Los últimos movimientos de Google hacen que me piense mucho seguir usando Android como hasta el momento. Es miedo a que pasen algunas cosas.
Mi compañero Iván publicó hace poco un artículo en el que explicaba cómo el aparente cambio de dirección de Google estaba incitándole a cambiar a un iPhone. Me extrañó leer ese post porque Iván es un gran usuario de Android pero a la vez lo comprendía porque en las últimas semanas me he dado cuenta de que empiezo a pensar en el futuro de Android con miedo. Y no hablo del futuro de la plataforma como comentaba Iván, sino de mi futuro como usuario.
Google Play Store como candado
Google ha usado Android como caballo de Troya e introducir sus servicios en los bolsillos de todo el mundo. No es una elección ni extraña ni deplorable.
El centro de esa experiencia era, y es, Google Play Store, la tienda donde se concentran las aplicaciones más usadas del sistema. Sin esa tienda es posible usar Android pero no tendremos, ni por asomo, la misma experiencia y si nos gustan algunos de los servicios de Google no es una opción no instalarla.
En los últimos días ando probando un móvil de Xiaomi y como ya sabéis no viene con esta aplicación de serie. La he instalado con métodos alternativos pero me he dado de bruces con uno de los grandes cambios de los últimos días, el de que ahora los desarrolladores pueden excluir dispositivos no certificados de la búsqueda.
No usar Netflix en el móvil es un inconveniente, pero un precio a pagar que considero aceptable si quiero un móvil algo diferente.
El miedo a los baneos
El problema viene cuando hablamos de la cuenta de Google. Para probar la última actualización de Google Fotos he ido a la aplicación instalada y no me salía. He buscado un APK que no existía y he decidido desinstalar la aplicación y volverla a instalar.
Y ahí he dudado.
Por un momento me he planteado qué pasaría si Google decidiera que todas sus aplicaciones se iban a comportar como Netflix. No me imagino no usar Google Maps, Google Fotos o Google Play Services (con lo que eso conlleva).
Un baneo de Google no es una opción
Esa sensación de miedo a poder meter la pata me ha sorprendido. Luego he desinstalado la app y he podido instalarla sin problemas, pero el mero hecho de dudarlo me ha hecho pensar.
Si Google decidiera hacer algo así seguro que saldrían formas de saltarse la prohibición pero ¿te arriesgarías a un baneo en tu cuenta de Google? Otras como Netflix o algún juego puede darte igual pero la de gmail es posiblemente la cuenta más importante que tengas en tu vida digital.
El futuro será este, me guste o no
Está claro que el futuro de Android va en esa dirección y por mi parte voy a amplificar una decisión que tomé en su momento. Intentar no poner todos los huevos en la cesta de Google. Uso Dropbox en vez de Google Drive, Wunderlist en vez de Google Keep.
Es posible que me acabe rindiendo y dejando de usar móviles no certificados por Google, pero en ese caso sí que habría espacio para una tercera plataforma, muy minoritaria, donde recoger a los más inquietos, a los que trastean, a los geeks.