Las aplicaciones son la base de los smartphones. Sin ellas no haríamos la mayor parte de las actividades que realizamos con nuestros teléfonos, así que es clave que vayan bien.
Podríamos pensar que al tratarse de aplicaciones informáticas, de programas, mientras mejor sea el código más fluidas van a ir las aplicaciones, mientras más recursos tenga la empresa mejor diseñadas estarán y mientras más usuarios tengan más cuidado tendrán sus responsables a la hora de lanzarlas y actualizarlas. Pero no tiene por qué ser así.
En la última semana he estado usando un móvil con unas prestaciones técnicas ajustadas, aunque como muchos dijisteis es lo normal para muchos usuarios. He estado usando juegos, redes sociales o aplicaciones de productividad pero las que más problemas me han dado han sido dos de las pertenecientes a la empresa de Mark Zuckerberg.
Aplicaciones que exigen muchos recursos
Una de las principales pegas es que las aplicaciones son bastante exigentes. Tanto Instagram como Facebook son aplicaciones que se comportan de manera especialmente lenta a la hora de navegar o de mostrar el contenido.
Es especialmente sangrante en el caso de Facebook y en ocasiones hasta parece que no es capaz de acceder a la red de datos, móvil o Wifi, para mostrar el contenido bien.
Caché a mansalva
El tamaño de estas aplicaciones no es especialmente elevado pero en cuanto entra en juego la caché de las mismas el espacio necesario para almacenar información se dispara.
En Facebook sobre todo es preocupante el almacenamiento que puede llegar a requerir y que muchas veces llena la memoria de móviles que no disponen de grandes cantidades de ROM.
Exprimiendo las tarifas de datos
Cuando hago un análisis he de probar el comportamiento de los móviles en interiores y en exteriores. En esta segunda localización he visto cómo Instagram devora datos a la hora de navegar por el muro pero sobre todo en las historias.
He llegado a dejar de ver las mismas sin Wifi en algunas ocasiones por miedo a que a final de mes me quedara sin GB. Y eso que normalmente mi tarifa de datos se queda con entre un 30% y un 40% del total sin gastar.
Extraños comportamientos
Junto a esta realidad tenemos detalles extraños que hacen que la usabilidad no sea todo lo buena que nos gustaría.
Por ejemplo, si entramos en la sección de historias de Instagram y vamos a subir una foto vemos la galería en la zona inferior. Si la foto la tenemos en Dropbox y salimos para descargarla en el móvil cuando volvemos a Instagram tenemos que salir de la sección de historias y volver a entrar para que el escaneo de la galería sea efectivo.
No obstante soy consciente de que hay aplicaciones que pertenecen a Facebook y no sufren de estos problemas, como WhatsApp. Es posible que el minimalismo extremo de la aplicación, que no obstante empieza a esfumarse, y la idea originaria de sus creadores la estén manteniendo a raya.