Todos nuestros smartphones ahora llevan cámaras muy competentes y potentes, capaces de capturar fotografías y grabar vídeo, y de funcionar en milésimas de segundo para no perdernos el momento. Es algo que ya damos por hecho, esperamos encontrarlo sin mas preguntas, como antes del iPhone 7 esperábamos que todo teléfono tuviese un jack de 3.5 milímetros.
Lo que no pensamos es cuánto costó combinar los teléfonos móviles con las cámaras en un principio, porque costó mucho más de lo que pensamos. Los japoneses fueron los primeros en recibirlo con un Sharp, y después le continuaron fabricantes como Sanyo, Nokia y Sony, pero tuvimos que esperar hasta el año 2000 para verlo. Pero el origen de la primera fotografía tomada con un teléfono se remonta al año 1997.
El artífice de la primera cámara para teléfonos móviles es un emprendedor francés de 64 años llamado Philippe Kahn, y es su hija la que aparece en la primera fotografía tomada con la cámara de un teléfono.
Sophie, la protagonista de la primera fotografía
Esa fotografía de la que hablamos la que tenéis justo encima, y la protagonista es Sophie, su hija recién nacida. Philippe Kahn tomó la fotografía con un Motorola StarTAC modificado con la óptica de una Casio QV-10. También programó un programa para enviar la imagen por correo electrónico, algo que utilizó para enviar la foto a más de 2.000 personas entre familiares, amigos y colegas de trabajo.
El diseño de teléfono con cámara de Philippe Kahn, que se aproxima más a un teléfono atado a una cámara, era innovador, pero no era el primero de todos. Lo que sí hizo fue conseguir enviar la foto desde el propio teléfono, sin tener que pasar por ordenadores o pasos más complicados: aquí es cuando nació la idea de compartir momentos desde el propio teléfono, algo a lo que estamos más que acostumbrados en 2016.
Kahn fundó LightSurf Technologies con el impulso de ese invento, y se llevó logros como desarrollar la primera aplicación de mensajes con fotografías en EEUU. La compañía fue adquirida en 2005 por VeriSign, y en 2009 fue absorbido por Syniverse Technologies. El francés también ayudó a Sharp a desarrollar un sistema de transmisión de fotografías después de enviar la famosa foto.
La clave no son los megapíxeles, lo es Internet
Sin embargo, ha sido la expansión de los smartphones lo que ha hecho despegar de verdad esta tendencia. Philippe Kahn, en una entrevista concedida a La Nación en 2013, afirma que la clave del matrimonio entre teléfono y cámara no está en la cantidad de megapíxeles, sino que se ha extendido tanto gracias a la disponibilidad de Internet en cualquier parte.
Lo que importa es toda la infraestructura existente, combinar las capacidades de una cámara con la posibilidad de enviar nuestra foto a cualquier parte al instante. Incluso podemos hacerlo con el vídeo en directo a día de hoy. Kahn sentó las bases para que las cámaras más utilizadas en Flickr sean las de los iPhone y Samsung Galaxy, para que una de las redes sociales más utilizadas sea una donde sólo importan las fotografías.
La cámara en teléfonos, de anecdótico a fundamental
El primer teléfono con cámara para las masas fue el Sharp J-Sh04, un teléfono que salió en el año 2000 sólo en Japón. No consiguió nada en términos de éxito, ni siquiera salió del país nipón, ese honor le pertenece al Nokia 7650: un teléfono que consiguió llevar la idea al público general gracias a una campaña de publicidad intensiva y acertada.
Después del Nokia 7650 han pasado por nuestras manos muchos teléfonos destacados por su cámara: Sony Ericsson K750i, Nokia N95, Sony Ericsson K800i, LG Viewty KU990… hasta que llegó el smartphone y cambió por completo el mundo de la telefonía móvil.
Los smartphones están en plena carrera por conseguir la mejor cámara del mercado, a los nuevos Pixel de Google me puedo remitir, y para muchos la cámara es lo más importante en un teléfono. Rendimiento en poca luz, cámara dual para ampliar funcionalidades, innovaciones en el enfoque…
¿Qué será lo siguiente que veremos en cámaras?
A día de estoy estamos viendo muchos avances en las cámaras de los smartphones: desde sistemas de doble cámara con diferentes resultados, hasta sensores capaces de responder muy bien en plena oscuridad. Estamos en plena evolución de las cámaras que llevan nuestros teléfonos, así que predecir el futuro es complicado.
Lo que sí es seguro es que las cámaras duales han llegado para quedarse, con la ventaja de que cada fabricante está haciendo con ellos lo que considera, no se ciñen a un único molde. La carrera de los megapíxeles, por suerte, parece haber llegado a su fin. La estabilización de imagen y la calidad de las lentes también son factores que están evolucionando este año, y en los que merece la pena fijarse en los próximos meses.