Asociar la Inteligencia Artificial a Skynet es algo tan habitual que suele ser motivo de bromas cuando cualquiera detalla los avances en IA. El paralelismo con Terminator puede tener cierto sentido, pero resulta injustificado: no existirá nunca una Inteligencia Artificial con el suficiente control y dominio de sus actos como para suplantar las decisiones de la raza humana. Al menos eso era lo que pensaba hasta que vi la keynote del Google I/O de ayer.
Google Assistant era el centro de la conferencia en el momento en que Sundar Pichai comentaba algunas novedades del asistente. Sonreía ante lo que estaba a punto de suceder, sabía que pillaría por sorpresa al auditorio y a todos los que veíamos el streaming. Comenzó explicando que Assistant era capaz de guardar recordatorios para próximas citas. Puso como ejemplo un corte de pelo. Lo que nadie esperaba es que el asistente pudiera encargarse él solo de la reserva haciéndose pasar por una persona.
El momento es impagable. Google Assistant llama a una peluquería y se hace pasar por la persona que desea establecer una reserva. La naturalidad y efectividad de la IA son tales que en ningún momento se capta que al otro lado del teléfono esté una máquina. Impresionante. Y algo perturbador, al menos a mí me lo parece.
«¿Qué pasa si Google Assistant realiza la llamada en segundo plano por ti?»
Esas eran las palabras de Sundar para dar entrada a una de las llamadas más rupturistas a las que hemos asistido en tecnología. Una Inteligencia Artificial adoptando un tono natural y humano mientras lleva una conversación real con otra persona y le realiza una reserva. El nivel al que está la IA de Google es tan alto que estoy convencido de que podría suplantar a cualquier persona en una conversación básica.
La IA de Google podría suplantar a una persona y no nos daríamos ni cuenta
Más allá del enorme reto tecnológico que habrá supuesto entrenar a la Inteligencia Artificial de Google Assistant para que se comporte de esta manera y tenga respuestas a las posibles salidas de su interlocutor, esto abre la puerta a que nuestro móvil se convierta en un asistente real. No más llamar a la compañía telefónica, tampoco pedir una reserva en el médico: bastará con hacer un recordatorio y Assistant se ocupará de ello. El futuro es ahora.
Si soy sincero, no me esperaba llegar a este nivel tan «pronto». En cierta manera parece casi de ciencia ficción, como si hubiésemos llegado a ese futuro distópico en el que las máquinas se hacen con el control de nuestros actos. Y aquí retomo el paralelismo con Terminator ya que, de tener acceso a las decisiones de la humanidad, no sería descabellado que Assistant pudiera tomar los mandos. Supongo que lo haría mejor que Skynet, al menos el asistente de Google sabe contar chistes. Y quizá lo hiciese mejor que nuestros propios gobernantes humanos.
Hemos llegado al momento en el que las máquinas pueden hacerse con el control de la situación
Está claro que esta distopía es irreal, pero creo que habrás llegado a la misma conclusión tras ver el vídeo del Google I/O: la Inteligencia Artificial de Assistant puede suplantar sin problemas a una persona, al menos por teléfono. Haber conseguido este reto es un logro enorme, descomunal, que podemos utilizar en nuestros smartphones. Lo cual me lleva a otra pregunta: ¿ha llegado el momento en el que nuestro móvil es casi tan poderoso como nosotros mismos?
La Inteligencia Artificial es imparable y no tiene límites, por eso hay que ponérselos
Más allá de la broma, Skynet es un concepto que no tiene razón de ser dentro del desarrollo de la Inteligencia Artificial. El objetivo de la IA no es suplantar a la persona, sino ayudarla en las tareas donde acumule carencias. Assistant y sus recordatorios son un ejemplo, también otro que Google ha desvelado en forma de aplicación para personas con deficiencia visual: Lookout.
La aplicación hace uso de la Inteligencia Artificial, del aprendizaje de máquina y del reconocimiento visual para ayudar a aquellos que no pueden distinguir lo que les rodea. Lookout, una aplicación de accesibilidad que Google ha desarrollado y que estará disponible próximamente, examina el entorno para decirle al dueño del teléfono lo que tiene delante. Esto es de suma ayuda para los invidentes, por ejemplo, ya que no estarán tan perdidos cuando se encuentren en lugares que no conocen.
La Inteligencia Artificial puede mejorar la vida de quienes no pueden percibirla en su totalidad
La IA tiene un abanico de posibilidades casi infinito. Nos ayudará, nos facilitará la vida, colaborará en que establezcamos nuevas amistades, será capaz de filtrar la realidad para dejarnos ver solo lo que consideremos importante. Ahorrar trabajo, ese es su objetivo. Por más que, en ocasiones, pueda parecer perturbadora por una razón evolutiva: tendemos a desconfiar de quien no es como nosotros, del extraño, de ese ser invisible que, sin embargo, parece palpable. Pero hay que acostumbrarse, tarde o temprano nos llamará por teléfono haciéndose pasar por una persona. Y será más temprano que tarde, ya lo demostró ayer Google.