La compra que ha hecho Google de parte de HTC tiene un significado claro: la compañía de Mountain View quiere apostar por sus propios dispositivos.

Todos conocemos la noticia del día: Google se ha hecho con una parte de la división móvil de HTC. El movimiento lleva entre los rumores desde hace varias semanas, con un aumento justo ayer. Ya es algo oficial, y os contamos todo lo que debéis saber en el siguiente artículo.

Por supuesto, Google tiene varias intenciones con esta compra. Fernando ya ha hablado de la posibilidad de que Google esté siguiendo los pasos de Apple. ¿Pero qué implica este movimiento para las intenciones de Google de ser también el fabricante? ¿Cómo deja su posición como compañía que da servicios? ¿Y qué supone para el resto de fabricantes?

¿Qué se ha llevado Google con la compra?

Antes de nada, merece la pena repasar lo que Google se ha llevado con la compra. Recordemos que no han comprado todo HTC, sino que sólo se han hecho con una parte de la división de smartphones. El resumen es el siguiente:

  • Aproximadamente 2.000 ingenieros de HTC que pasan a trabajar para Google
  • Los recursos de HTC de fabricación de dispositivos
  • Las patentes y licencias propiedad de HTC, de forma NO exclusiva

Todo esto por 1.100 millones de dólares estadounidenses. El New York Times estima que la compra se cierre a principios de 2018, cuando las autoridades reguladoras aprueben la compra.

Los dispositivos propios, la nueva apuesta de Google

Esto significa que Google tiene capacidades renovadas para seguir produciendo sus propios dispositivos. Además de la gama de dispositivos Pixel, la compañía tiene dispositivos como los Chromecast o los Google Home. Y ahora tienen 2.000 ingenieros más, sus recursos y un puñado de patentes a su disposición para seguir produciendo.

La propia Google no ha escondido sus intenciones al anunciar la compra. El vicepresidente de hardware de Google, Rick Osterloh, titula la nota de prensa con un claro «continuamos nuestra gran apuesta por el hardware». Cosas como los Pixel que sacaron el año pasado sólo son el comienzo, Google quiere ir mucho más allá.

Y HTC parece el compañero de viaje ideal para este trayecto. Llevan colaborando con Google desde que salieron los primeros Android, y sus apuros económicos actuales son perfectos para los planes de la compañía. HTC se lleva una inyección de dinero que necesitan como el respirar, y Google multiplica sus capacidades de hacer dispositivos propios.

Además, la parte de HTC que han comprado es la parte que ya trabajaba en el desarrollo de los Pixel. Estos ingenieros ya están habituados a trabajar bajo la directiva de Google. Lo único que cambia es quién les pagará el sueldo a partir de ahora.

¿Hay hueco para seguir vendiendo servicios?

Muchos podrían pensar que esto va en contra de la filosofía de Google de imponer sus servicios sobre el resto de fabricantes. Así lo han estado haciendo hasta ahora con Android, con la excepción de los difuntos Nexus. Con los Chromebooks igual, tenemos de Google pero otros fabricantes también los sacan sin ningún problema.

Lo cierto es que ambas estrategias no tienen por qué ser contrarias. La parte de software puede seguir imponiendo su ecosistema, mientras que la parte de hardware haga dispositivos ideales para funcionar bajo ellos. Microsoft lleva haciéndolo un tiempo con las Surface o con la antigua Nokia, y parecen haber alcanzado un equilibrio.

Sin embargo, entonces el problema empiezan a ser los fabricantes. Al resto de marcas no les gustará que Google combata de frente sus dispositivos con Android. Lo más seguro es que estén atentos a los movimientos que Google haga a partir de ahora.

Patentes, la puntilla final para Google

Por último, Google ha repetido lo que hizo con Motorola cuando la compró y vendió. No se han quedado con las patentes de HTC, pero sí han conseguido acceso a todo el portfolio de licencias y patentes que tiene. Esto significa que son libres de utilizarlas a su criterio, según las necesiten.

Es cierto que esto no es un golpe tan grande como con Motorola. HTC sigue teniendo libertad para licenciar a quien quiera, y a recibir los beneficios de ello. Pero Google sigue engordando su cartera de patentes gracias a esta adquisición. Tienen más de 500 patentes registradas en la oficina de patentes estadounidense, y ahora Google puede beneficiarse de ellas.