Hoy en día, lo más importante de un teléfono no es que llame… sino que haga todo lo demás muy bien. Especialmente en el apartado de la cámara, es la joya del tesoro. Si tienes una cámara que da buenos resultados eres alguien, sino… ¿quién eres?
La tecnología a veces es despiadada, pero piénsalo, observa tu entorno y te darás cuenta de que la cámara de un smartphone es lo que determina si estás en la élite o eres uno más. Megapíxeles, lentes, zoom, inteligencia artificial, todo eso está bien, pero ¿y la estabilización de imagen?
La estabilización de imagen
Es quizá la gran desconocida o, al menos, no demasiado valorada por la gran mayoría de los usuarios. Sin embargo, de nada sirve tener 30 megapíxeles si luego al hacer fotografías los resultados que obtenemos están lejos de ser decentes.
La gran pesadilla de todos es que esa foto tan codiciada, al ver cómo ha quedado, esté movida. Ahí es donde entra la estabilización de imagen, una serie de tecnologías que trabajan para compensar el movimiento. Ya sea por nuestro pulso o por estar andando, etc…
¿Por qué es importante en un smartphone?
Este tipo de estabilización hasta ahora se solía encontrar en las cámaras réflex, luego están los sistemas de estabilización profesionales en estudio. En un smartphone, que es un dispositivo pequeño y limitado de espacio, la implantación de un sistema de estabilización ha llegado poco a poco.
Dicha estabilización es importante en un smartphone por un simple detalle, su tamaño y peso. Estas dos variables hacen que al sujetar el móvil, en plena concentración grabando o haciendo una foto, se produzcan micromovimientos. Ya sea por el pulso, una simple brisa o porque estemos andando.
Pensando en corregir estos inconvenientes, y así evitar que una foto salga movida o un video tenga demasiadas vibraciones, se hace uso de un estabilizador. Existen dos maneras de implementarlo, una más eficaz que otra: la óptica y la electrónica.
Estabilización óptica
También llamada OIS -Optic Image Stabilization-. Es la encargada de mantener quietos tanto el sensor como las lentes de nuestra cámara. Un ejemplo bastante gráfico es un búho, seguro que habrás visto alguna vez cómo mantienen la posición de su cabeza aunque se muevan.
Algo similar ocurre dentro de la cámara de nuestro dispositivo. Mediante pequeños electroimanes, y con la ayuda de un giroscopio, el sensor y lentes «flotan». Esto hace que absorba la mayoría de movimientos, obteniendo así una fotografía nítida o un video más suave.
Sobre estas líneas podemos observar cómo funciona el estabilizador óptico en un Huawei P20 Pro. El conjunto de la cámara tiende siempre a su posición natural, amortiguando los movimientos que pueden provocar la trepidación.
Estabilización electrónica
También llamada EIS -Electronic Image Stabilization-. Es una manera más asequible de obtener una estabilización en la imagen de nuestro dispositivo. Sin embargo, a diferencia de la óptica, lo hace usando algunos trucos que son transparentes al usuario.
La manera de obtener la estabilidad es «recortando» la imagen. Al hacer eso, obtenemos el suficiente espacio alrededor para poder compensar el movimiento que se produzca. Como podemos observar sobre estas líneas, la zona gris sería el margen de recorte para estabilizar la imagen.
Siempre es mejor la estabilización óptica, pero, antes que no tener ninguna, el EIS está genial
Fotografía nocturna
Hemos llegado al tipo de fotografía en el que más se agradece un estabilizador de imagen. La fotografía es luz, y cuanta menos luz hay, más tiempo necesitamos para hacer una buena fotografía. Enciende la cámara de tu smartphone, apunta a una zona oscura y verás cómo tarda más tiempo en hacer una foto.
Si usamos un trípode este inconveniente se soluciona, pero no todos llevamos un trípode encima, y menos para nuestro smartphone. Aquí es donde la estabilización empieza a brillar ya que nos permitirá hacer fotos en las que se necesite más tiempo de exposición.
Una tecnología que está en expansión
A día de hoy los modelos de gama más alta son los que disfrutan de una estabilización óptica, dejando la electrónica para los modelos más asequibles. Sin embargo no desesperes: como ocurre con todas las tecnologías, antes o después se podrá encontrar en todo tipo de dispositivos.
Lo importante es que los fabricantes se están tomando en serio la fotografía y, gracias al uso de, por ejemplo, la estabilización de imagen, junto con la inteligencia artificial en algunos modelos, podemos obtener fotografías impensables hace nada.
La fotografía móvil avanza y hoy podemos disfrutar de resultados espectaculares