Xiaomi Mi A1, nombre repetido hasta la saciedad en los últimos meses. ¿Veremos más de estos?
No es un misterio que Xiaomi ha dado un fuerte golpe en la mesa con el Xiaomi Mi A1, su último dispositivo de gama media. Unas especificaciones equilibradas corriendo con la premisa de Android One por un coste muy por debajo de lo que debería. Y tras el éxito que está cosechando este dispositivo nos hacemos esta pregunta: ¿habrá más móviles así?
No me refiero al Xiaomi Mi A1 como tal. Me refiero a esta estrategia. ¿Veremos algún otro fabricante lanzar un dispositivo de gama media a bajo coste con estas características? Android puro, actualizaciones con el manto especial de Google… Puede que sí, puede que no.
Hardware alto, precio bajo
Hay que anotar el hecho de que Xiaomi también se ha ganado este tanto porque ha sabido aunar su llegada a España y la estrategia de este dispositivo. Una de las cosas que echaban para atrás (a muchos usuarios, no a todos) era la capa de personalización propia de Xiaomi: MIUI. Este Xiaomi Mi A1 mantiene el precio de su hermano, el Xiaomi Mi 5X pero cambia por completo su software.
Y tampoco dejamos de lado a los usuarios amantes de MIUI teniendo el Xiaomi Mi 5X por otra parte. Por lo tanto, mezclamos un hardware muy decente con un precio muy bajo y diferenciándose claramente de sus rivales. Todo eso sin perder la esencia y manteniendo la posibilidad de comprarlo en territorio nacional.
Y tras los resquicios que quedan de la fiebre del Mi A1, podríamos pensar de forma totalmente lógica que los fabricantes más tradicionales han aprendido de ello. Han aprendido a tener un súper ventas accesible, diferenciador y por supuesto manteniendo la esencia del fabricante. Si Xiaomi ha podido ¿por qué no podría hacerlo Huawei, Samsung o Nokia?
Tienen todas las papeletas para triunfar
Obviamente Xiaomi vende muy bien, por lo que también tenía esa baza por detrás cuando lanzó el Mi A1. Pero en el otro lado del frente vemos fabricantes que venden sus topes de gama como caramelos, y se consolidan como los comercializadores de algunos de los mayores éxitos tecnológicos del año. El mejor ejemplo sería Samsung y su gama Galaxy S junto a la Note.
Dejemos a un lado, por ejemplo, a su gama A o J. Ya no solo Samsung, sino empresas como Huawei podrían remover el mercado fácilmente con un dispositivo de gama media accesible que cumpliera estas premisas. Imaginaos, por un segundo, el revuelo que hubiera causado un hipotético Mi A1 fabricado por Samsung, con Android One y que costase menos de 300 euros.
E incluso se podría haber ido más allá. Un Huawei fabricado con la misma premisa que el Mi A1. Aunque EMUI sea una capa con muy buenas funciones, estéticamente deja mucho que desear para una gran parte de los usuarios de Android. Un Android One con precio contenido made in Huawei hubiera suscitado un mensaje claro por parte de la compañía.
Ya ha habido intentos
Tenemos unos ejemplos de aproximaciones a esta estrategia. Los Honor de Huawei o sus variantes «Lite», como los Huawei P10 Lite o Mate 10 Lite constituyen intentos de la compañía por ofrecer una experiencia similar a sus gamas más altas a un precio mucho más bajo. Pero si bien no son para nada malas prácticas, no siguen la misma línea que el Mi A1.
¿Por qué? Porque el Mi A1 sigue la premisa de ofrecer algo distinto a lo anterior visto por parte de Xiaomi, pero manteniendo la esencia de la compañía. Xiaomi se caracteriza por ofrecer terminales con un hardware muy superior a su precio y con una experiencia con Android One. Y no parece que vaya a haber algún intento por parte de los «grandes» por meterse en este programa.
Aunque ya vemos terminales más accesibles en sus gamas más bajas, las grandes firmas dudosamente seguirían el ejemplo de Xiaomi
Esto tiene sentido si lo miramos desde la perspectiva de un usuario medio. Los que abogamos por una experiencia stock y una buena política de actualizaciones somos un nicho en Android. Grande, pero seguimos siendo nicho. Dudo que a muchos de los usuarios que preguntásemos le importara si su teléfono es Android One o no.
Eso supondría un coste extra para los fabricantes que se enfocan más en el público general y en el usuario medio normal. Xiaomi siempre ha estado algo más asociada a la comunidad más geek de Android, al igual que OnePlus (por ejemplo). Un fabricante tradicional tan enfocado a estos públicos vería demasiado riesgo en comercializar un teléfono que seguramente pase desapercibido.
Y es una pena. Porque podrían darse casos en Android One que potenciasen su espíritu. Imaginaos, sólo por un segundo, un dispositivo con el mismo acabado que el Galaxy A8 de Samsung y una experiencia stock en sus entrañas. Todo eso aderezado con un precio más accesible. ¿No sería genial?
No creo que haya más fabricantes que lo intenten
Aunque inesperada, la estrategia de Xiaomi les ha salido absolutamente genial. Han sabido dar los pasos adecuados ofreciendo una experiencia más que idéntica a lo que nos suele tener acostumbrados con características rompedoras tanto para usuarios de nicho como para el público en general.
Este es un salto que bajo mi punto de vista nadie más dará. Xiaomi es una empresa a la que le gusta sorprender y mantenerse en sus trece ofreciendo dispositivos increíbles por bajo coste. La inclusión de este teléfono en Android One ha sido un punto más a su favor que ha acabado de dejar redondo a este terminal. Una estrategia en la que pocos pensarán, aparte de los ya incluidos en el programa.
Los fabricantes más grandes están demasiado centrados en su estrategia actual, la cuál les funciona perfectamente
De todas maneras, esto no es malo. Ya tenemos un dispositivo que le dará a sus usuarios una muy buena experiencia a aquellos que le hayan dado una oportunidad, y tenemos otras muy buenas alternativas en el programa Android One, como el Moto X4 o el HTC U11 Life.
Aunque estaremos a la espera, expectantes de los siguientes movimientos de Xiaomi. No sería la primera vez que da la campanada en un año. Ni la última.