Un Honor con Android One sería una alternativa que, además de generar expectación, tendría un impacto muy positivo a mi parecer para Huawei.
Desde que Android One ha estado en la palestra gracias al Xiaomi Mi A1, se ha especulado con muchos dispositivos cuya presencia en el programa sería una auténtica sorpresa. Estos dispositivos suelen ser de marcas que personalizan mucho sus versiones de Android, y el simple pensamiento de verlos con Android AOSP en sus entrañas nos hace levantar las manos con expectación.
Y a título personal, la marca que podría dar el campanazo tanto para los usuarios como para su «hermana mayor» es Honor, la submarca de Huawei. ¿Por qué un Honor con Android One sería tan bueno para estas firmas chinas? Os lo expongo a continuación.
Un Honor con Android One: todavía más expectación
Android One, para los que no lo sepáis, es un programa realizado por Google cuyos dispositivos integrantes reciben actualizaciones garantizadas de 2 años. Además, sin depender directamente de Google, el sistema es muy cercano a la gran G ya que tenemos Android AOSP puro y stock.
En sus inicios el programa albergaba dispositivos de gama baja y que estaban destinados a usuarios muy específicos con aspiraciones bastante cortas. Android One estaba pasando sin pena ni gloria hasta que llegó el Xiaomi Mi A1, el primer terminal de Xiaomi con Android puro.
Lejos de si el terminal es realmente bueno o no, se mezclaron varios factores: la esencia de Xiaomi (precio bajísimo y buena construcción) y el abandono de MIUI, su capa de personalización. Todo esto se unió para formar al súper ventas definitivo que a día de hoy sigue vendiéndose muy bien.
En consecuencia, muchos se han apuntado al carro. La mayor exponente ha sido Nokia y su acuerdo con Google para incluir en el programa a todos sus dispositivos desde el Nokia 3 hacia arriba. Por lo tanto, vemos un horizonte en el que Android One se está postulando como una alternativa real para aquellos que quieran la experiencia más stock posible.
EMUI, amada y odiada a partes iguales
Al ser una submarca de Huawei, Honor usa EMUI, la capa personalizada propia de Huawei. Una capa de personalización que todos conocemos y que hemos probado en infinidad de ocasiones, y que al igual que sus hermanos como MIUI, despierta sentimientos encontrados.
Por una parte, es una capa muy completa con multitud de herramientas muy útiles para el usuario final. Pero en términos estéticos, dejando a un lado el gusto del usuario, queda lejos de las líneas de Android stock. Una falla que impide a muchos quererla lo suficiente.
EMUI es una capa muy completa pero tan específica que echa para atrás a ciertos compradores
Honor y Xiaomi comparten un punto en común: su excelentísima relación calidad-precio. Los Honor, en resumidas cuentas, son dispositivos de Huawei con recortes en el coste final, y Xiaomi siempre se ha caracterizado por tener un coste irrisorio en sus productos.
Una de las claves del éxito de Xiaomi con su Mi A1 ha sido mantener dicha relación calidad-precio. El problema, no obstante, es que el Mi A1 tiene sus carencias y es un dispositivo de gama media. A Honor no sólo le falta este cierto detalle para triunfar, sino que tiene la ventaja de que podría ser la primera marca en sacar un tope de gama con Android One.
Imaginaos por un segundo a un dispositivo de Honor con el hardware más top de Huawei, con su característico precio rebajado y con Android One en sus entrañas y 2 años de actualizaciones aseguradas. ¿No sería un caramelo demasiado goloso con la publicidad adecuada?
Además, se le suma otro detalle algo más técnico que sería una solución parcial para Huawei: el mercado.
Diversificar mercado facilita mucho las cosas
Uno de los motivos que muchos desconocen del por qué las marcas chinas no ponen Android stock en sus dispositivos es el ecosistema al que van asociados. Tanto MIUI como muchas capas de personalización tienen su propio mercado y su propio ecosistema en su tierra natal, en el mercado asiático.
Desarrollar un software alternativo específico para un mercado supone un coste adicional, y siendo Huawei la gigante que es a nivel mundial. esta estrategia le acarrearía una factura más que engordada. Por ello, vemos sus dispositivos con EMUI en Occidente de forma natural, ya que es lo más rentable. Hasta ahora.
Android One supone la solución a este problema. Por una parte, en el mercado asiático, Huawei tendría a EMUI en sus productos y en los de Honor. En Occidente podría dividir esfuerzos y potenciar EMUI con su sistema y sus productos Huawei y Honor se encargaría de potenciarse a sí misma con Android One.
Entonces partimos en dos direcciones. Huawei mantendría su esencia y a EMUI en los dos extremos del planeta, y Honor potenciaría tanto a EMUI como a Android One en los mismos lares. Una táctica que le ahorraría esfuerzo a la firma china y le daría más visibilidad a Honor.
El usuario: el beneficiado final
Honor se ha postulado como la alternativa más económica para los que quieren la experiencia más similar a Huawei. No obstante, tiene su propia identidad y es una firma con unos productos de calidad y muy comprables. Android One potenciaría sus ventas entre el público geek todavía más.
Eso por no hablar del público mayoritario. Esto provocaría que los más «entendidos» en la materia de Android pudieran recomendar este Honor con Android One a sus amigos y familiares y conseguirían una repercusión que no sólo beneficiarían a su propia marca, sino que los usuarios tendríamos otra alternativa más barata y con una buena política de actualizaciones.
Con esto no quiero decir que el software de Huawei no me guste, todo lo contrario. El caso es que como ya dijimos, Android One es una alternativa sublime para aquellos que buscamos un soporte afianzado y una experiencia pura en el software.
Desde luego, el que hubiese un Honor con Android One sería la excusa perfecta para quitarme de encima el estigma de EMUI y por fin adquirir un dispositivo Honor. ¿Podrá existir esa posibilidad? Como diría la frase, soñar es gratis.