La innovación en los móviles se ha estancado. Por lo general, todos los smartphones se parecen. Aunque no es la norma, hay marcas que sí apuestan por destacar. Algunas sin éxito, como LG, el G5 y sus módulos; otras creando expectación, como el Xiaomi Mi Mix. ¿Queda espacio para innovar? Mucho. Pero no es rentable.
Multitud de fabricantes se han estrellado intentando sorprender con un smartphone. De hecho, el diseño y funcionalidades de estos aparatos hace ya tiempo que están estancados; a excepción de unos pocos experimentos. La mayoría fracasa, pero algunos sí que obtienen cierto éxito. Esto nos invita a pensar que aún hay margen para la innovación, pero ésta no resulta nada sencilla. Ni rentable, que es lo peor.
Yotaphone 2, LG G5, Samsung Galaxy Beam… El cementerio está lleno de experimentos
No se puede negar que estos móviles que menciono apostaran fuerte por la innovación. Pantalla trasera de tinta electrónica, módulos con los que expandir las opciones del móvil, proyector incluido… Sólo por estos detalles ya se distinguen del resto. Pero claro, no siempre queremos distinguirnos de esa manera.
Los móviles experimentales suelen ser eso, un experimento apto para muy pocos
Si hay algo que tiene en común la mayoría de móviles que arriesgan es que terminan pasando por el mercado sin pena ni gloria. Es el resumen de lo que ocurre cuando se innova en diseño o en opciones: cuesta tanto convencer del producto que a la marca le resulta imposible conseguirlo. Y si no logra que se desee una nueva funcionalidad ésta mata al móvil. Y a la empresa, sólo hay que ver a la pobre Yota Devices.
Algunos fabricantes arriesgan siendo una compañía pequeña, es una manera de destacar. Otras son empresas grandes que destinan una línea de producto a iniciar tendencias del mercado. Las pruebas lo demuestran: experimentar no sale a cuenta. Y al final tenemos smartphones casi calcados los unos de los otros, incluso a nivel de hardware.
Xiaomi Mi Mix, cuando el riesgo supone triunfar
No es que pueda decirse que el Xiami Mi Mix es un éxito ya que, por las características del móvil, cuesta tanto de fabricar que no se vende en grandes cantidades. Tampoco es una novedad per se, que la pantalla sin marcos ya estaba en los Sharp Aquos. Eso sí: Xiaomi ha conseguido unir pantalla enorme sin marcos, construcción en material cerámico y un precio accesible para el top de prestaciones. Un riesgo para la marca que le ha otorgado más prestigio y atención.
Los móviles sin marcos son una tendencia que, junto con la doble cámara y asistencia inteligente, marcará la innovación de los próximos años. También la delgadez y las baterías extensas revolucionarán los próximos modelos. Y seguro que nos topamos con elementos únicos que le dan un giro a lo que entendemos como smartphone.
¿Queda espacio para la innovación?
Aún existe un amplísimo margen de maniobra, pero, como ya he explicado, las marcas no piensan arriesgar más de lo necesario. Los resultados de pasarse de la raya están bien presentes: el cementerio está lleno de valientes. Pero tranquilo, que veremos cómo los móviles evolucionan. Poco, cada dos o tres generaciones, pero evolucionarán.
Saltos inmensos en el diseño o en los elementos incluidos no veremos, pero sí que asistiremos a una evolución constante y sin freno. Entre las novedades estarían las pantallas flexibles: pronto tendremos móviles plegables. También smartphones de pocos milímetros de grosor, por más que no terminen de ser cómodos. Y apunta algo seguro: habrán móviles que se enrollarán en la muñeca. ¿O serán smartwatches?
Los fabricantes seguirán innovando, pero las novedades no serán agresivas como norma general
La potencia bruta cada vez será menos patente, igual que el número de GB de RAM. El espacio sí crecerá, seguro que tendremos móviles con 1 TB en menos de dos o tres años. Y de batería… Uy, qué decir de la batería. ¿Veremos por fin un smartphone con una semana de duración? Esto sí sería innovar.
¿Crees que todavía existe margen para la innovación en los teléfonos móviles? ¿Qué es lo más novedoso que anticipas para los próximos años? Yo me mojo: un móvil que aguante una semana de uso normal con una sola carga. Hala, ésta sí es una apuesta arriesgada.