La «gamificación» o «ludificación» ha traído una nueva manera de ver la vida con el smartphone: transformar la realidad en un juego. Aplicaciones, juegos, accesorios… Esta tendencia es más que entretenimiento.

La realidad se ha ido enriqueciendo con la tecnología. También al revés: es una relación que se revaloriza mutuamente. Los smartphones trajeron un sinfín de opciones a un objeto que llevamos siempre encima; expandiendo las maneras de interactuar con todo lo que nos rodea. ¿También te apuntaste a la gamificación? Lo queramos o no, es una tendencia cada vez más fuerte.

Muchas actividades son más productivas si se juega

Nadie puede resistirse a jugar de vez en cuando. Lo llevamos casi en la sangre: si nos divertimos aprendemos más y reaccionamos mejor. También mejoramos cualquier trabajo, incluso aunque no nos repercuta económicamente. De ahí que muchas aplicaciones aprovechen nuestro «espíritu juguetón» para sacar beneficio.

Una de esas apps que mejor exprimieron la gamificación fue Foursquare. Precisamente tuvo que reinventarse para escapar del puro juego: más que dejar comentarios y facilitar el descubrimiento de nuevos locales, Foursquare se convirtió en una guerra entre todos los usuarios por hacerse con las alcaldías o Mayor de cada sitio. La empresa lo tuvo claro: había que dividir la vertiente lúdica de la informativa; de ahí que creara Swarm. Fue el principio de su fin.

Ya lo decía antes: somos seres lúdicos que se entregan al juego en cuanto existe la menor ocasión. Por ejemplo, ahí está el célebre Pokémon GO. La realidad aumentada permite interactuar con la realidad «verdadera» de una forma sencilla. Pasear, moverse, descubrir la ciudad… Con una buena dosis de gamificación el juego móvil de Pokémon ha conseguido que muchos usuarios quemen una buena dosis de calorías.

Conseguir que el usuario se enganche a las aplicaciones gracias a la competición y al juego es una manera de que atraigan a un mayor espectro de personas. Tanto quienes buscan aplicaciones lúdicas en exclusiva como aquellos que restringen su catálogo de aplicaciones instaladas a las que ofrecen alguna utilidad. Los desarrolladores están encontrando el equilibrio entre ambas vertientes.

Con las aplicaciones se puede jugar aunque no sean juegos

Ésta es la clave de la gamificación: jugar cuando parece que realmente no se juega. Las aplicaciones móviles más populares tienen un toque de gamificación en su concepción. Incluso las redes sociales: conseguir Me Gusta, Favs, corazones, superar a los amigos en número de seguidores… Son una competición abierta a todo el público. Y el smartphone es la mejor herramienta para ello.

El móvil es una herramienta perfecta para el juego. Y muchas aplicaciones lo aprovechan

No hay duda de que el móvil nos abre cada vez más puertas. Pagos, comunicación, reproductores de música y de vídeo, servicios de mapas… También somos más colaborativos, incluso aunque no nos demos cuenta. Al fin y al cabo, la base de las sociedades es que todos los individuos actúen de manera que su experiencia revierta en el conjunto. Ahí la gamificación es clave.

Waze y su sistema de niveles consigue que se reporten los incidentes para mantener la app actualizada al instante, Local Guides de Google Maps ofrece un sistema de rangos que redunda en la mejora de los mapas e información de locales… Jugar y que sirva de ayuda. Y sin que en ningún momento parezca un juego.

¿Qué opinas de la gamificación? ¿Consideras positivo que se estimule en las aplicaciones utilizando el juego? ¿Qué apps de este estilo son las que más utilizas?