Cuánta más batería, mejor. Eso es lo que piensan muchos usuarios de Android. Bajo mi experiencia, los móviles con mucha batería no es que sean especialmente cómodos.
En mi vida, he probado varios dispositivos que se caracterizaban por una batería descomunal. De hecho, ahora mismo estoy con uno que posee un amperaje monstruoso de 5 000 mAh. Y una cosa que he notado ha sido simplemente que es un dispositivo muy incómodo.
Con esto quiero relataros mi experiencia. ¿Por qué? Porque la premisa de querer más batería en nuestro teléfono choca con la realidad final de tener un armatoste en las manos incómodo y pesado. Porque no siempre más es mejor, y os lo voy a demostrar.
Un peso demasiado alto
Cuanto mayor es la batería, más espacio ocupa y más pesado se vuelve el smartphone. Esto ha encendido una guerra entre el diseño y la autonomía que podemos ver en los dos extremos. Por una parte, tenemos smartphones muy delgados y poco amperaje como los Moto Z y otros como los Redmi de gama baja con mucho amperaje pero con bastante grosor.
Pero ese no es el tema. El asunto radica en la comodidad del smartphone en el último caso. El peso del smartphone que estoy probando roza los 200 gramos. Y de hecho, no me gustan demasiado los móviles ligeros, por lo que cuando lo recibí me alegré con las especificaciones sobre el papel. Craso error.
Los 200 gramos me gustaban sobre el papel. En la práctica NO.
El teléfono es muy pesado. Y de hecho, es más ancho de lo normal, por lo que parece más grande de lo que realmente es. Esto provoca que más que tener un smartphone ancho, parezca que tengo una especie de phablet. Y ahí la zona de confort se pierde completamente.
Tenerlo encima es todo un agobio. Cuando llevas usándolo un rato, las manos directamente me duelen de estar soportando el peso. Tengo que reposarlo cada cierto tiempo, y sumándole el cuerpo de metal, la sensación de pesadez es todavía mayor. Y en el bolsillo podríamos decir que más de lo mismo.
Para mí, el equilibrio perfecto es un teléfono que se note que lo lleves pero que pase desapercibido. Este no lo hace así. Ni todos los que he probado anteriormente con tal amperaje. Es como si tanto en el bolsillo como en la mano el móvil te gritara que está ahí, y que lo llevas encima. Y es un pensamiento que no me gusta.
Ahora bien. ¿Cómo se ve desde la perspectiva de la clara ventaja que supone tener tanta autonomía?
Batería para dar y regalar
En mis pruebas con el smartphone, he hecho directamente la mejor autonomía de toda mi vida. He superado con facilidad la barrera de las 8 horas de pantalla, y de hecho, si no fuera porque no lo he usado constantemente, podría haber llegado fácilmente a las 10 horas de pantalla. Es una auténtica locura.
El teléfono ha aguantado el trote de prácticamente 2 días sin despeinarse. He llegado a un punto en el que no sabía ni qué hacer para que siquiera se drenase la batería. Literalmente me he olvidado del cargador, sintiendo que podía aguantar con todo.
Por supuesto, el tener toda la batería que quieras da una tranquilidad enorme. Es un absoluto gustazo el salir de casa, llegar a la tarde y acabar el día habiendo gastado apenas un 15% con uso intensivo. ¿Pero realmente compensa tener prácticamente una batería portátil con Android? Depende del usuario.
El usuario debe saber qué está comprando
Personalmente, pienso que los móviles con tal calibre de batería son bastante incómodos. Aún recuerdo ese día en el que me dejaron durante una semana nada más ni nada menos que el Oukitel 10.000, teléfono con el mismo número de mAh. Se me gastó la batería al final de la semana que lo estuve usando.
Ese teléfono era incomodísimo. Y a excepción de los compactos Redmi, todo teléfono con mucha batería que he probado ha acabado en mi mochila por temas de comodidad. Pero lo importante es dejar claro que esto no significa que sean malos teléfonos. Esto significa que es malo para aquel que no busque esto.
La cuestión es que estos móviles son incómodos… según para quién
El usuario final sabe qué está comprando. De hecho, el chico que me dejó el Oukitel es amante de los móviles grandes, y está muy contento con el dispositivo. Él se lo compró a sabiendas de que iba a tener una batería portátil con Android. Y en ningún momento vi queja en ello por su parte. Porque él sabía qué compraba.
Por ello, creo que se debería extender más dicha información. La información de que si quieres más batería, te tendrás que atener a la consecuencia final de tener un móvil incómodo y generalmente grande. Y si estás contento, bien por tu parte. Otra cosa es que desconozcas este detalle, y acabes incómodo llevando tu teléfono personal.
Os insto a que, si vuestra prioridad es la batería, investiguéis sobre vuestra compra antes de darle a nada. Porque sí, ver el amperaje en las características de ese teléfono es muy impresionante. Pero cuando lo tienes en la mano, las sensaciones son completamente distintas. Y a veces, muy malas. No soy el único al que le ha pasado esto.
No te fijes sólo en los mAh de un dispositivo, sino en la totalidad del producto
Creedme. Tanta batería es genial para muchas cosas. Pero los gramos pesan en la mano. Y el estar con el dispositivo en mano viendo una serie de Netflix en el bus es una gozada… excepto cuando esa batería te está recordando todo el rato que tienes algo muy grande entre manos.