Peligros del verano para tu móvil y cómo protegerte de ellos

Llegó el verano, esa pesadilla para nuestros smartphones. Piénsalo bien: arena, sal, agua, largas jornadas bajo el sol… Veamos cómo protegerlo.

Antiguamente uno se iba a la playa y de lo único que se tenía que preocupar era de llevar una toalla y crema solar. Hoy en día llevamos con nosotros a nuestro smartphone, ese que siempre está a nuestro lado, el nexo de unión entre tu grupo de amigos.

No silbéis disimulando y admitamos una verdad que ocurre en nuestro día a día: no podemos desprendernos de nuestro teléfono ni en las «vacaciones». Eso conlleva ventajas y algunos inconvenientes que pueden dar con nuestro protagonista en el taller de reparaciones.

¿Por qué debemos cuidarlo en verano?

Debemos tener en cuenta que un entorno como una playa es un lugar «hostil» para cualquier dispositivo electrónico y para nuestro smartphone en concreto. Las piedras angulares de este «peligro» son:

Arena

Es irónico que una parte de la que están hechos nuestros dispositivos sea a la vez un peligro silencioso para ellos. Sin darnos cuenta esa arena se va depositando en cualquier hueco por minúsculo que sea de nuestro teléfono. Eso puede provocar problemas a largo plazo, sin tener en cuenta que por ejemplo la pantalla o la cámara pueden sufrir daños, arañarse, etc.

Lo recomendable en estos casos es limpiar con cuidado el dispositivo usando una brocha suave. Si nuestro Smartphone es de batería extraíble podemos quitar la tapa para hacer una limpieza más profunda. Sobre todo hay que limpiar los conectores, así evitaremos quebraderos de cabeza.

Agua

Sea directa o indirectamente en forma de humedad debemos recordar que lo que lleva dentro nuestro teléfono son componentes electrónicos. La electricidad y los líquidos no suelen llevarse bien, por lo que hay que preocuparse de que no se pongan en contacto.

Una exposición excesiva a la humedad puede provocar problemas en los componentes de nuestro dispositivo. Quizá no los notemos de forma instantánea, pero es algo que a la larga causa un efecto no deseado.

Si la humedad afecta a nuestro smartphone no digamos si directamente se nos cae en el agua. Haced un ejercicio estos días y observad cuantas personas se hacen un selfie en la orilla del mar. Un descuido o agente externo -niño jugando con la pelota de playa- y tu dispositivo acaba junto a Sebastián cantando bajo el mar.

Importante: En caso de que nuestro teléfono acabe dándose un chapuzón, NUNCA INTENTAR ENCENDERLO A VER SI FUNCIONA

Ante esta situación lo que debemos hacer es secar nuestro dispositivo con cuidado, para luego meterlo en un cuenco lleno de arroz. Habéis leído bien, el arroz absorbe muy bien la humedad. Dejándolo allí durante 2 días quizá podamos recuperar nuestro querido teléfono.

Sol

La exposición a una fuente de calor, como es el sol, no sólo nos afecta a nosotros. Nuestros dispositivos y las altas temperaturas no son una buena combinación; por lo que, en la medida que podamos, deberemos protegerlo y evitar que le dé el sol directamente. También hay que evitar que sufra de excesivo calor (dejarlo dentro de una bolsa de playa que sí está al sol, por ejemplo).

El sol no solo evitará que leamos nuestra pantalla, también hará que el dispositivo aumente su temperatura. Debido a ello pueden producirse bloqueos, bajada de rendimiento e incluso obtener un bonito aviso de que debemos dejar de usarlo.

La recomendación es guardarlo cuando no lo estemos usando, pero con cabeza. Guardarlo en la guantera de nuestro coche negro, a las 12 del mediodía no es buena idea, excepto si queremos smartphone al horno. Tampoco es buena idea guardarlo en mochilas que sean de colores oscuros, ya que absorben más el calor y podemos encontrarnos una sorpresa.

Guardarlo en mochilas/fundas de colores claros bajo la sombra de la sombrilla

Ojo con los teléfonos «acuáticos»

Sony puso sobre el tapete la resistencia al agua en sus gama alta, otros lo han seguido después, pero no es un sistema infalible ya que son resistentes bajo unas condiciones específicas. Además de que la protección hidrofóbica va deteriorándose con el tiempo.

Este tipo de protección siempre es bienvenida, pero no podemos dejar toda la responsabilidad sobre ella ya que nos encontraremos con algún que otro disgusto. Además, la protección contra el agua de los móviles jamás está orientada al agua del mar. Si sumergimos el smartphone en agua salada puede corroer las protecciones, hacer mucho más daño en el interior de llegar a colarse y, sobre todo, dejará residuos salinos al evaporarse.

¿Cómo proteger el móvil en verano?

Lo más recomendable es salir de casa sin el móvil: evitaremos disgustos y desconectaremos. Si queremos llevarlo a la playa con nosotros sin tener que preocuparnos demasiado debemos protegerlo de los elementos que le esperan. La opción asequible y para toda la familia es el uso de una bolsa hermética, sí, las que usamos en la cocina. Así mantendremos nuestro teléfono aislado de todo aquello que pueda perjudicarle.

En caso de querer algo que tenga más estilo os recomendamos el uso de una funda impermeable, así podemos estar tranquilos de que no le pasará nada; siempre dentro de unos límites claro está.

También es bueno tenerlo protegido ante posibles caídas. Para ello no hay nada mejor que una buena carcasa protectora. No hacen milagros, pero siempre es mejor tener algo que lo proteja a no tener nada de nada.

No sólo de los elementos has de proteger…

Debemos recordar que un dispositivo como un smartphone es un objeto de deseo, nunca mejor dicho, por lo que deberemos tener mil ojos puestos para evitar sustos desagradables. Esta época estival es la propicia para los «amigos» de lo ajeno.

Aconsejamos guardar el dispositivo en un lugar seguro siempre que no estemos usándolo. También es aconsejable no dejarlo en la mesa de alguna terraza o bar ya que es un lugar donde suelen aprovecharse de la situación.

Os recordamos que si dejáis el teléfono en la mesa de un bar y os lo quitan eso se considera hurto; y por lo tanto no está cubierto por cualquier seguro que tengamos contratado. El dispositivo debe ser sustraído de nuestras manos para considerarse robo, que sí está cubierto.

Teniendo esos pequeños detalles en cuenta deberemos estar tranquilos