En la época del streaming, dar un salto de calidad para algunos es necesario. Las plataformas empiezan a ofrecer música sin compresión ¿es necesario?

Atrás quedaron los tiempos en los que hacíamos nuestros recopilatorios en cintas de cassette o en cd. Hoy en día usamos listas de reproducción para hacer nuestras recopilaciones de la música que nos gusta.

El streaming llegó para quedarse y hoy en día no conocer plataformas como Spotify sólo está al alcance de ermitaños que viven en una cueva. Pero como todo en este universo tecnológico en el que estamos, siempre es necesario un pasito adelante para diferenciarse de los demás.

De dónde venimos…

La música, igual que otros sistemas, ha evolucionado enormemente en los últimos años. Empezamos por los vinilos, seguimos con las cintas de cassette, pasando después a los cd´s. Estando cerca ya del nuevo milenio apareció el formato mp3 que puso todo patas arriba, un formato gracias al que podíamos tener toda nuestra colección de música en nuestro bolsillo.

La importancia de los kbps

Quizá te suene esa denominación, pero ¿sabemos bien lo que significa? Bien, básicamente es la cantidad de información por segundo que se transmite.

Se suele decir que un archivo mp3 a 320kbps suena mejor que uno a 128kbps. Ya que uno contiene más información que otro a la hora de la reproducción, o en otras palabras, está menos comprimido.

Todo esto viene dado porque la música en mp3 es un formato en el que sonido está comprimido, gracias a esto un archivo mp3 ocupa muchísimo menos espacio que un archivo sin comprimir. Pero toda compresión conlleva una pérdida de información y ahí entra el «buen» oído de cada uno.

Se suele establecer 128kbps cómo el mínimo a la hora de crear un archivo mp3

La teoría dice que el ser humano no nota la diferencia entre el sonido de un archivo mp3 a 128kbps y el sonido de un CD. Para los que esta cifra no es suficiente, tenemos las denominadas «calidades de estudio» que comprende entre los 192kbps y los 320kbps, ofreciéndonos una mayor calidad de sonido.

… hacia dónde vamos

Debido a que el sonido siempre es una apreciación personal, la época de los mp3 ha supuesto para algunos una pesadilla ya que no ofrecía el nivel de calidad suficiente para sus oídos.

Para ellos apareció el formato Lossless o compresión sin pérdidas, también conocido como FLAC, es un formato en el que se conserva toda la calidad de sonido, ocupando muchísimo más espacio que un archivo mp3.

Calidad de audio Espacio utilizado aproximado por un CD
MP3@128Kbps 57MB
MP3@192Kbps 86MB
MP3@256Kbps 115MB
MP3@320Kbps 144MB
FLAC@1441Kbps 630MB

Streaming Lossless

Si hablamos de streaming lossless o de alta fidelidad el nombre que se nos debería venir a la cabeza es Tidal… bueno quizá no. En dicha plataforma se ofrece música de alta fidelidad, haciendo las delicias de los melómanos. A pesar de su poco éxito, debemos agradecerle que nos haya traído el debate sobre la música de alta fidelidad en las plataformas de streaming.

Ahora es Spotify la que tiene pensado ofrecernos este tipo de calidad. Recordemos que ahora nos ofrece la música en dos tipos de calidad, la «normal» que está en torno a los 160kbps y la Premium que está sobre los 320kbps. La nueva opción «Lossless» que está probando la plataforma tendría alrededor de unos 1440kbps, que sería alrededor de 10 veces más que la opción «normal».

La alta fidelidad es tendencia y Spotify está haciendo pruebas para añadir esta opción a su plataforma de música en streaming

Lo que está por venir

En la búsqueda insaciable de la mejor calidad de sonido, estamos entrando en la era de la música en alta resolución o Hi-Res. Este formato deja atrás el nivel de calidad LossLess, recordemos que está en 1440kbps, llegando a unos impresionantes 9216kbps.

¿Es necesaria la música Lossless?

El pensamiento que a uno se le viene a la cabeza suele ser que, la música Lossless es algo innecesaria o que es para aquellos que son un poco «pijos» con el sonido. Se puede pensar que no es para todos, pero quizá si es necesaria su existencia.

Debemos tener en cuenta que si queremos disfrutar de este nivel de calidad, además de pagar por la suscripción, necesitamos usar algo más que los auriculares que suelen acompañar a nuestro dispositivo. Necesitaremos unos auriculares que estén al nivel de calidad de sonido que deseamos.

Si queremos dar un paso más allá, deberíamos usar un Smartphone que use un DAC de buena calidad o un DAC externo.

Si ponemos un poco de perspectiva, nos daremos cuenta que no es tan diferente como en otros ámbitos. Por ejemplo en los smartphones, tenemos la gama básica, media, alta y premium. En los ordenadores tenemos la gama entusiasta o gamer. Si existen es porque tienen mercado, quizá no sea la opción para todo el mundo, pero a la larga si es algo que nos beneficia.

La gama alta es la punta de lanza de la tecnología que más pronto que tarde será asequible para todos

Quién esté dispuesto a pagar por productos de este tipo lo hará gustosamente y quien no, pues no lo hará. En la diversidad está la clave y lo importante es que tengamos opciones dónde elegir, siempre sin perjudicar a los distintos tipos de usuario.

Respondiendo a la pregunta con la que abrimos este artículo, pienso que si es necesaria la música sin compresión. Lógicamente no para todo el mundo, pero es algo que indirectamente nos beneficia a todos.