Hearthstone visto desde la perspectiva de un jugador de Magic: ¿merece la pena?

Hearthstone visto desde la perspectiva de un jugador de Magic: ¿merece la pena?

El Androide Libre

Hearthstone visto desde la perspectiva de un jugador de Magic: ¿merece la pena?

Como jugador de Magic: The Gathering que soy, también juego usualmente a Hearthstone. ¿Cómo se puede divisar al famoso juego de Blizzard desde mis ojos?

4 marzo, 2018 20:30

Hearthstone y Magic: The Gathering. Juegos antagónicos pero muy similares.

Es indudable que uno de los mejores juegos que podemos jugar en nuestros teléfonos es Hearthstone, el famosísimo juego de cartas de Blizzard. Y muchos que conozcáis Magic: The Gathering sabréis también que este juego se nutre de muchas de las características del segundo. Y ojo, no es malo (mientras no sea plagio). La cosa es que son dos juegos muy similares.

Soy jugador de ambos juegos desde hace varios años. Llevo más en Magic, por supuesto, pero no dejo de echarme unas cuantas partidas al juego de Blizzard. La cuestión es que pasado el tiempo y teniendo un nivel ya bastante alto en los dos títulos, me pregunto: ¿cómo se ve Hearthstone en los ojos de un jugador de Magic? Os otorgaré esa respuesta.

Lo más obvio: la realidad y lo virtual

Lo más obvio que hay que reseñar es la diferencia más clara entre los dos; Magic: The Gathering es un juego de cartas en la vida real y Hearthstone es un videojuego. Puede parecer una tontería mencionar esto, pero hay varias cuestiones a tener en cuenta, máxime si estás acostumbrado a rolear en diversos juegos de temática similar.

Mientras que en Magic has de rolear e imaginar qué está sucediendo en el campo (relativamente), en Hearthstone tenemos un festival de efectos especiales, ya sean animaciones de las cartas, magia, efectos varios… Y sobre todo, un plus a favor, es que al ser un videojuego tenemos voces. Así Hearthstone consigue que sus cartas parezcan más vívidas, y es algo en lo que que derrota a Magic.

 

Por otra parte, he de decir que si hay algo en este apartado en el que gana Magic, es en las sensaciones. Jugar a Hearthstone supone una especie de sensación al estilo ajedrez mientras juegas a un videojuego. En Magic sientes las cartas, las tocas, puedes hacer gestos, tirar dados… Todo se siente mucho más realista en este apartado, y las batallas son más intensas.

Pero claro está, la accesibilidad de Hearthstone es simplemente insuperable. Mientras que en Magic necesitas quedar con tus amigos, preparar los mazos y demás parafernalia, en Hearthstone basta con darle a «Jugar», seleccionar tu mazo y listos. En pocos segundos estarás pegándote de tortas con un rival por Internet.

Tenemos más realismo en Magic, pero un aspecto más visual en Hearthstone. Cambiamos una intensidad en las batallas por la comodidad

Aunque claro está, hay un aspecto que los dos comparten. Es más grave y acusado en uno que en el otro, pero existe: el famoso «Pay to win». Y desgraciadamente, eso va unido a un punto de Hearthstone que no me gusta en absoluto que os comentaré más adelante.

El temido «Pay to win» es real

Hay que aclarar que Hearthstone no sigue muchas de las prácticas que siguen los clásicos juegos de Android actuales. Es decir, no tenemos anuncios y aunque podemos comprar dentro del juego, son cosas cosméticas o sobres para el juego. En Magic obviamente tampoco sufrimos del freemium pero en los dos sufrimos de algo a mi parecer peor: el «Pay to win».

En los dos juegos tenemos un sistema de rarezas. Es decir, en cada una de las cartas veremos o una gema o un símbolo, y dependiendo de su color, más buena será. Este es el esquema:

  • Hearthstone: Gema blanca = común / Gema azul = poco común / Gema morada = épica / Gema dorada y borde de dragón = legendaria.
  • Magic: Símbolo negro = común / Símbolo plateado = infrecuente / Símbolo dorado = rara / Símbolo rojizo = mítica.

Mientras que en Magic hay que comprar (o intercambiar) las cartas que queremos, en Hearthstone debemos crearlas con «polvo arcano». Este polvo se nos da desencantando una carta o teniendo más de 2 de una misma. Y el problema que hay con Hearthstone y con Magic es culpa de Blizzard y de los usuarios de Magic, respectivamente. El sistema de Hearthstone va así:

  • Crear una común cuesta 40, desencantarla te otorga 5.
  • Crear una poco común cuesta 100, desencantarla te otorga 20.
  • Crear una épica te cuesta 400, desencantarla te otorga 100.
  • Crear una legendaria te cuesta 1600, desencantarla te otorga 400.

Estas cifras aumentan si la carta en cuestión es dorada o si se quiere crear con esta condición. Un sistema a mi parecer bastante injusto y muy lento que hace que simplemente crearte un mazo decente pueda llevarte meses. Para poneros en antecedentes: crear mi mazo de múrlocs salvaje me ha costado un año.

Magic funciona de forma distinta. El mercado se guía por la usabilidad de las cartas. Cuanto más potente sea y más se lleve en los mazos competitivos, más cara es. También depende de en qué formatos están permitidas. Y básicamente no hace falta ser un genio para discernir por qué el Pay to win en Magic es real. En Hearthstone se lleva de otra forma.

Ahora bien. ¿Cuánto necesitas gastarte a golpe de talonario si quieres tener un mazo competitivo tanto en Magic como en Hearthstone? Esto es difícil, ya que lso dos juegos tienen unas mecánicas muy específicas y sería complicado estimarlo. En Magic, la variable estaría entre unos 30-100 euros, dependiendo de la mecánica. En Hearthstone… vas al azar de la suerte.

El azar de la suerte que menciono son los sobres. Lo ideal sería que compraras MUCHOS sobres para tener mucho polvo arcano o muchas cartas que desencantar (descontando las que te vendrían bien para un mazo). En tal caso, pondría (sin exagerar) entre 35 y 50 sobres. Sí, confirmo que en Hearthstone es difícil avanzar incluso en ese aspecto.

Si consigues muchos sobres y consigues muchas cartas de una misma edición, consigues mucho polvo arcano para desencantar las sobrantes. Eso se traduce en cartas potentísimas en poco tiempo. Por lo tanto, aunque no es seguro al 100%, el comprar muchísimos sobres te asegura una muy buena colección y poder acceder a cartas muy potentes en «poco tiempo».

Y es al tiempo a donde quiero ir ahora.

Tiempo que dedicarle: aquí gana Magic

Tanto a Magic: The Gathering como a Hearthstone hay que dedicarle mucho tiempo si quieres llegar a un nivel decente de jugabilidad. Por supuesto los inicios siempre son muy difíciles, pero es curioso lo complicado que es avanzar en el juego de Blizzard más que en la «obra» de Wizards of the Coast.

Mientras que llegar a mi nivel de Magic me ha costado entre uno y dos años, Hearthstone ha sido casi el doble. Y aunque el factor de que sea un videojuego tenga que ver, mi nivel de Magic está muy por encima del que tengo en Hearthstone. Para que os hagáis una idea; en Magic tengo 9 mazos (3 de ellos competitivos) y en Hearthstone tengo 2 mazos competitivos y otros 3 que son inicios simples.

Ten clara una cosa: en Hearthstone le tendrás que echar muchísimo más tiempo que en un supuesto caso en el que empezaras en Magic. Lo atribuyo a dos factores importantes, que son el hecho de que en Magic puedes acceder a un mercado mucho más gigantesco de cartas y mecánicas y al sistema desbalanceado de polvo arcano y rarezas de Hearthstone.

Aquí no hay color: en Hearthstone estarás mucho más tiempo avanzando que en su equivalente en la vida real

En este aspecto pienso que el juego de Blizzard debe mejorar. Entiendo que un cambio en las reglas del juego puede ocasionar que ciertos jugadores abusen o se vuelvan extremadamente fuertes. Pero mientras que por 6 euros te puedes hacer un mazo competitivo (no es broma), en Hearthstone un mazo de múrlocs competitivo te costaría (sólo en legendarias) más de 4 800 de polvo arcano.

Y en este caso las legendarias de los múrlocs tampoco es que sean máquinas de matar. Sí, tenemos a MrgNinja o la misión de «Reunión de múrlocs»… Pero a diferencia de otras cartas legendarias como el Príncipe Malchezaar no te aseguran una clara ventaja respecto al rival. Por su parte, Magic no necesita cartas potentes para avanzar sobre el rival, sino una fuerte sinergia que cuesta mucho menos conseguir.

Conclusiones: merece la pena, pero…

Sí, creo que Hearthstone merece la pena. Es un gran juego, accesible para todo el que quiera jugar y muchísimo más fácil de exprimir que Magic. Un videojuego tira más que gastarse dinero en un juego de cartas (sí, en Magic hay que gastar dinero, eso es inevitable). Pero por otra parte… creo que tiene mucho en lo que mejorar.

Los que jugamos a Magic solemos también jugar a Hearthstone, porque nos ofrece una experiencia similar a la par que diferente. Pero hay ocasiones en las que es muy frustrante que el juego te condicione tanto siendo Magic y su «Pay to win» más fáciles de sobrellevar en el tiempo. Y hablo de jugadores muy usuarles. Es en los jugadores más pequeños en los que vemos el problema.

Os contaré una experiencia cercana para que entendáis a qué me refiero. Mi mejor amigo, jugador de Magic desde hace mucho y jugador de Hearthstone desde hace varios días, ha notado cómo la densidad de avance le frustra. Se ha montado un pequeño mazo y le agobia el hecho de que sólo para conseguir una carta va a estar jugando semanas o incluso meses.

Mi consejo (si me lee Blizzard) es que reestructuren el sistema de rarezas y polvo arcano y le den algo más de cancha a un jugador. Es divertidísimo enfrentarte a un oponente con una capacidad de cartas similar, pero aburrido y monótono cuando te enfrentas a un advenedizo que acaba de empezar y no puede hacer más que usar cartas comunes o poco comunes para hacerme frente.

Resumen básico: si te gusta mucho Hearthstone y quieres darle caña, afronta el hecho de que pasará mucho tiempo hasta que tengas un nivel alto. Si no quieres gastar tanto tiempo de tu vida y no te importa soltar un par de billetes, prueba Magic: The Gathering. Además, quieras que no, quedarás con tus amigos. Eso muchas veces supera a una pantalla.