Hace unos días tenía una conversación en la que debatía con una persona si los smartphones se usaban ahora de forma diferente a como lo hacíamos hace 5 años. Obviamente si ese período de tiempo se amplía la respuesta es sí.
Llevo usando smartphones desde 2003 y no tiene nada que ver el uso de antaño con el de ahora.
Mi primera respuesta en dicha conversación fue un no. Lo usamos de manera similar a como lo hacíamos hace cinco años. Pero ahora no lo tengo tan claro.
El ecosistema como eje central
Cuando Android se presentó al mundo era una opción más entre muchas. Poco a poco eso ha ido cambiando hasta que, de facto, Android se ha convertido en alguno parecido a un monopolio, sin serlo.
Ha sido entonces cuando los diferentes fabricantes de móviles han empezado a ofrecer elementos diferenciales, no solo en hardware, sino también en software.
Huawei siempre ha sido el ejemplo clave en tanto que tenia su propia interfaz, aplicaciones e incluso tienda propia, que hace poco llegó a Europa.
El ecosistema se convertía en algo crítico para los grandes jugadores, que veían cómo la necesidad de diferenciarse era cada vez más relevante si querían seguir compitiendo.
Pasamos al siguiente nivel: servicios de valor añadido
Una vez una empresa tiene posicionado un elemento tan relevante como un smartphone el ofrecer servicios paralelos es algo sencillo. O al menos tiene más facilidad que otras compañías.
El mejor ejemplo de ello es Xiaomi, que en MIUI tiene la posibilidad de ofrecer productos que hace cinco años no hubiéramos imaginado en un móvil.
En India han presentado Mi Credit, un sistema para obtener créditos personales, préstamos, de manera sencilla. Es algo que por ejemplo en España vemos de manera asidua en anuncios de TV y publicidad online, pero no nos esperamos que BQ o Samsung nos dejen dinero.
El futuro ahondará en esta dirección
El poder de posicionamiento que tiene los grandes fabricantes no es equiparable al de ninguna otra empresa, salvo los medios de comunicación, y a veces ni eso.
Si Xiaomi, Oppo, Samsung o Huawei deciden ahondar en este sentido, y todo indica que lo estudian, podríamos asistir a un cambio en la forma en la que nos relacionamos con las empresa s ala hora de comprar.
Amazon ya lo intuyó, por eso intento hacer un móvil en el que la experiencia de compra estuviera dirigida a su portal, aunque fracasó.
Que un gigante en expansión como Xiaomi sea el abanderado de este movimiento nos hace pensar que no sería raro que sus rivales intentaran copiar esa idea, tanto dentro de su propio ecosistema como asociándose con empresas de otros sectores.