Hace casi veinte años que hago fotografías de manera digital. Nunca fui un entusiasta de la fotografía analógica, aunque la usé y revelé instantáneas, pero el no tener que imprimirlas, poder modificarlas y sobre todo poder hacer cuantas quisiera fue el motivo de que me introdujera en el mundo.
Una vez ahí el salto a las cámaras en los móviles fue lógico y hace 15 años me compré mi primer smartphone con cámara integrada. Hoy nos reiríamos de ella, claro, pero en el momento el tener una cámara en el bolsillo, en tu móvil, en todo momento, fue algo asombroso.
Con el paso del tiempo algunos fabricantes empezaron a implementar una segunda cámara, una trasera pero también una delantera, para poder hacer videollamadas. Sí, el origen de la cámara frontal no es hacerse selfies en la piscina o poner morritos, sino poder ver a tu interlocutor en la pantalla mientras él te veía a ti.
Este fue el estándar durante muchos años, hasta que en 2017 exploto la fiebre de las cámaras dobles, si bien algunos modelos las habían implementado previamente.
Fue entonces cuando escribí un artículo titulado «Tu próximo móvil tendrá tres cámaras» y recuerdo que tuvimos un debate en el chat del equipo sobre el enfoque. Yo aposaba por las cuatro cámaras, pero era cierto que me equivocaba. Es ahora cuando puedo escribir eso, en 2018.
La doble cámara trasera ya es normal
Con alguna excepción como el Samsung Galaxy S8 los principales fabricantes han apostado por implementar un sistema doble de cámaras en la parte trasera. Algunos lo han hecho mediante un sensor en blanco y negro y otro a color, otros apuestan por un gran angular y otros prefieren el teleobjetivo.
Aunque la calidad de las imágenes no está vinculada al número de sensores sí que lo suelen estar las posibilidades. Las cámaras dobles son más versátiles y permiten tomar imágenes que de otra manera no es viable.
Aún hay modelos que no incluyen esa cámara doble, y otros que aunque la incluyen no le sacan partido pero en 2018 veremos cómo se mantiene esta tendencia.
La cámara doble delantera coge fuerza
La novedad este año será el tener una doble cámara también en la zona delantera. Algunas empresas ya en 2017 han decidido incluir esta configuración y recientemente hemos podido probar algunos modelos con este sistema.
Al igual que con la cámara trasera los fabricantes pueden optar por diversas configuraciones pero en este caso parece que hay una ganadora.
Además de una cámara convencional las marcas están instalando un sensor con gran angular que permite realizar selfies en los que aparezcan múltiples personas sin forzar el encuadre.
Ya habíamos visto algunos angulares de 88º, 100º e incluso 120º. Ahora esta posibilidad se da sin necesidad de quitar el sensor normal, que suele deformar mucho menos.
El modo retrato también en selfies
Otra ventaja de esta elección es que al tener dos sensores en la parte delantera el software de un teléfono también podría llevar a cabo los cálculos necesarios para hacer fotos con bokeh, lo que se llama modo retrato.
Así, el sensor principal tomaría la imagen y el secundario podría crear el mapa de profundidad del mismo modo que algunos móviles lo hacen en la zona trasera.
¿Vamos a por las cinco cámaras?
Aún no se ha asentado esta configuración de cámaras y es posible que más pronto que tarde veamos que la cifra sube.
Que los móviles tengan dos cámaras en la zona trasera obliga a los fabricantes a elegir la tecnología que quieren pero si optan por poner un triple sensor las opciones se disparan. Ya hay rumores de que Huawei querría ser el primero en presentar un modelo con triple cámara trasera, el que parece se denominará Huawei P11 o Huawei P20.
Si a eso sumamos las dos cámaras delanteras estaríamos ante un terminal con cinco sensores, lo que puede dar lugar a nuevas formas de hacer fotografías, auqnue por el momento nos conformamos con cuatro.