Los móviles todo pantalla nos están sorprendiendo con tamaños por pulgada que hace unos años veríamos imposibles. Pero no todo es lo que parece.
En el tamaño total de un smartphone influyen varios factores, como la pantalla, el tamaño de la batería, etc. Pero uno de los más importantes es el tamaño de los marcos. La tendencia actual es clara: los llamados móviles todo pantalla están en alza y los veremos durante mucho tiempo. Y que estos marcos se reduzcan tiene un efecto muy positivo.
¿Cuál? Que aunque el tamaño de pantalla total aumenta considerablemente, el tamaño del móvil queda «contenido». ¿Por qué pasa esto? Lo analizaremos más a fondo comparando dispositivos y ver el por qué la reducción de marcos tiene esta connotación tan buena.
El espacio es la clave de la ecuación
En la parte frontal de los teléfonos hay 3 factores diferenciales: el panel de la pantalla, los marcos y en ellos los sensores y el altavoz, que ocupan un cierto espacio. El cómo se gestionan estos elementos determinará en gran parte el tamaño final del teléfono.
La cuestión es que hace un tiempo, la tendencia de los marcos ínfimos no estaba en alza, y firmas como Samsung o Sony se permitían poner unos grandes marcos para que el agarre estuviera optimizado. Por ello, era normal que grandes tamaños de pantalla hicieran que junto a los marcos el teléfono subiera de tamaño considerablemente.
Cuando no estaba la obsesión de los todo pantalla, las grandes pantallas hacían enormes móviles
Pero la tendencia como sabéis ha cambiado. Ahora se busca la mayor optimización posible de pantalla, para tener los marcos más reducidos que se pueda y así ganar en porcentaje de pantalla frontal. Y si reduces en el mismo espacio los marcos y ganas en frontal, mantienes el tamaño del teléfono contenido.
La clave de esta optimización está en que aunque aumentes la pantalla, sólo ocupas espacio que anteriormente estaría ocupado por marcos superiores e inferiores. Por lo tanto, el tamaño general no aumenta y si consigues hacer una buena optimización, consigues tener grandes pantallas en poco espacio.
Móviles de 6 pulgadas en tamaños de 5.5
Gracias a este fenómeno podemos tener móviles con un formato de gran pantalla pero en un tamaño acorde con las 5 pulgadas. El mejor ejemplo lo tenemos en la imagen que descansa sobre estas líneas: el Samsung Galaxy S7 Edge y el Samsung Galaxy S8 se diferencian en tamaño, pero de una forma muy ínfima.
Por ello no es de extrañar que cuando veamos un nuevo smartphone el tamaño sea muy superior a las 5.5 pulgadas; de hecho el estándar de las 6 pulgadas ya se está haciendo paso. La clave radica en que aunque este tamaño de pantalla es enorme, el tamaño del dispositivo en sí es bastante inferior.
Claramente hay excepciones. Los móviles grandes predominan, y es muy difícil encontrar dispositivos de pequeño tamaño a excepción de los Xperia Compact. Incluso en dispositivos de tamaño algo más contenido como el iPhone X tenemos grandes pantallas, siendo en este caso de 5.8 pulgadas.
Los móviles crecerán junto a sus pantallas
Esto no quiere decir que tendremos siempre móviles de pantallas grandes en tamaños comedidos. La tendencia indica que esto no hará más que subir, y sólo estaremos abocados a ver grandes terminales en un futuro. Al público masivo le gusta las pantallas grandes, ya que el multimedia predomina en los gustos.
La reducción de marcos nos ayudará a contener un poco la locura y no tener tablets en vez de móviles, pero el concepto «phablet» está destinado a ser el estándar de la telefonía actual. Aquellos que quieran dispositivos con un tamaño algo menor tendrán que buscar alternativas y ya avisamos que la búsqueda será todo un quebradero de cabeza.
La cuestión radica en esta simple pregunta: ¿cuándo pararán los móviles de crecer?