Le rendimos homenaje al Samsung Galaxy S3 en nuestra sección de móviles emblemáticos de Android. Un teléfono que marcó a una generación.
Una de las sagas más ancestrales e importantes de todo el panorama Androides la Galaxy S de Samsung. Una serie de teléfonos de gama alta con lo último en el hardware de la época ocupando la hegemonía en ventas casi desde tiempos inmemoriales. Desde su andadura con el primer Samsung Galaxy S en 2010, no han hecho más que evolucionar y convertirse en unos referentes para Android. Yendo ya por la octava generación, le rendimos homenaje a uno de los más icónicos y recordados: el Samsung Galaxy S3.
Un móvil que se ganó tanto detractores como amantes y que ostenta el nada desdeñable récord de ser el segundo teléfono más vendido de la historia con Android, junto a muchos hermanos suyos. Con retrospectiva y algo de nostalgia, nos acercaremos a uno de los móviles más icónicos de una época en la que Android era algo más que un prototipo en alza.
Veamos sus especificaciones
- Pantalla de 4’8 pulgadas Super AMOLED cubierta con Gorilla Glass 2, a una resolución HD de 1280 x 720, con una densidad de píxeles por pulgada de 306.
- Procesador Exynos 4412 Quad-Core Cortex A-9 a 1’4GHz.
- GPU Mali 400 MP4.
- Memoria RAM de 1GB y memoria interna de 16GB, ampliables con tarjetas micro-SD hasta 64GB.
- Cámara trasera de 8MP con flash LED capaz de grabar a 1080p Full HD.
- Cámara delantera de 1’9MP capaz de grabar a 720p.
- Batería de 2100 mAh.
- Wi-Fi, Bluetooth 4.0, USB OTG, GLONASS, GPS, sensor de proximidad, barómetro, acelerómetro, magnetómetro…
- Versión de Android: 4.1 Jelly Bean actualizable a Jelly Bean 4.3, muriendo sin recibir Android 4.4 Kitkat.
- Colores: Azul y blanco.
Adiós a las líneas cuadradas: vivan las curvas
Si algo marcó al Samsung Galaxy S3 fueron sus curvas. Su antecesor, el Samsung Galaxy S2, pecaba de ser un dispositivo muy cuadrado, y quizás algo «sobrio». Samsung se la jugó y pasó a darle a su renovación un aspecto mucho más curvilíneo, cambiando incluso el diseño del mítico botón de inicio físico. El tamaño de pantalla subía, rozando las 5 pulgadas; lo cual era una locura en esos tiempos. Muchos se quejaron de este cambio de diseño, pero otros lo amaron. Además, el aspecto del cristal frontal, el cuál parecía estar pulido, le daba un aspecto mucho más suave a este gama alta de aquella época.
Además, lo que más destacaba era su espectacular pantalla. Recuerdo los primeros segundos que tuve este móvil en mis manos nada más que salió: la pantalla era brutal. La densidad de píxeles por pulgada alcanzaba los 306, por lo que la calidad pegaba un subidón respecto a otros modelos Android del mercado. Los colores, aunque algo verdosos (por lo menos en las primeras AMOLED), contrastaban con la gran saturación y sus negros tan conseguidos. La pantalla de este Galaxy S3 enamoraba, y fue uno de sus principales reclamos de venta.
Tuvo una gran acogida entre los amantes de Android por aquel entonces. Incluso para el momento en el que salió, era un dispositivo adelantado a su época con un hardware de primer nivel (contextualizando). Sus 16 gigas ampliables con tarjetas micro-SD resultaban una tranquilidad debido a la escasa memoria de la que gozaban los antiguos Android. Y su procesador podía con soltura con las aplicaciones básicas del día a día. Incluso podía grabar a 1080p gracias a su cámara de 8MP.
El Samsung Galaxy S3 fue un teléfono adelantado incluso para su época
Aunque no todo eran ventajas. Su batería de 2100 mAh quedaba algo escasa, por lo que había que mantener el cargador cerca por si acaso (cosa que se solucionó en el Galaxy S4). Otra cosa de la que se quejaban frecuentemente los usuarios de los Samsung Galaxy S3 era que sus materiales de construcción dejaban bastante que desear teniendo en cuenta lo que costaba en ese momento el móvil. Muchos acabaron con raspaduras por los bordes de plástico y las tapas traseras quedaron hechas una pena debido al gran uso y desgaste del dispositivo.
Este teléfono ha sido mi chaleco salvavidas en todo el tiempo que no he tenido un móvil principal. Ha sido mi Android secundario por excelencia y me ha dado muchos momentos divertidos. Ahora, el pobre está guardado en un cajón con LineageOS instalado y con el cuerpo general del dispositivo hecho una auténtica pena. Menos mal que en las generaciones posteriores Samsung cambiaría sus acabados «plasticosos» por combinaciones de cristal y metal.
Hello, Samsung Galaxy S8
Cinco generaciones dan para mucho, y ahora estamos disfrutando de la fórmula bien pulida: el Samsung Galaxy S8. A veces me hace gracia pensar en qué cara hubieran puesto los responsables del Galaxy S3 si hubieran sabido qué conseguiría Samsung con el S8. Por supuesto, debido a su antigüedad, el Samsung Galaxy S3 es un teléfono difícilmente usable, por lo que no es recomendable para el día a día.
Gracias a la comunidad de usuarios el Samsung Galaxy S3 disfruta de la última versión de Android disponible, aunque no quedará demasiado para que se cierre su desarrollo de forma permanente. Una versión más reciente, el Galaxy S3 Neo, intentó reavivar las cenizas de este portento, pero no consiguió el nivel de ventas que su predecesor; quedándose demasiado corto para su tiempo.
El año 2012 fue un tiempo en el que la innovación estaba en alza, y el Galaxy S3 tuvo la ardua tarea de estar a la altura de las circunstancias. Ahora puede descansar en paz con el logro de platino de haber sido uno de los Androids más importantes e icónicos en la historia de nuestro sistema operativo favorito. Pocas veces veremos logros tan grandes, equiparables al Nexus 5 o al Samsung Galaxy S7 Edge.