La fragmentación llega a la inteligencia artificial y los asistentes virtuales
Los asistentes virtuales llegan a los móviles Android para sumirles en una nueva fragmentación. Google Assistant, Bixby, Sense Companion... ¿Demasiados?
23 marzo, 2017 13:05Los asistentes virtuales llegan a los móviles Android para sumirles en una nueva fragmentación. Google Assistant, Bixby, Sense Companion… ¿Demasiados?
El teléfono lleva más de una década siendo inteligente. Al menos lo bastante como ser denominado «smartphone», anglicismo que utilizamos de manera habitual y que justo significa eso, teléfono inteligente. Pero no nos engañemos: la verdadera inteligencia la adquirieron tras recibir a los asistentes virtuales. Llegaron con la idea de cambiar para siempre nuestra manera de interactuar con el móvil, pero no lo han conseguido. Y no parece que vayan a hacerlo en un futuro próximo.
Retrocedamos hasta la infancia y cambiemos el enunciado de «Las marcas de leche» por nombres de asistentes virtuales. ¿Cuántos conoces? Siri, Google Assistant, Bixby, Sense Companion… Y los que llegarán, que no habrá fabricante de móviles con cierta importancia que se abstenga de desarrollar su propio software basado en inteligencia artificial. Google, tenemos un nuevo problema de fragmentación.
La fragmentación llega a los asistentes virtuales
Sundar Pichai ya comentó en el anterior evento del 4 de octubre, fecha en la que se presentó el Google Pixel, que la inteligencia artificial marcaría la diferencia en la evolución de los smartphones. Tiene lógica: como cada persona interactúa con su móvil de forma distinta, el dispositivo debe adaptarse a estos usos respondiendo de manera personalizada. Esto solo es posible con la inteligencia artificial combinada con redes neuronales y procesamiento en la nube.
Queremos un móvil que se adapte a nosotros. Esto solo es posible con un asistente personal
Android sufre de un exceso de configuraciones, resoluciones y versiones de sistema dando como resultado la tan conocida «fragmentación». Esto es, resulta muy complicado desarrollar de manera universal ya que cada modelo posee sus propias características. Si tenemos en cuenta que salen más de mil móviles distintos cada año con Android, resulta sencillo comprobar el alcance del problema.
Los asistentes virtuales suponen un valor añadido que no terminará de llegar a los móviles más básicos, al menos en lo referente al software de la marca. Tenemos a Google Assistant, que se está distribuyendo actualmente a todos los móviles Android con Marshmallow y Nougat (aún no está en español). Y luego está el asistente virtual específico de cada fabricante, que se quedará en la parte más alta del catálogo.
Los móviles más caros tendrán una asistencia exclusiva aumentando la fragmentación
Con móviles cada vez más diferentes entre sí por más que compartan idéntico sistema operativo, veremos que las novedades de dicho sistema tardarán todavía más en presentarse. Además de las características de hardware de cada modelo, y de su capa personalizada, cada versión de Android deberá adaptarse el asistente personal. Más zancadillas a Google que, después de dar un giro con su apuesta por Google Assistant, decidió hacerlo universal de Android.
¿Para qué un asistente personal propio si todos se dirigen a hacer lo mismo?
Bixby, Sense Companion, Cortana, Siri, Google Assistant… Cada uno tendrá sus particularidades, pero todos se dirigen en pos del mismo destino: servir como apoyo al usuario para que su relación con el smartphone sea lo más natural y sencilla posible. Algunos son más proactivos que otros, están disponibles en más idiomas o son capaces de interactuar más profundamente con el sistema, pero todos se reducen a lo mismo: servir de asistente.
La inteligencia artificial se ha convertido en un elemento distintivo, igual que lo son los medios de pago móvil o el estilo de una capa. Las marcas desean que su cliente se identifique con ellas en cada aspecto, por mínimo que este sea. Y están dispuestas a cambiar la manera en la que usamos el smartphone, lo queramos o no. Parece que es lo segundo, pero da igual: tendremos asistentes por encima de nuestras posibilidades. Con la fragmentación que conlleva.