La polémica está servida en el debate de la semana, sección en la que los protagonistas sois vosotros; debatiendo acerca de las novedades del mundo de la tecnología en general y Android en particular.
Para muchos, el futuro del smartphone estaba en los módulos. Poder cambiar cada componente de un móvil sin riesgos parecía un sueño que llegaría más tarde que temprano. Sin embargo, no todo salió como esperábamos.
Project ARA murió antes de nacer
Parte de la culpa del sueño modular la tuvo Motorola hace más de tres años. En 2013 hubo un proyecto muy interesante llamado Phoneblocks, que tenía como objetivo convertir los componentes de un móvil en piezas de lego, que pudiésemos montar y desmontar sin necesidad de tener conocimientos informáticos.
Al poco tiempo este proyecto comenzó a gestarse en uno de los laboratorios de Motorola ATAP (posteriormente conocido como Google ATAP), uno de los departamentos más innovadores de Motorola. Con el paso del tiempo, Google conservó ese departamento incluso a pesar de vender Motorola a Lenovo, y siguió confiando en el proyecto.
Había meses que no parábamos de recibir noticias, mientras que en ocasiones llegamos a estar incluso un año sin recibir noticias. Cuando ya creíamos que el proyecto de smartphone modular estaba abandonado, nos dieron pistas de que su desarrollo estaba vivo, y poco después murió.
LG lo intentó, fracasó, y se retiró
Parece ser que la idea de tener un móvil completamente modular era completamente alocada, pero seguían existiendo alternativas. LG quiso arriesgarse a conquistar el sueño modular el año pasado con un teléfono que quería dar una vuelta de tuerca al concepto de móvil modular.
¿Cuál era la estrategia de LG? Pues crear un smartphone con todos los componentes esenciales y un puerto interno que utilice los módulos para mejorar nuestra experiencia. Ya sea con un altavoz externo o un módulo fotográfico.
LG tuvo un problema al vender su diseño modular. No solo lanzó pocos módulos y tenían un coste elevado, sino que además era necesario extraer la batería del móvil para utilizarlos. Un proyecto que no funcionó nada bien, teniendo en cuenta que con el LG G6 vuelven a los móviles tradicionales.
La propuesta de LG con los móviles modulares no fue lo suficientemente atrevida
Solo queda Moto by Lenovo
Entre tanto jaleo con los dispositivos modulares, Moyo by Lenovo ha sido el único fabricante que ha sabido lanzar al mercado un producto que no solo es real, sino que además se siente muy fácil de utilizar.
Los Moto Mods se conectan a través de un puerto magnético en la parte trasera, no es necesario apagar el dispositivo y se quitan y ponen de forma muy sencilla. Los Moto Z y Moto Z Play han tenido el impacto necesario para que Moto by Lenovo siga apostando por los teléfonos modulares un tiempo más.
Su siguiente paso ha sido permitir que cualquiera diseñe y fabrique sus propios módulos, y ya hemos conocido los primeros proyectos, y lo cierto es que pintan bastante bien. El precio de estos módulos quizás sigue sin ser barato, pero ya son precios que estaríamos dispuestos a pagar si son originales.
¿Cuáles son las alternativas de Moto para seguir viviendo el sueño modular? Además de seguir apoyando a las ideas creativas, no sería descabellado lanzar al mercado una variante del popular Moto G que soportase módulos.
¿Realmente tienen futuro los módulos? ¿Cómo podrían triunfar?