Como siempre, en el debate de esta semana os proponemos ser los verdugos o los salvadores de ciertas cuestiones controvertidas. ¿Debe morir el micro-USB para dar paso al tipo C?

Cada vez es menos habitual ver dispositivos con micro-USB. Ha sido un estándar de USB tan extendido en nuestra vida tecnológica que incluso con el paso del nuevo tipo C el tipo B se niega a desaparecer. Aún quedan dispositivos con esta configuración, sin disfrutar de las ventajas que el tipo-C otorga. Por eso, la pregunta del debate de la semana está clara. ¿Es el adiós definitivo al micro-USB? ¿Ha ganado el tipo C esta eterna guerra?

Hombre, la verdad es que hay muchos más puntos a favor del tipo C que de su hermano pequeño. Y en muchos aspectos es algo lógico y normal. Los estándares de USB van actualizándose con el tiempo y las mejoras que incluye el tipo C frente a su rival son notorias. Veamos un poco más de cerca todos los factores a tener en cuenta, aunque ya dejo clara una cosa: la batalla está casi ganada.

Hasta lo más bajo de Android posee tipo C

Al principio, cuando el USB tipo C empezó a asomar la patita por los teléfonos del mundo, era razonable pensar que estaba reservado a las gamas más altas de Android. Era normal ver que un terminal (excepciones aparte) de gamas más bajas aún mantuviera el micro-USB. Esto ha cambiado bastante, dejando de ser el tipo C algo reservado a los cielos en la telefonía. Los dispositivos de bajo coste están empezando a implementar este USB poco a poco: se ve como punto negativo el mantenimiento del tipo B en algunos casos.

Tenemos el ejemplo claro: el LG Q6. Un dispositivo que teniendo el precio que tiene, posee detalles (a mi parecer) inadmisibles, como el lector de huellas o el mantener el micro-USB.  Precisamente estamos empezando a notar a este USB como algo viejo y que resulta incomprensible que se siga manteniendo en terminales de nueva hornada. Lo cual no es malo. Porque muchos podrían suponer que la única ventaja del tipo C es su reversibilidad. Pues no, no es así.

¿Tan bueno es el USB tipo C?

Las ventajas que trae consigo el USB tipo C van más allá del simple hecho del que podamos clavar el conector a la primera. Como podréis imaginar, también tiene una mayor velocidad de transferencia y por ende una velocidad de carga mayor; que se acrecienta con las tecnologías de carga rápida actuales. Por otra parte, el USB tipo C permite transmitir varios tipos de datos como música, vídeo o fotos. Esto significa que puede conectarse a clavijas HDMI e incluso cargar dos dispositivos a la vez. Varios portátiles de nueva hornada ya implementan la carga mediante transferencia USB tipo C.

No por nada el conector jack de 3.5 mm está desapareciendo. Marcas como HTC, Apple o recientemente Xiaomi en su Mi6 lo han eliminado y sustituido por el conector de USB tipo C. Muchos creen que la calidad de transferencia de audio es mejor por este conector, y ya empiezan a desdeñar su uso a medida que pasa el tiempo. Por otra parte, este estándar USB se está viendo también en otros dispositivos. Los Macbook son los más relevantes en este sentido, teniendo una serie de conexiones tipo C para multitud de plataformas.

Suyas son las conclusiones, señoría

También se debe decir una cosa, y es que dependiendo del dispositivo, el tener un micro-USB no es el fin del mundo. Los estándares nuevos de diversas tecnologías tardan algo en suplir a la anterior, haciendo que el proceso de actualización sea lento. Aunque lo ideal y casi necesario sea ya pasarnos al USB tipo C, no es tan terrible si tienes un teléfono o dispositivo con prestaciones suficientes.

Es cuestión de ti mismo discernir si el tipo C es algo primordial a la hora de una compra y también de los recursos que tengas disponibles. ¿Realmente estamos ante la muerte inminente del micro-USB tal y como lo conocemos? ¿Será el USB tipo C el rey del nuevo mundo de la tecnología? Tampoco tanto, pero eso lo decidís vosotros.