La resistencia IP68 es un bien que he descubierto hace relativamente poco. Ahora, no concibo mi día a día sin él.
El agua es el peor enemigo de nuestros smartphones. El problema viene porque los humanos tenemos el agua presente en todos y cada uno de nuestros días. Por lo tanto, basta un accidente para que nuestro preciado y carísimo móvil acabe en un cuenco repleto de arroz.
Pero si tienes la suerte de contar con un dispositivo con resistencia IP68 al agua y al polvo, entonces estás de enhorabuena. Yo hace poco que puedo disfrutar de esta ventaja en mi smartphone y, al igual que la doble cámara, esta se ha convertido en un motivo con más peso a la hora de considerar la compra de un smartphone.
El agua, presente en todo momento
Puede parecer una obviedad, pero somos humanos. En esta ecuación juega un papel protagonista el agua. La sed, el verano y su correspondiente calor o cualquier tipo de bebida pueden estar al acecho de nuestro móvil día a día. Basta un mal movimiento para que el líquido se derrame por nuestro smartphone.
Y ya no sólo agua: bebidas de todo tipo pueden ser un peligro. No queremos ser alarmistas ni mucho menos, pero recordemos que el smartphone como tal ya es parte de nuestra vida. ¿En qué desemboca esto? En el propósito de la resistencia al agua: está ahí, no la notas, pero te salva en el mejor momento.
Un héroe que no notas, pero que siempre te salva
A diferencia de otros detalles de tu smartphone, esta resistencia es algo que a simple vista no significa nada. Es decir, es más un plus o un añadido que una característica en sí. O eso al menos piensa uno las primeras veces, y por eso muchos no le damos esa importancia a la hora de comprar un móvil.
Os pondré un ejemplo curioso. Ayer, me llegó mi flamante y nueva Nintendo Switch. Cuando puse la caja de la consola en la mesa, le di a una botella de agua abierta que iba a la caja. Con un golpe de mano la agarré, y la dejé como pude en otro sitio. Mi mala pata quiso que esa botella se cayera de mis manos… encima de mi smartphone.
Gracias a que mi móvil tiene resistencia al agua y al polvo IP68, no pasó nada. Luego pensé: «Si esa botella hubiera caído en mi Nintendo Switch, hubiera sido un desastre.» O peor, si no hubiera tenido IP68 en mi móvil. No lo tuve en cuenta hasta ese momento, y tras el mini infarto correspondiente, me alegré de contar con esa característica.
Y momentos así hay muchos. Un mal golpe, la lluvia o una caída en una superficie acuosa (como una piscina en días veraniegos). No sería la primera vez que un móvil acaba visitando a su hermano el arroz porque a un gracioso le hacía ilusión tirar a su dueño a una piscina.
Esta es la gran baza a favor de esta resistencia: el factor aleatorio. Es un seguro de vida adicional que nos quita de problemas, sobre todo si acostumbramos a trabajar o a estar en superficies mojadas o con mucho contacto con el agua. Una tranquilidad que, personalmente, vale cada euro que pagas.
Esto no es gratis: conlleva un coste
Como era de esperar, esta característica no está en todos los teléfonos; sólo los gama media premium y sobre todo los gama alta disfrutan de esta resistencia. Depende principalmente de los fabricantes (y de la certificación IP, no todas son 68).
Independientemente de qué marcas lo lleven, esto implica en un coste adicional para el usuario. Lógico, más ventajas, más se incrementa el precio del dispositivo. Pero… ¿merece la pena pagar un poco más por un seguro contra el azar del destino que a lo mejor ni aparece? Ya os digo yo que sí.
Querer IP68 equivale a pagar más de la cuenta, eso es un hecho
Pagar por tranquilidad siempre es un acierto. Pagas una cantidad determinada por asegurarte de que no pierdes cientos de euros en un instante. Es un costo que dependerá de la persona, pero te quitas de problemas ante algo tan peligroso como el contacto con el agua. Eso sí, no te vuelvas loco… hay truco.
Un seguro que no es a prueba de balas
Hay un problema con la resistencia al agua. Mucha gente, cuando sabe que la tiene y es consciente de ello, considera que el móvil se puede mojar todo el rato. Y realmente, según la certificación, puedes sumergirlo a cierta profundidad durante un tiempo determinado. El problema radica en que esto sigue siendo peligroso.
La resistencia al agua y al polvo está pensada precisamente para esto: para accidentes. Para situaciones en las que el agua sea algo inevitable, como la lluvia, o accidentes como los antes mencionados. Sí, podemos juguetear un poco con esto, pero si estamos todo el rato mojando el dispositivo al final se nos romperá.
Esto es porque el móvil, siendo resistente, no es invulnerable. El agua entra en el dispositivo progresivamente, y si se moja demasiado, la resistencia se resiente y acabas por fastidiar el dispositivo. Y lo más importante de todo: tu garantía seguramente no te cubra el percance.
Si se te rompe el dispositivo por daños por agua… ten cuidado
Muchas empresas consideran que estos daños suelen ser provocados por el usuario. Además, esta resistencia, de cubrirse en la garantía, supondría un pequeño agujero por el que muchos podrían aprovecharse y tener reparaciones gratis. Por lo tanto, si tienes la mala suerte de que se te rompa el teléfono por el agua, es muy posible que la garantía no te cubra.
Esto está muy bien, pero ¿por qué debería tener resistencia al agua?
Pienso que todos los móviles deberían llevar resistencia al agua por varios motivos. El primero, y para mi gusto más crucial, es que es un reclamo de venta. En el verano las reparaciones por daños inflingidos por agua se disparan, y el que el usuario busque tener esta resistencia a modo de seguro de vida motivará a muchos para su compra. Además, otorga un plus al teléfono muy importante.
Y ya no sólo el agua, sino que estas certificaciones también cubren contra el polvo. Si ya teníamos situaciones en las que el agua puede ser un peligro real, el polvo las aumenta. El uso progresivo del smartphone, trabajos donde el polvo sea un añadido en el ambiente o simplemente si tienes mascotas pueden hacer que el polvo se acumule, por ejemplo, en los puertos de tu smartphone.
Además, el que esto se popularizara haría que muchos más terminales la incluyeran, y que pudiéramos acceder a dispositivos más baratos y variados que contaran con esta resistencia. Porque por ahora salvo excepciones, esta característica está sólo reservada para la gama alta, la alta alcurnia de Android.
Después de haber disfrutado de la tranquilidad y del poder despreocuparme de estos clásicos accidentes diarios, y sobre todo, de haber podido apreciar a esta muchas veces olvidada función, creo firmemente que más dispositivos deberían incluirla. Porque si a veces no podemos evitar ser unos torpes, qué menos que nuestros smartphones puedan protegerse solitos.