La globalización tiene sus ventajas y problemas pero está claro que en lo referente a smartphones el futuro de la misma pasa por fabricar móviles Android en África, tarde o temprano.
Hace no demasiados años Europa y Estados Unidos eran lugares donde se creaban dispositivos electrónicos. Las plantas americanas o alemanas eran conocidas por la calidad de sus productos.
A finales del siglo XX empezó a darse un proceso que si bien había empezado algo antes no se había popularizado y extendido tanto: la globalización.
Un único mercado
Tras ese cambio, tanto social como económico, las empresas empezaron a tratar al planeta como un único lugar, algo a lo que sin duda ayudó internet y la ruptura de barreras económicas dentro de Europa y entre Estados Unidos y otros países.
En España vivimos un momento de auge cuando algunas empresas se mudaron de países como Francia o Alemania a nuestra tierra, atraída por un coste salarial más bajo. Lo mismo pasó en otros lugares de sudamérica.
China como la fábrica mundial
Pero si hay un país que ha hecho casi una filosofía de esta idea es China, que literalmente se ha convertido en la fábrica del mundo.
Del mismo modo que en España y en otros países antes, los bajos costes laborales comparados con los países de los que son originarios las mayores corporaciones del planeta hicieron que este lugar fuera el ideal para concentrar la fabricación.
Sin embargo China no se ha quedado sólo como lugar ideal por bajos costes del personal sino que ha sabido crear una fuerza de trabajo que es difícil de replicar en otros países, aunque poco a poco se hace.
Vietnam, Bangladesh, India…
Alrededor de China hay muchos otros países que no han crecido ni por asomo lo mismo que el tigre asiático y que por lo tanto mantienen un coste de fabricación bajo.
Xiaomi ya se está expandiendo a India, que además es el segundo mercado mundial en número de usuarios y uno de los que más proyección tienen.
Ahí también hay fabricantes propios como Micromax, que buscan una relevancia nacional que haga incluso innecesario una expansión global.
El continente sin ordenadores
Decir que en África no hay internet no es verdad. Decir que no hay muchos ordenadores, sí.
La mayoría de habitantes entran por primera vez en el mundo online a través de sus dispositivos de mano y es que esta es la forma más asequible.
Los smartphones son la clave en África
Es por eso que la creación de dispositivos orientados al mercado nacional es clave. Obviamente si las cuotas de producción son suficientes el poder fabricar otros modelos orientados a la exportación quizás abra un nuevo modelo económico en este lugar del mundo, uno de los más pobres del planeta.
África como el siguiente destino
Pero está claro que Asia acabará de explotar, de crecer, y las empresas buscarán otro lugar en el que expandirse, tanto para fabricar móviles de cara a la exportación como para buscar nuevos mercados en los que poner sus productos.
África es el último.
El continente negro es el último lugar donde las compañías pueden crecer de forma rápida al menos en los que a smartphones se refiere y es que aunque los africanos tienen una cuota de penetración de móviles impresionante los smartphones aún no son masivos.
Es por eso que en los últimos años estamos viendo movimientos de compañías que buscan implantarse allí, en parte para lograr crecer en el mercado y en parte porque saben que eso en sí mismo es casi una fuente de publicidad gratuita.
¿La Zetta africana? No, pero recuerda
Un caso llamativo fue el de VMK, una empresa africana que se presentó como el primer fabricante africano de smartphones.
El problema es que en realidad lo que VMK hacía era comprar en grandes cantidades unos dispositivos, móviles y tablets, en China, y luego contratar un servicio que les ponía el logotipo de la empresa. Obviamente todo esto con un precio superior.
En sí mismo esto no es ilegal, muchas empresas lo hacen, pero no presumen de crear un dispositivo propio.
El cambio puede haber empezado ya
Pero más allá de empresas oportunistas hay otras que, parece, hacen las cosas bien. Una de ellas es Onyx Connect, una nueva entidad que ha recaudado 10 millones de dólares en inversión para establecer una fábrica en Sudáfrica.
La propia compañía ha confirmado que ellos importarán gran parte de los componentes desde China porque es el único lugar del mundo en el que se pueden fabricar conteniendo los precios.
Eso mismo lo hemos visto en empresas españolas como bq o Energy Sistem, que diseñan terminales en nuestros país pero se valen de piezas creadas fuera.
No obstante su fábrica, que empezaría a operar en el primer semestre de 2017, sí que ensamblaría los diseños creados en el continente africano, un salto interesante que no se ha visto fuera de Asia.
Móviles Android por 30 euros
Uno de los mayores inconvenientes de los smartphones para los africanos es su coste, muy elevado incluso teniendo en cuenta que la fabricación en China es bastante económica.
Básicamente, para que los habitantes de este continente puedan utilizar smartphones estos tienen que estar creados en sus países, con una estructura de costes asequible.
Onyx Connect busca hacer un móvil Android por 30 euros, con 1 GB de memoria RAM y cámara trasera. esto puede parecer algo arcaico en otros lugares del mundo pero supone un gran salto para millones de personas.
De hecho ya tiene el acuerdo con Google para implementar todas las aplicaciones del gigante americano el cual seguro está encantado de penetrar en África.
El concepto móvil chino
Está claro que a lo largo de los años lo que entendíamos como móvil chino ha cambiado.
Ahora esta idea parece que se irá moviendo a otros países, sean asiáticos o africanos, y quizás como hemos mencionad haya un margen para la exportación, con lo que eso puede suponer para la economía de estas zonas.
Quizás China se mantenga como proveedora de la gama media y alta, no en vano allí también se fabrican los iPhone o los Galaxy S, y África se quede por el momento con la gama baja.
No obstante hasta que no haya una homogeneización económica mucho mayor a nivel mundial seguiremos viendo estos trasvases entre los diferentes países.