Aunque los usuarios normales usan sus móviles para satisfacer necesidades los más geeks hemos pasado por una serie de fases en las que todos nos reconocemos. Son las etapas de un usuario de Android.
En realidad estas fases, o algunas similares, se pueden proyectar sobre usuarios de otros sistemas operativos móviles e incluso de otros dispositivos pero en Android me he dado cuenta de que hay muchos patrones comunes, lugares temporales, y no espaciales, en los que muchos de los que somos más cacharreros coincidimos.
Estas fases no son algo ni científico ni excluyente, seguro que muchos habéis pasado por algunas y no otras o quizás por todas pero no en ese orden.
1- Primer móvil: un HTC casi seguro
Android se lanzó hace menos de diez años pero en este sector eso es un mundo. Al principio sólo estaba HTC, la empresa que de la mano de Google lanzó el primer Google Phone, el HTC Dream.
Este modelo llegó a España con Telefónica y conozco algunos usuarios que lo tuvieron, un móvil con sus compromisos que no llegó a ser un éxito de ventas.
HTC fue el primer fabricante para muchos
Para eso HTC apostó por Vodafone y el HTC Magic, una versión ligeramente mejorada del Dream que sobre todo se caracterizaba por no hacer concesiones al telcado físico. La pantalla era el futuro.
La tercera opción también fue de HTC, el HTC Hero con la que sería la capa gráfica más elegante, espectacular y útil que se había visto hasta el momento: HTC Sense.
En esos meses no había usuario de Android que no envidiara esa capa gráfica y si para imitarla había que usar un launcher, buscar una ROM inestable o usar widgets, pues se hacía.
Hubo otros modelos que fueron también terminales de inicio pero si en el momento del nacimiento de Android ya eras usuario de smartphones, con Windows Mobile o Symbian es más que probable que tu primer móvil fuera uno de estos tres.
2- Aplicaciones para todo
Yo he usado smartphones desde 2003 y reconozco que instalaba aplicaciones y hasta hacía auténticas virguerías para instalar juegos en móviles que no los soportaban sólo por saber que podía hacerlo. Luego no iba ni a jugarlos, aunque me autoengañara.
En un momento en el que Android estaba realmente verde había aplicaciones que usábamos para muchas cosas que hoy se dan por supuestas porque vienen en el sistema: captura de pantalla, grabar vídeo, editar fotografías, cambiar el tono de llamada…
Android ha implementado funciones de apps que antes instalábamos siempre
Actualmente no instalo ni la mitad de aplicaciones en mis móviles de las que instalaba hace 8 años, señal de que el sistema ha madurado correctamente.
Otra cuestión eran las apps de cámara, que se contaban, y se cuentan, por cientos, y donde el trastorno bipolar se nos notaba más: «Mejor una app sencillla», «vaya, no puedo cambiar el enfoque», «Point and click es lo mejor», «la obturación dónde demonios se varía», «Dios, qué cosa más lenta de app, si sólo quiero un HDR de 7 elementos y 16 Mpx».
3- Los widgets son Dios
Los widgets. Seguro el el diablo es el primero que diseño uno. Hubo un momento de la vida en el que podía saber cuan hortera era una persona simplemente mirando sus escritorios del móvil. Había widgets de calendario, de tiempo, de toggles (oh, los toggles…) de contactos, de consumo, de cobertura… había más widgets que opciones tenía el móvil.
Actualmente se siguen usando, pero de forma más útil y puntual, ya no son la mayor parte de la interfaz.
4- Root y ROMs: podemos cambiarlo todo
Si hay algo que ha caracterizado a Android durante años aunque actualmente esté de capa caída es el root.
Ese acceso de super administrador con el cual podía cambiar lo que no debíamos cambiar se convirtió en la mejor manera de saber si eras un usuario avanzado o no. Los novatos no se atrevían con eso. De hecho la mayoría ni sabía que existía.
Con el root llegaron las ROMs, las modificaciones del sistema hechas por los propios usuarios en muchas ocasiones y que podían modificar tanto la experiencia que pareciera otro tipo de móvil.
Cyanogen y MIUI eran referencia
Cyanogen y MIUI son dos ejemplos de ROMs que luego han dado paso a empresas relacionadas con Android, de diferente forma.
Vivimos tiempos extraños cuando nació Paranoid Android, una ROM que permitía usar la UI de tablets en móviles, como yo mismo comprobé en mi Samsung Galaxy S2 con su enorme pantalla de 4.3 pulgadas. No sé cómo no me quedé ciego.
5- La bendición Nexus
Aunque Google empezó su proyecto Nexus con el Nexus One no fue hasta el Nexus 4 y sobre todo el Nexus 5 cuando se convirtió en la marca mítica que llegó a ser. El motivo era sencillo: el precio.
Al contrario de lo que mucha gente piensa los Nexus no eran móviles baratos, estaban pensados para desarrolladores y la mayoría costaba más de 500 dólares. Lo que pasó es que los modelos 4 y 5 bajaron brutalmente de precio y se vendieron mucho más.
La fluidez lograda en estos terminales estaba a años luz de lo que podíamos ver en otros Android y no eran pocos los que los comparaban con los iPhone. Pero no eran perfectos.
Los Nexus marcaban al usuario
Aunque reconozco que soy de los pocos que nunca quedó enamorado de estos terminales, pese a ser buenos smartphones, conozco a muchos usuarios que tras haberlos probado no han querido volver a móviles de LG, Samsung o Sony.
6- En realidad Nova Launcher es Dios
Los launcher fueron una fiebre equiparable a la de los widgets, con cientos de propuestas que iban de lo más minimalista hasta los más recargado, normalmente con propuestas coreanas. Lo del diseño y los coreanos viene de antiguo al parecer.
Go Launcher, Apex… fueron muchas las propuestas hasta que llegó el rey. Nova Launcher se ha convertido, de facto, en la interfaz alternativa de Android, sobre todo para aquellos que tienen un Xiaomi o o Huawei y quieren volver a unos escritorios más convencionales, con su cajón de aplicaciones, barra de búsqueda, etc.
Ahora tanto los que usan un launcher como los que preguntan sobre cual usar acaban decidiéndose por esta propuesta.
6- Tras la tempestad llega la calma
Para muchos cacharreros el tiempo es la clave de poder hacer muchas de las cosas que hemos mencionado. Flashear un móvil, reinstalar todas las aplicaciones o cambiar cada tres semanas de terminal no es algo rápido ni breve.
A medida que nos hacemos mayores tendemos a ir a por opciones más estables, seguras y que no den quebraderos e cabeza.
El tiempo nos ha relajado, y mucho
Es cierto que aún hay muchos usuarios que siguen modificando su móvil, cambiando ROMs o alternado de dispositivo cada poco, pero son una minoría.
¿Y vosotros? ¿Habéis pasado por esas fases? ¿Por otras? Cuéntanoslo en los comentarios.