El nuevo móvil de Andy Rubin ha sido presentado hoy. A pesar de ser un móvil que se antoja bastante interesante, ha comenzado a recibir bastantes críticas. ¿Tiene sentido convertirse en decepción desde su lanzamiento sin motivo alguno?
El teléfono de Andy Rubin: de las expectativas a la decepción
Llevamos meses oyendo hablar de este móvil. ¿Quién es Andy Rubin para que nos deba interesar tanto el móvil que está desarrollando? Se trata ni más ni menos que el padre de Android. En 2005 fundó Android Inc, la compañía que poco después sería comprada por Google para desarrollar su propio sistema operativo móvil.
Cuando Google adquirió la compañía, Andy siguió liderando el equipo que hacía crecer a Android hasta 2013, que pasó a liderar el departamento de robótica de Google en búsqueda de algo mayor. En 2014 dejó Google para dedicarse a nuevos proyectos, y no hemos sabido nada de él hasta hace poco.
Que la persona que crease un día Android estuviese trabajando en un móvil de gama alta desde una nueva compañía es motivo de sobras para emocionarse. Y los teasers no han ayudado a que nos calmemos.
Sorprender cada vez más difícil, por eso es mala idea generar expectativas.
El problema es que hoy en día las expectativas son un arma que causa más mal que bien. Estamos tan acostumbrados a que en los últimos años haya habido un cambio revolucionario cada poco tiempo que nos esperamos que el mercado móvil siguiese sorprendiendo al mismo ritmo. Tenemos que hacernos a la idea de que la madurez de un mercado significa que hay menor margen para sorprender.
¿Cómo puede decepcionar algo que nadie ha probado?
Desde el momento que se ha publicado la noticia, he visto que son muchas las personas que ya han entrado a saco contra este móvil. Muchos han apuntado a la posición de la cámara frontal como defecto (algo entendible) pero muchos otros han comenzado ya con las quejas de siempre.
Que si no es revolucionario, que si sus especificaciones ofrecen «lo mismo de siempre». Parece que algunos usuarios lo que buscan en un móvil es que tenga alas y prepare el desayuno (aunque esto último será posible gracias al Internet of Things).
Quizás habría sido interesante que su sistema de módulos fuese compatible con el de Motorola.
Cuando la clave se encuentra en el software, los números dejan de importar
He oído todo tipo de críticas hoy, y es que me parece extraño que muchas personas no se acuerdan de cuando hablábamos hace unos meses sobre este móvil. Sí, ya sabíamos que iba a ser un móvil de gama alta convencional. La sorpresa y la innovación no iba a encontrarse dentro de todos estos numeritos de la ficha técnica.
Una vez más, olvidamos que lo que más importa de un móvil es el software, el cual es capaz de cargarse la experiencia de uso o convertirla en una delicia. Parece que este móvil tendrá Android puro, y lo cierto es que a falta de probarlo deberíamos esperar un rendimiento similar a los Pixel de Google.
Lo que importa no es lo que tengas, sino lo que puedes hacer con lo que tienes.
No obstante, lo más importante de este móvil es que está centrado en la Inteligencia Artificial, un campo que actualmente se encuentra en pañales, pero que durante los próximos años dará un salto tremendo, tanto en funcionalidad, como en uso.
Andy no solo ha presentado un móvil cuyo foco se encuentra en la Inteligencia Artificial, sino que además ha lanzado un asistente virtual parecido a Google Home y Amazon Echo. En Omicrono han hablado de este dispositivo, señalando un aspecto interesante, y es que este asistente está más centrado en ser «local» que en contar con el poder de la nube.
¿Quiere decir esto que la característica especial de este móvil es tener una IA que se encuentra en nuestro móvil en vez de los servidores de Amazon y Google? Sin duda, parece un comienzo prometedor para aquellos que busquen un asistente que sea menos dependiente de Internet. Seguramente si acabe utilizando Internet para realizar reservas en restaurantes o búsquedas en la web, pero centrándose en que nuestras preferencias no se encuentren en un centro de datos del que desconfiamos. No sabemos en que acabará, pero parece interesante.
La innovación a veces se mide en frascos pequeños
En muchas ocasiones se ha comentado que la innovación se está perdiendo en los móviles, y en parte es cierto. Cada nueva cosa que creamos es una cosa menos que se puede inventar, quedando menor margen, pero a su vez se convierte en una puerta para crear nuevos y geniales productos.
Si nos remontados al pasado Google IO, conocimos Google Lens, un producto que sin duda alguna me ha parecido bastante atractivo. Esta aplicación ha sido posible gracias a una aplicación llamada Google Goggles, que era muy chula, pero que realmente no supuso ninguna innovación en su día más allá de la curiosidad de resolver Sudokus con la cámara del móvil.
Traer un nuevo competidor en Inteligencia Artificial al mercado puede parecer poca cosa, pero la apuesta que ha hecho el equipo de Andy Rubin en este sistema puede ser justificación suficiente como para catalogar a este móvil de pionero en lugar de decepción. Pero claro, nos remitimos al comienzo del artículo, hasta que no lo podamos probar es pronto para juzgarlo.
Un pequeño detalle a veces puede abrir paso a la innovación.