Sin lugar a dudas, la era en la que los PC eran lo más estuvo gobernada por Intel, compañía que a día de hoy sigue siendo referente en el mundo de los procesadores.
Tras la llegada de los smartphones, el mercado se ha diversificado. Los procesadores de ARM han permitido que compañías más pequeñas dispongan de la capacidad de crear sus propios procesadores, algo que ha permitido la entrada de grandes actores en el sector.
Tras la llegada del iPhone, y posteriormente sus rivales con Android, Intel ha intentado entrar en el que a día de hoy es uno de los mercados más lucrativos del mundo sin demasiado éxito. No obstante, la vuelta de Intel al mercado de los procesadores móviles es real e inesperada.
El procesador de imágenes del Pixel 2 fue desarrollado por Intel
Hace unos días comenzaron a llegar noticias sobre el Google Pixel 2. En los primeros análisis descubrieron la existencia de un chip que de momento permanece inactivo. Se trata de un chip de procesamiento de imágenes con inteligencia artificial, y es el primer procesador que crea Google.
A pesar de integrar el Snapdragon 835; procesador que comparte con muchos de sus rivales; los chicos de Google integraron en los Pixel 2 y 2XL un segundo procesador llamado Pixel Visual Core. Este procesador no mejora el rendimiento del sistema o hace que los juegos funcionen más rápido. Es un procesador dedicado al tratamiento de imágenes.
Pues bien, parece que no fue desarrollado de forma exclusiva por la gran G, sino que fue fruto de una colaboración con Intel. Así lo afirman en la CNBC. En un correo, un portavoz de Google confirmó al medio que habían estado trabajando junto a Intel en el Pixel Visual Core, matizando que no existía un solo chip en el mercado que hiciera lo que Google buscaba.
No existía un procesador en el mercado que hiciera lo que Google buscaba.
Procesadores dedicados, una oportunidad para Intel
A pesar de que no existe ningún comunicado oficial acerca de esto, la posibilidad de crear procesadores dedicados que mejoren la experiencia fotográfica es un camino que Intel podría aprovechar para volver al mercado de dispositivos móviles. No como rival de Qualcomm, Samsung o Apple, sino como proveedor de un nuevo componente que podría ser imprescindible para la gama alta en los próximos años.
La inteligencia artificial y la fotografía se han convertido en dos de los elementos a los que más estamos prestando atención, y eso se debe a que los procesadores móviles a nivel general nos ofrecen una gran experiencia. Huawei es uno de los fabricantes que más avances está haciendo con su Kirin 970, chip que alimenta al Huawei Mate 10.
¿Cómo ha llegado Intel hasta este punto?
Durante los 90, Intel consiguió convertirse en uno de los mayores fabricantes de procesadores del mundo. Coincidiendo con el auge de los ordenadores domésticos, la compañía californiana mostró un claro dominio frente a sus rivales, siendo AMD otro de los grandes actores.
Allá por 2007, Intel sorprendió al mundo con sus Core 2 Duo, arquitectura que evolucionó hasta los core i3, i5 e i7 que todos conocemos. En aquellos años, los móviles no eran el camino a seguir para los grandes del mundo tecnológico, ya que el PC seguía siendo el referente mundial.
Los Netbook fueron el peor producto de la era PC.
La moda en aquella época comenzaba a ser los Netbook. Ordenadores portátiles de tamaño ultra reducido y escasa potencia. Posiblemente uno de los peores productos que nos dejó la era PC, y que nos alegramos que no vuelvan a ser tendencia.
Intel Atom: De los Netbook a los dispositivos móviles
Pocas personas tienen buenos recuerdos de los Intel Atom, y eso se debe a que fueron diseñados específicamente para alimentar a esos Netbook que tanto odiamos en el pasado.
No obstante, el mercado dio la razón a estos pequeños, y es que el futuro de los procesadores no estaba en seguir aumentando en potencia, sino ofrecernos cada vez un menor consumo. Llegó la era del smartphone, naciendo un mercado de grandes beneficios.
Intel no se quedó parada, ya que en lo que respecta a procesadores, seguía reinando con puño de hierro. Los Intel Atom aún tenían una oportunidad de reinar en un mercado donde la eficiencia energética era el máximo punto de interés.
Asus e Intel: La alianza móvil que no duró mucho
Y desde luego, si vemos la trayectoria de los dispositivos que llegaron al mercado podemos ver que estos nuevos Intel Atom no eran tan malos como los procesadores que daban vida a los Netbook, aunque la verdad es que no se acabaron extendiendo mucho.
El mejor aliado que tuvo Intel en Android fue Asus, compañía que lanzó al mercado varios móviles con procesadores Atom. Como modelo más destacado, el Asus Zenfone 2, móvil que fue de los primeros en alcanzar los 4GB de RAM.
De hecho, si analizamos o buscamos móviles con Intel Atom, no hay mucho más allá de terminales de Asus o modelos de marcas chinas, como algún Lenovo. La participación de Intel en el mercado fue muy discreta.
Android y Windows 10, la última baza de los Intel Atom
La última generación de procesadores móviles Atom estuvo marcada por los Intel x3, x5 y x7, generación que destacó por su buen rendimiento gráfico. Pero lejos de estar integrados en teléfonos móviles, donde realmente brillaron estos procesadores fue en el mundo de las tablets, gracias a una característica de interés para muchos. Eran compatibles con Windows.
Empezando por el Intel Atom x7, el cual llegó a estar en la Surface 3 de Microsoft, los Intel Atom han estado en un gran número de tablets, aunque la mayoría de procedencia china. Estas tablets destacaban por incluir Android (generalmente 5.1 Lollipop) y Windows 8 o Windows 10, pudiendo convertir la tablet en un ordenador al completo, que sin ser tan potente como una torre, si que resultan medianamente capaces.
A día de hoy, si nos paseamos por alguna web china encontraremos cientos de marcas, algunas incluso bastante conocidas, como puede ser Xiaomi con su Mi Pad 2.
Cual podría ser el futuro de Intel en la tecnología móvil
El año pasado conocimos la noticia, y es que Intel se retiraba del mercado de los dispositivos móviles, enterrando de forma definitiva sus intentos por penetrar en un mercado al que no pudo adaptarse gracias al dominio de ARM con el apoyo de empresas como Qualcomm, Samsung, Nvidia o Apple.
No obstante, eso no significa que el futuro de Intel no vaya a guardar ningún tipo de relación con los dispositivos móviles. Ya hemos visto que el Pixel Visual Core es un perfecto ejemplo de que la compañía aún tiene hueco en un mercado en el que la potencia ha pasado a un segundo plano, y lo que más importa es saber diferenciarse. Y para ello, los chips dedicados a funciones concretas acabarán teniendo cada vez más protagonismo.
Otro mercado relacionado con la telefonía móvil es el Internet de las cosas, mercado con gran potencial para el futuro, y que depende de procesadores con un consumo aún más contenido y redes que implementen tecnologías como el 5G. Son dos sectores en los que Intel cada día está más implicado, y en el que esperamos que triunfen.