Durante el siglo pasado las pantallas de los teléfonos móviles eran todas distintas. O casi. No había un estándar y algunos las montaban de forma horizontal, sobre todo si eran pequeñas, como en el Nokia 3310 o muchas de las Blackberry que tan de moda estaban.
Otros la implementaban de manera vertical, algo lógico si íbamos a leer en ellas, como algunas propuestas de Nokia con Symbian.
Poco a poco, a medida que los smartphones se fueron estandarizando vimos cómo la forma de los paneles se iba asentando, adoptando el ratio 16:9 que tan común era ya en los televisores, que hacía tiempo habían abandonado el 4:3 anterior.
Cuando en 2007 llegó el iPhone su característico diseño fue copiado por muchos y aunque otros se resistieron lo que sí es cierto que es desde entonces el protagonismo pasó a las pantallas. Pantallas 16:9.
En 2017 esto se acaba
Sin embargo, tras una década en la que apenas nadie se atrevió a repensar eso, y en la que los pocos que lo hicieron no triunfaron, algo cambió.
De pronto algunas propuestas empezaron a llegar al merado con proporciones más esbeltas. El LG G6 fue uno de los primeros en poder presumir de más diagonal pero con menor tamaño. Esa era la clave, al menos para el departamento de marketing: podían hacer móviles de tamaño y peso contenido y aumentar el dígito que indicaba el número de pulgadas del panel.
Esto sí que triunfó y poco a poco todos los fabricantes de móviles empezaron a usar ese nuevo factor de forma, que alargaba la pantalla.
Más diagonal pero menos superficie
El problema era que aunque la diagonal era mayor la superficie destinada a mostrar contenido era más pequeña, por lo que en la práctica un móvil con ratio 18:9 tendría menos espacio que uno con la misma diagonal y 16:9. Pero eso no pareció preocupar ni a los diseñadores ni a los consumidores.
Y es cierto que para cierto tipo de contenido sí podría ser más práctico, como usar dos ventanas de forma simultánea. Además quedaba claro que al ser más pequeños el agarre del terminal era mucho más cómodo.
Incluso marca como Samsung fueron un poco más allá y llegaron a los 18.5:9.
Pero esto no para ahí
En 2018 seguimos viendo modelos que tienen una resolución basada en ese ratio 18:9 o 2:1 pero ya empiezan a aparecer algunos con un factor de forma incluso más alargado.
El iPhone X y su notch han hecho que algunos fabricantes chinos creen imitaciones del mismo y eso parece que tiene como efecto colateral que la resolución es incluso más alargada.
El primero en dar un dato ha sido Oukitel, que está preparando el Oukitel U18. Este móvil será un terminal de gama media pero contará con una pantalla de 5.85 pulgadas y resolución 1512×720, un ratio más cercano a los 21:9 que a a los 18:9.
Es posible que esa elección se deba al recorte del panel en la zona superior y que veamos una parte usable por las aplicaciones con ratio 18:9 pero la forma del móvil cambiará igualmente.
¿Dónde está el límite?
Hemos visto algunos monitores y televisores que, en horizontal, también apuestan por crear proporciones de pantalla más esbeltas, no sabemos si por motivos de marketing o por otras consideraciones.
En los smartphones parece que 2018 será el año en el que pasemos del ratio 18:9 a uno mayor y habrá que esperar a ver si entramos en una nueva etapa estable, como lo fue la década 2007-2017 o si por contra los paneles siguen alargándose más y más.