Soy una persona despistada. Mucho. La gente que no me conoce bien podría pensar que uso muchas aplicaciones de gestión y de control del tiempo porque me gusta el mundo de la tecnología o porque me gusta la informática. No es así.
Cuando alguien es como yo de despistado suele poner la comida siempre en el mismo sitio en el frigorífico. Y guardar las cosas en el mismo cajón ¿El motivo? Si no está ahí pensamos que, directamente, no está. Se ha perdido. Alguien lo ha cogido.
Eso es lo que me ha pasado recientemente con mi coche. Por motivo laborales no tengo que cogerlo así que hay veces en las que el coche se queda aparcado durante días, incluso semanas. Para eso es bueno usar la opción de guardar aparcamiento de Google pero claro, no siempre se acuerda uno.
El coche no está = Me han robado el coche
Ayer tuve que ir lejos de mi casa así que decidí coger el coche. Pensé dónde lo había dejado y me acerqué al lugar. Cuando llegué no lo encontré. Era una zona grande por lo que pensé que quizás no estaba en el sitio que recordaba.
Tras unos minutos me di cuenta de que mi coche no estaba allí. El primer pensamiento fue pensar que me lo había robado. No era algo imposible y viendo cómo se está poniendo el barrio, ni siquiera improbable.
Aún así, y teniendo en cuenta mi absoluta falta de memoria (sólo comparable a mi falta de orientación), intenté pensar si lo había aparcado en otro lado. Recordaba otro lugar, pero es un sitio en el que lo había aparcado hacía un mes, y sabía que lo había cogido luego, por lo que no podía ser ese el sitio.
Google Maps y la cronología perpetua
Tras varias horas pensando caí en la cuenta de que si sabía el día en que lo había cogido, y lo sabía, podría ver en un mapa dónde había estado en cada momento: esa es la magia de la Cronología de Google. Esta función es la que nos permite ver en un mapa en qué lugares hemos estado siempre que lleváramos el móvil con nosotros.
Google sabe en todo momento dónde está tu móvil
Así pues abrí Google Maps, me fui a esta opción y seleccioné el día en que cogí el coche por última vez. En la pantalla del móvil salía una zona en la que era posible que estuviera, la que yo recordaba como improbable, así que usé otra aplicación para confirmarlo.
Google Fotos y la papelera de los 60 días
Hago unas 30 fotos a la semana. No porque me guste especialmente (que también) sino porque al analizar un móvil he de hacer fotos en todas las circunstancias. Recuerdo que ese día estaba probando uno en concreto y aunque esas fotos tras usarlas en un análisis las borro, también recuerdo que Google Fotos no elimina las fotos de la papelera hasta pasadas varias semanas.
Así pues me fui a la papelera de esta app y elegí el día que necesitaba. Vi que las fotos tomadas con el móvil que estaba usando ese día coincidían, como era lógico, con el lugar que mostraba la Cronología de Google Maps.
No tengo memoria, pero tengo a Google
Al volver a casa de donde estaba me pasé por donde Google decía que estaba el coche y en efecto, allí se encontraba. La razón por la que no creía que estuviera allí es porque había cogido el coche de ese lugar, había ido a otra población a decenas de kilómetros y había estado allí horas y al volver, buscando sitio para aparcar en una zona céntrica de Sevilla, resulta que encontré el mismo que yo había dejado ¿Qué posibilidades había de eso?
Está claro que mi memoria no es todo lo buena que me gustaría, pero al menos tengo un teléfono que me ayuda.