Cuando Android se estaba desarrollando a finales de la década pasada hubo muchos condicionantes que hicieron que el sistema mutara antes y durante su desarrollo. Uno de los elementos más importantes fue el lanzamiento del iPhone pero hubo otros factores clave que han hecho de Android lo que es hoy en día.
Para poder ganar cuota de mercado y luchar contra los titanes de aquella época Google tuvo que ponerse de acuerdo con empresas que entonces eran mucho más poderosas que ella en el terreno móvil. Hablamos de las operadoras y de los fabricantes de móviles.
Ambos querían un rival para poder luchar contra Apple y aunque había alternativas, como el sistema de Palm, al final fue Android el elegido para ello.
La importancia de la personalización
Sin embargo cuando un sistema es usado por muchos competidores distintos tiene que poderse diferenciar de alguna forma, o al menos es lo que querían los constructores. Y las operadoras se posicionaban de su lado dado que el bloatware era algo normal entonces. Que alguna empresa, como Apple, no lo permitiera era la excepción, no la norma.
Al principio todos los Android tenían la misma interfaz
Así pues, aunque los primeros terminales de HTC o Samsung tenían la misma interfaz (HTC Magic, HTC Dream, Samsung Galaxy Spica…) en la segunda tanda de terminales las empresas empezaron a crear capas encima de Android.
HTC se lució con Sense, una interfaz que demandaba más RAM que Android puro y Samsung creó Touchwiz, la capa que ahora conocemos como Samsung Experience.
La actualización de los terminales
Esto impidió que Android se pudiera actualizar de forma sencilla a lo que no ayudaba la fragmentación de componentes, pantallas y elementos de hardware que había en los cada vez mas numerosos terminales.
Google intentó crear una línea de dispositivos, los Nexus, que pudieran presumir de eso, de mantenerse actualizados durante cierto tiempo y de ofrecer una experiencia digna. En aquella época no era raro el móvil Android de gama alta que iba a tirones a poco que lo usáramos.
Llega Android One
En 2014 Google da un paso adelante y lanza Android One, una variante del sistema operativo pensada para ofrecer una experiencia homogénea. La marca se encargaría del marketing, del soporte y de parte de las actualizaciones. Los fabricantes sólo debían ser socios a la hora de crear el terminal.
Inicialmente se centró en dispositivos de bajas prestaciones, esos que más cuidados requerían para poder usar el sistema de forma fluida. Pero Google no se paró.
Android One evoluciona
En 2017 Google da otro paso adelante y de la mano de Xiaomi presenta el terminal que ha supuesto un antes y un después en muchos aspectos, el Xiaomi Mi A1.
Android ne dejaba de usarse exclusivamente en terminales baratos de cortas especificaciones y llegaba a un smartphone de gama media que además tenía un coste muy ajustado.
Tras Xiaomi otras firmas se han asociado con Google como Motorola, HTC o BQ y cada vez son más los smartphones que usan esta versión del sistema.
Personalización, la justa
Android One es una versión concreta de Android que permite a los fabricantes cierta personalización pero está tan controlada por Google que no interfiere en la velocidad a la que llegan las OTAs.
Las marcas pueden sustituir las aplicaciones de cámara en los móviles con esta versión de Android para adecuarlas a las que han desarrollado para otros modelos. Por ejemplo el Mi A1 tiene integrado el modo retrato dentro de Android One, algo que no viene por defecto.
Justo a eso hay otras opciones como los fondos de pantalla o las melodías, que también pueden ser personalizadas, pero no se puede cambiar la interfaz o el launcher.
Así debería haber sido
Aunque entendemos por qué Android es como es actualmente quizás si hubiera sido como es ahora Android One la estabilidad del sistema sería mayor y la experiencia de usuario más unificada.
Me resulta extraño no poder ayudar a una persona cuando me llama con una duda porque no puedo guiarle de memoria por el sistema dado que en función de la marca su móvil podrá hacer ciertas cosas u otras o tendrá las opciones en un sitio o en otro.
Aporta valor al diferenciarte, no estética
Las marcas deberían centrarse en ofrecer un valor añadido en opciones, no en estética. La inteligencia artificial de Huawei, el magnífico recorte del modo retrato de Xiaomi, el control por gestos de los Motorola, las fotos dobles de los Nokia… esos son los elementos que quizás decanten una compra a un lado o a otro sin necesidad de fragmentar Android.
Obviamente aquí Google también tiene que trabajar. Muchas veces el motivo del desarrollo de las empresas es crear algo que Google no da en Android. No son pocas las veces que la versión stock del sistema operativo toma prestada funciones de las capas de los fabricantes.
No sabemos si Treble arreglará este entuerto pero es hora de poner orden y de hacer de Android lo que debería haber sido desde un inicio.