Las ISP y las operadoras móviles son las responsables de que Internet llegue hasta tus manos, tengas una conexión en tu casa o tengas una conexión en el móvil, y hoy os explicamos todo lo que debéis saber sobre estas compañías que nos dan Internet.
Da igual que sea gracias al ADSL, a la fibra óptica, al 3G, al 4G o al satélite: las ISP son parte de que puedas estar leyendo estas líneas o recibiendo ese mensaje de WhatsApp que acaba de saltar, y sus entresijos son de lo más interesantes.
¿Qué es una ISP?
Una ISP (Internet Service Provider, proveedor de servicios de Internet) es una compañía que proporciona servicios para acceder a Internet. Estos servicios pueden ir desde el clásico acceso a Internet hasta una empresa que registra dominios, pasando por servicios de correo electrónico o redes que proporcionan Internet a las compañías que nos dan el Internet. Suena confuso, ¿verdad?
Eso que tenéis justo encima es un ejemplo de mapa de las conexiones de Internet. Nosotros estamos abajo del todo, en la nube gris, y tenemos conexiones con diferentes ISP (Tier 3 y Tier 2). Estas compañías que nos dan acceso tienen que, a su vez, pagar a las compañías Tier 1 que les dan acceso, porque estas son las que tienen la capacidad de llegar a todo Internet sin tener que pagar por ello. Y a estas compañías también se las llama ISP, aunque no nos den acceso directamente a nosotros.
En cualquier caso, y para hacer las cosas más sencillas en este artículo, definiremos las ISP como las compañías que nos dan acceso a Internet, ya sea con el clásico router, ya sea a través de las antenas de telefonía móvil.
¿Por qué existen las ISP?
Las ISP, tal y como las conocemos, existen para explotar el acceso a Internet: encargarse de la infraestructura necesaria, darnos los medios y cobrarnos la cuota mensual a cambio de sus servicios. Desplegar fibra óptica o antenas de telefonía móvil no es sencillo ni barato, motivo por el que nos cobran a final de mes por utilizar su Internet, y por lo que este tipo de despliegues suelen venir acompañados de inversiones millonarias.
En realidad, y si te ves con ganas, podrías instalar tu propia fibra óptica y dejar de depender de las ISP como las conocemos. Tu problema sería que instalar un kilómetro de fibra óptica tiene un coste estimado de 23.000 euros, y eso sin contar con que tendrías que pagar a las ISP de Tier 1/Tier 2 para conectarte al resto de Internet. Para ponerlo en perspectiva, a Google Fiber le ha costado 84 millones de dólares llegar a 149.000 hogares, lo cual da un coste de 563 dólares por casa.
¿Cómo puedo saber qué ISP me da servicio?
Normalmente es tan sencillo como saber la operadora a la que has contratado el acceso a Internet: Movistar, Vodafone, Orange y Yoigo en España hablando de redes móviles. Las operadoras móviles virtuales contratan la infraestructura de estas grandes operadoras, así que sigues estando dentro de ellos.
El abanico se abre aún más cuando hablamos de las conexiones fijas, del ADSL y la fibra óptica: a las tres clásicas se unen Jazztel, Ono y Adamo entre otras. Las compañías también pueden contratar la infraestructura de otro operador y venderla bajo su nombre, como ocurre con las operadoras móviles virtuales en la telefonía móvil.
En cualquier caso, aplicaciones como Speedtest, además de decirnos cuánto de rápida es nuestra conexión, nos indican qué operadora nos está dando la conexión.
También puedes hacerte una ligera idea de las ISP a las que te conectas en el proceso (las llamadas Tier 2 y Tier 1) con un proceso llamado traceroute, el cual sigue la ruta de un paquete desde tu ordenador hasta un sitio web. En Android existe Visual Tracert, una aplicación creada por un desarrollador español que hace el proceso y te muestra en el mapa por donde pasa el paquete.
¿Qué pueden ver las ISP en nuestra conexión?
A menos que tengas contratados los servicios de una ISP enfocada en la privacidad, cuenta con que registran las IPs que visitas, así que pueden saber qué páginas web miras sin mucha dificultad. Las ISP suelen registrar de forma automática los metadatos de nuestras conexiones, como esas direcciones IP o los puertos. Es decir, pueden ver que estás enviando un correo a alguien, pero no pueden ver el contenido. Y también pueden ver todo el tráfico que vaya sin cifrar, es decir, el contenido de las webs que no usen HTTPS en la conexión.
Por desgracia, las ISP prometen cumplir con nuestra privacidad pero no existe forma de que lo aseguren, así que tenemos tres modos de evitar que nos sigan: asegurarnos de que establecemos conexiones SSL con HTTPS, utilizar un VPN que cifre nuestra conexión entre nosotros e Internet, o utilizar Tor en todas nuestras conexiones para que la ISP no sepa donde terminan los paquetes. Eso sí, la ISP puede ver que estás haciendo todo esto, y a partir de ahí conjeturar.
¿Las ISP me pueden bloquear Internet?
Que una ISP bloquease páginas web o servicios basados en Internet bajo su propio criterio atentaría contra la neutralidad de la red, pero existen excepciones en las que el bloqueo de ciertos servicios está justificado:
- Cuando se traten de servicios «ilegítimos» como el BitTorrent (aunque en realidad no sea ilegal o sinónimo de descarga ilegal, pero por desgracia pasa demasiado a menudo).
- Cuando tu contrato establezca un máximo de datos a consumir: para tu operadora, tu conexión a Internet es como comerse una Oreo. Sí, literalmente.
- Cuando el gobierno exija a las ISP el bloquear una página o servicio web: pasó con Uber cuando entraron de manera dudosa en el mercado español.
- Cuando la conexión esté regulada por algún control parental, como ocurre en Reino Unido por defecto.