Las baterías han sido desde siempre uno de los puntos más polémicos en los smartphones. No solo hemos tenido problemas a nivel de autonomía durante años, sino que además han sido foco de polémica con el Galaxy Note 7 y sus baterías explosivas.
Pero quizás uno de los puntos sobre los que más hemos debatido es en el tema sobre los beneficios de las baterías extraíbles. Las baterías extraíbles aportan muchas ventajas, pero poco a poco están desapareciendo. ¿Por qué?
Las eternas críticas a las baterías no extraíbles
Desde que Apple llegó al mercado de los smartphones, se les criticó muchísimo que la batería no fuese extraíble. A priori podía parecer un paso hacia atrás, especialmente en terminales con autonomía escasa, pero lo cierto es que con el paso de los años es una medida que se ha acabado imponiendo.
Personalmente soy una persona que le gusta defender los derechos de los usuarios, y el tema de las baterías no extraíbles siempre me ha parecido una práctica abusiva. No obstante, lo que nos dice el mercado es que en la vida real, no es un añadido tan importante.
Las críticas a las baterías no extraíbles siempre han estado ahí, pero cada vez tienen menos sentido
El LG G5 es un perfecto ejemplo. Si la batería extraíble fuese tan importante para el mercado, este teléfono no habría conseguido un nivel de ventas tan reducido respecto a su competencia. Una competencia que cuenta con baterías no extraíbles.
Analizamos algunos de los puntos clave por los que creemos que ya las baterías extraíbles ya no molan tanto. Empecemos.
El hardware ya está preparado para los cuelgues
El primer argumento por el que las baterías no extraíbles ya no son tan relevantes es bastante simple. Antes el software de los teléfonos no era todo lo estable que nos gustaría. Si teníamos la mala fortuna de que el teléfono se colgase, la única solución era reiniciar el teléfono desconectando la batería.
Ya no es necesario. Cualquier teléfono actual se puede reiniciar por hardware manteniendo pulsando el botón de apagado durante 8 segundos. Del mismo modo, el software actual es muchísimo más estable que antaño, y ya no es tan necesario reiniciar el teléfono. Aún así, ya podemos hacerlo sin desconectar la batería.
Android ya es estable, y no es necesario extraer la batería para forzar un reinicio
Que se cayera un teléfono con tapa era lo peor
Esta bondad viene expresada de mi propia experiencia a lo largo de los años. En mis últimos teléfonos con baterías extraíbles tenía serios problemas con el simple hecho de que fuesen extraíbles. La mayoría de teléfonos con este tipo de baterías están cubiertas por una tapa, que en mayor o menor medida no se encuentran bien ancladas al teléfono.
Antaño que se te cayera un teléfono no significaba que la pantalla se te pudiera romper, sino que además la batería podía salir por los aires, llevándose algunos golpes por el camino. Puede parecer una tontería, pero un mal golpe es peligroso, ya que comienzan a tener fugas desde las que puede entrar el oxígeno.
El oxígeno en contacto con el litio de nuestras baterías genera una reacción cuyo resultado es que la batería sale ardiendo. ¿Alguna vez se hinchó la batería de tu teléfono? La mayoría de ocasiones se debe a una mala caída en la que saliese volando.
Los golpes bruscos eran el peor enemigo de las baterías extraíbles. Ahora están mejor protegidas
Las baterías de reemplazo en su mayoría eran de muy baja calidad
Y claro, si la batería se hinchaba lo recomendable era cambiarla inmediatamente. Una de las ventajas del mercado de las baterías extraíbles era la gran oferta que teníamos, ya que no solo encontrábamos baterías de calidad, sino que además teníamos alternativas económicas, que eran las que solía escoger la gente.
Menudo error eran estas baterías. Recuerdo con bastante apatía esas baterías de color dorado que se vendían para los Samsung (nunca compré mucha, pero muchas personas acudieron a mi con problemas en este tipo de baterías), que prometían el doble de carga y a los pocos meses ya no funcionaban. Este tipo de baterías infundió a miles de personas que las baterías extraíbles eran buenas porque como las baterías se averiaban a los pocos meses, convenía cambiarlas con frecuencia.
Si la batería es de calidad, sobrevivirá al ciclo de vida de un teléfono, y los fabricantes actualmente son conscientes de ello a la hora de poner baterías en su dispositivo. Las baterías no extraíbles han conseguido sacar del mercado a los fabricantes que vendían baterías de poca calidad, debido a que ya los usuarios no reemplazan las baterías.
El mercado de baterías de baja calidad nos dejó en la mente que era necesario cambiar de baterías con frecuencia
¿Realmente es una opción para tener mayor autonomía?
Uno de los argumentos que los usuarios a favor de las baterías extraíbles siempre han defendido es que las baterías extraíbles les permiten en cuestión de segundos obtener una segunda carga.
Realmente es un buen argumento, y si hacemos caso a los foros de Internet parece que todo el mundo recurre a las segundas baterías. Después cuando volvemos al mundo real, nos damos cuenta de la realidad, y es que solo un nicho ridiculamente bajo de usuarios es el que valora el poder llevar una segunda batería. Si realmente tanta gente siguiese este tipo de estrategia, teléfonos como el LG G5 habrían arrasado frente a los rivales con terminales unibody.
Un powerbank es más seguro y aporta más carga que llevar baterías de reemplazo
La razón es bastante sencilla, y es que apagar el teléfono y cambiar la batería es bastante más molesto que llevar encima un powerbank con el que cargar la batería de nuestro móvil. Además de la comodidad de no tener que apagar nuestro teléfono, los powerbanks que llevamos en nuestro día a día están protegidos por carcasas, al contrario que las baterías de repuesto, que de los pocos usuarios que las usan, menos aún las protegen. ¿Hemos dicho ya lo peligroso que es llevar una batería poco protegida?
Un mal necesario que permite innovar a los fabricantes
Las baterías no extraíbles permiten que los fabricantes puedan innovar con sus dispositivos. Al sellar completamente los teléfonos, pueden aprovechar de forma más óptima el almacenamiento interno, consiguiendo colocar un mayor número de componentes en el mismo espacio, algo bastante útil para que los fabricantes aprovechen hasta el último milímetro cúbico del terminal.
Una de las mayores innovaciones que permiten los terminales con batería no extraíble es la capacidad de crear dispositivos resistentes al agua. Es cierto que Sony demostró en el pasado que se pueden crear terminales con baterías extraíbles y con resistencia al agua, pero al final acababan siendo terminales que con una mala caída acababan con la tapa al aire, perdiendo esa resistencia al agua.
En resumen, poder sellar el terminal permite a los fabricantes aprovechar mejor el interior de sus teléfonos, haciendo terminales más ligeros, con mejor disipación del calor o mayor capacidad de batería (esto está sucediendo especialmente en la gama media de marcas chinas, como por ejemplo los Xiaomi Redmi 3).
La resistencia al agua es de las mejores ventajas de un teléfono bien sellado
Ojo, no nos olvidemos de las libertades de los usuarios
Estas han sido mis opiniones sobre por qué las baterías extraíbles no tienen tanta relevancia en el mercado como hace unos pocos años. Ahora es vuestro turno de responder, o llevarnos la contraria con vuestras opiniones. Las baterías extraíbles también tienen algunas ventajas de las que no hemos hablado, como que los teléfonos que las incluyen son más fáciles de reparar.
Al final, es el cliente quien tiene la razón, y la única forma de decirle al mercado que no estáis de acuerdo es eligiendo mejor vuestras compras. Si fabricantes como LG que defienden las baterías extraíbles venden cada vez menos, dejarán de considerar este extra como una característica imprescindible.
¿Crees que las baterías extraíbles siguen siendo importantes?