Google y Android. Android y Google. No podemos imaginar la una sin la otra. Y esto ya empieza a ser innecesario.
Hace ya nada más ni nada menos que 13 años desde que Google comprara Android. El sistema operativo telefónico más usado en el mundo es quizá el mayor bastión de la gran G para dar a conocer todos sus productos y servicios. Y es que ya no imaginamos un Android sin Google. ¿Y eso es bueno?
Puede. Pero esto sólo significa que la época en la que Google debía darse más a conocer mediante Android ha finalizado. Ya se asocia al sistema con su propietario. Y el problema está en la capacidad del usuario final en decidir qué quiere hacer. Porque ya no sólo hemos dejado atrás esa era, sino que estamos llegando ya al monopolio. Y eso no es bueno.
Google en tu Android… obligatoriamente
Para que Android pueda usar la Google Play Store y los servicios de Google, el dispositivo en cuestión debe obtener una serie de certificados. Esto viene de la mano en la mayoría de caso con la obligación por parte de la gran G a instalar las Google Apps de serie en el teléfono. Esto incluye usualmente las apps tales como Google Calendar, Play Music, Google Fotos, etc.
En los primeros años de Android, cuando el sistema estaba en expansión, esta estrategia era la más lógica. No sé si alguien en Google se esperaba que Android tuviera una acogida tan impresionante a nivel mundial, y menos incluso que este sistema iba a ser el más usado del mundo. Por lo tanto, era importante asociar las palabras Google y Android para que no pudieran ir separadas.
La clave en los primeros años de Android era conseguir que cuando se pensara en Android, se pensara en Google
Y ha sido así. La presencia de Google ha sido cada vez más intrusiva en Android, y esto se ha traducido en una asociación inevitable entre Android y Google. Un dispositivo sin la Google Play Store perdería parte de su capacidad de descargar aplicaciones y de disfrutar de lo servicios de Google. Eso desembocaría en un descarte de compra total por parte de un usuario medio.
El caso es que esta estrategia tenía sentido… hace años. Ahora Android está consolidado como el sistema operativo móvil por excelencia. A esto se le suma la más que creciente importancia que están cobrando los dispositivos móviles frente a alternativas más tradicionales como los PC y demás. Y ya hemos visto a muchas víctimas demostrar que es prácticamente imposible bajar a Andy de su trono.
Entonces ¿qué excusas nos quedan para seguir obligando a los usuarios a tener instaladas apps que no va a usar? Yo mismo, usuario muy activo de Android, podría contar con los dedos de la mano las veces que he abierto la app de Google Kiosko (por ejemplo). Y hay que reducir esta cantidad a la mitad, ya que parte de estas veces ha sido sin querer.
Google y el monopolio
Sobre este tema hemos hablado en multitud de ocasiones aquí, en El Androide Libre. La última resolución consideró a la mismísima Google culpable de estas prácticas de monopolio, todo apuntando a que la multa resultante será millonaria. Porque recordemos que es la gran G la que obliga a las empresas a instalar dichas Google Apps.
Y claro está que un dispositivo que no disfrute de las ventajas de los servicios de Google tiene todas las papeletas para ser un fracaso en ventas. ¿Quién querría un Android en el que no se pudieran instalar apps de forma convencional? Por lo cuál, los fabricantes no tienen otra opción. De hecho, instalar apps propias frente a las de Google suele considerarse por el usuario «bloatware».
Es aquí cuando llegamos al quid de la cuestión. ¿Por qué Google sigue siendo tan obsesiva con Android? Es obvio que este sistema es la gallina de los huevos de oro de la tecnología. Pero los tiempos en los que este androide era torpe y necesitaba del bastón de Google han terminado. Ahora nuestro sistema es maduro y se vale por sí solo. ¿Necesita a Google? Sí. ¿Necesita todas las Google Apps? No.
La gran mayoría de nuestros usuarios inhabilita las apps de Google que no vamos a usar. Si no las inhabilitamos, instalamos las justas y necesarias para que nuestro sistema se desenvuelva con normalidad. Esto se ve mucho en el tema de las ROMs personalizadas. Yo mismo, cuando instalo una ROM, sólo permito la instalación de la Google Play y los servicios básicos de Google.
Porque personalmente, creo que con la Google Play Store basta y sobra. Es casi imposible que una cantidad tan ingente de usuarios como los que tiene Android migren a otra tienda de aplicaciones. En la Play Store tenemos lo que necesitamos, y no necesitamos apps de terceros para recurrir a nuestras aplicaciones del día a día. Por lo tanto, esta imposición es absurda, y perjudicial.
La imposición de las Google Apps tenía sentido en 2005. En 2018 ya es simplemente obsesión
Somos nosotros, los usuarios, los que deberíamos tener el poder de decidir. Sí, entiendo que esta frase la habréis leído y escuchado infinidad de veces. ¿Pero no os gustaría tener la capacidad de elegir si queréis esa app de Kiosko que nunca abriréis? ¿O si no queréis tener Google Play Music porque ya tienes a Spotify? Esto simplemente se llama monopolio, y es competencia desleal.
La libertad de Android en peligro
Esto ya lo hemos dicho muchos en El Androide Libre. Pero no está de más recordarlo. La principal baza de Android frente al resto es la libertad. Su código abierto (del cuál cada vez queda menos abierto) consigue que el verdadero fuerte de nuestro sistema sea la comunidad, teniendo la libertad necesaria para exprimirlo y haciendo de Android un sistema todavía mejor de lo que ya es.
No debemos olvidar que Android, siendo un sistema operativo tan bueno como es, se cimenta en sus usuarios. Perderlos sería lo equivalente a que Android muriera. Porque muchos elegimos a Android (aparte de porque no nos queda otra) por ese poder de decisión que tenemos sobre nuestros móviles y que está cada vez más en peligro con la más que intrusiva presencia de Google.
Deja respirar a tus usuarios, Google
La última cuestión a dirimir consiste en qué pasará cuando Europa obligue a Google a cesar estas prácticas. ¿Qué ocurrirá cuando los fabricantes puedan incluir sus alternativas dentro de nuestros dispositivos? ¿Estaremos abocados a un sinfín de bloatware en nuestros teléfonos Android? ¿O disfrutaremos de una experiencia ligera y liviana propia de las mejores ROMs personalizadas Android?
Sólo el tiempo lo dirá.