En el mundo de la telefonía móvil es común que comencemos a conocer detalles de un móvil antes de que este sea presentado. Las filtraciones están a la orden del día y es común que conforme se acerque la fecha de presentación de un nuevo móvil acabemos conociendo todos sus detalles.
Se trata de un hecho que ocurre con cualquier móvil que tenga relativa importancia del mercado. Las filtraciones tienen un sentido de existencia, debido a que si queremos comprar un nuevo móvil nos interesa tener toda la información disponible.
Aún no ha llegado el Google Pixel 2 y ya conocemos detalles del Pixel 3
A veces, ese ansia de información se nos va de las manos, y acabamos tomando atención acerca de filtraciones que no tienen demasiado sentido, como podría ser la que conocemos hoy.
En las últimas horas se ha hablado de la llegada de tres nuevos dispositivos de Google que llegarían en 2018. Sus nombres en clave serían crosshatch, albacore y blueline. Ante estos tres nombres, han sido varios los medios que han optado por especular cual será el futuro de los dispositivos de Google.
¿Serán tres móviles? ¿Dos móviles y un PixelBook de segunda generación? ¿Un móvil, un PixelBook y un reloj? Lo cierto es que con tres nombres así resulta imposible acertar. Y de hecho, es absurdo.
¿Por qué sucede esto?
En el caso de los móviles de Google, el motivo de estas filtraciones se encuentra de cara al público. No es una filtración a la que una fuente interna haya accedido, sino que se encuentra disponible de forma pública en Internet.
La razón de ello reside en el código fuente de Android. Ya hemos comentado en multitud de ocasiones que Android es un sistema operativo libre, al que cualquiera puede acceder.
En las últimas horas han aparecido en ese código referencias a tres nuevos dispositivos. No hay más información. Por mucho que sepas de informática no podrás averiguar si son tres móviles o un helicóptero. Solo tienes el nombre de tres peces.
El código de Android nos permite conocer novedades, pero no siempre es útil.
Nombres en clave: Cuando la filtración tiende al absurdo
Si, hemos dicho que lo único que se ha «filtrado» al público son nombres de peces. Oye, espera, ¿no estábamos hablando de móviles? ¿Qué tienen que ver los animales marinos aquí? Mucho más de lo que parece.
Los dispositivos móviles suelen tener dos nombres. El primero es el comercial, como puede ser LG G6, Samsung Galaxy S8 o Google Pixel 2, y son los nombres con los que los usuarios reconocemos a los móviles.
Por otro lado tenemos el codename, o nombre en clave. Este es el nombre que tiene un producto de forma interna en la compañía, el cual suele tener un nombre que no tendrá ningún tipo de relación con el producto final. El objetivo de ello es evitar que personas ajenas a la compañía sepan de que va el asunto.
Google utiliza nombres de animales marinos para sus móviles.
Depende de la compañía, pues varía el nombre en clave, y aquí es donde los peces cobran sentido, pues todos los dispositivos de Google suelen utilizar como nombre en clave animales marinos. Como curiosidad, los nombres en clave de móviles de BQ suelen estar relacionados con personajes de la serie de animación Bola de Dragón.
¿Entonces para qué sirve conocer el nombre en clave?
No nos vamos a extender mucho en este tema. Lo cierto es que este tipo de filtraciones no nos sirve para absolutamente nada en nuestro día a día. Saber el nombre en clave a estas alturas no nos ayudará a conocer que tipo de pantalla tendrá, si el diseño será más o menos interesante o si este terminal tendrá un procesador Snapdragon 845.
Para lo máximo que sirve es para confirmar que la empresa de turno está trabajando en un nuevo terminal. ¿Dónde está exactamente la sorpresa en ello? Claro que habrá Pixel 3, y Galaxy S9. La sorpresa sería que estos móviles no fuesen a llegar.
¿Realmente te sorprende que Google o Samsung vayan a sacar móviles el año que viene?
Al final este tipo de filtraciones sirven para que no dejemos de hablar de esos productos y marcas que captan tanto la atención (vaya, ya hemos caído los blogs otra vez en la espiral).
Entendiendo el ciclo de vida de un producto
Así que bueno, ya que hemos caído ya en el hecho de que Google está trabajando en nuevos dispositivos, vamos a intentar aclarar lo que de verdad preocupan a muchas personas. ¿De verdad está Google trabajando en un nuevo dispositivo tras haber lanzado el anterior? Respuesta corta, SÍ.
Comentamos esto porque hay gente que parece que le indigna este hecho. Cuando hablo con conocidos suelen asociar el tema con la obsolescencia programada; de forma errónea; y a despotricar sobre el consumismo. Es un punto de vista un tanto polémico, cercano a la realidad pero sin ningún tipo de contexto.
Desarrollar un móvil no es algo tan sencillo como meter un fajo de billetes en una caja negra y esperar que salga el resultado. Es un largo proceso en el que según el tamaño de la empresa pueden estar implicados decenas o incluso cientos de ingenieros.
¿Es fácil crear un móvil?
Tener varios ingenieros en el desarrollo de un producto necesita un orden, ya que no vas a meter a todos en la misma sala y cruzar los dedos a ver que sale. Cada uno de ellos está especializado en una sección muy concreta del dispositivo. Cada equipo se encarga de una de las piezas del puzzle que acabará dando como resultado un producto.
No todas las piezas se crean a la vez, sino que muchas dependen de otras. Por ejemplo, el sistema operativo se puede comenzar a desarrollar (como hemos visto en la «filtración») antes de que exista el hardware que acabarán integrando dentro de unos meses. Y si bien hay equipos que su trabajo nunca termina (solucionar bugs, por ejemplo) otros no.
Cada ingeniero se encarga de su labor, y una vez acabada, toca incorporarse al siguiente proyecto.
Un ejemplo claro está en el equipo de diseño. Una vez presentado y puesto a la venta el dispositivo ya no tienen nada que hacer, y desde luego no se van a quedar de brazos cruzados sin trabajar.
El momento en el que el nuevo móvil es lanzado es cuando comienza su nuevo trabajo, el cual consiste en recibir la respuesta de los usuarios y comenzar a pensar en el nuevo diseño.