoamérica, cosa que en algo tan serio como el aprendizaje de un idioma debería estar mucho más vigilada. Además, ha habido alguna lección en la que la aplicación de Babbel se me quedó simplemente bloqueada y no tenía forma de avanzar hacia el siguiente ejercicio. En el caso de la versión de escritorio, basta con que perdamos la conexión de internet durante algunos segundos para que el ejercicio no se quede guardado y tengamos que volver a hacerlo de nuevo.

Esta ha sido la primera vez que he probado una aplicación para aprender idiomas, y la conclusión que he sacado se resume en algo que imagino que ya os imaginaréis de antemano: Babbel es una plataforma muy completa, pero al fin y al cabo no deja de ser un complemento, un añadido a largas horas de estudio que de ninguna forma se pueden sustituir con una app.

Si lo que buscáis es un simple pasatiempo para ir resolviendo ejercicios en los momentos libres del día, os diría que mejor echarais un vistazo a otras aplicaciones como Duolingo (por eso de que es gratis, más que nada); si estáis buscando algo más serio de cara a reforzar vuestro aprendizaje, Babbel es una opción a tener en cuenta.