A veces un móvil viejo es la mejor forma de disfrutar un dispositivo de grandes prestaciones a un precio económico. Hemos cogido un viejo Zuk Z1 para ver qué tal se comporta con una versión moderna de Android.
Mi elección: Zuk Z1
Como ya he comentado en más de una ocasión, me gusta tener un móvil secundario para esas ocasiones en las que me voy a un lugar donde puede que termine necesitando un móvil pero que tampoco me importa tanto como para llevarme uno bueno y perderlo. Es verano, y esa situación suele ser la playa.
Mi compañero de playa durante estos últimos años ha sido el Xiaomi Mi 4, un móvil que a pesar de haber llegado al mercado hace cuatro años, sigue funcionando de maravilla (al margen de que no tiene NFC ni 4G). Hace unos días llegó por cosas de la vida a mis manos un Zuk Z1 y pensé «¿y si cambio mi móvil secundario?»
A nivel de especificaciones, el Zuk Z1 es muy parecido al Xiaomi Mi 4, ya que ambos comparten procesador, el Snapdragon 801. Las ventajas que me han llamado la atención del Zuk Z1 sobre el Xiaomi Mi 4 son las siguientes:
- Tiene mucha más batería.
- El almacenamiento crece de 16 a 64 GB.
- Tiene lector de huellas y USB tipo C.
Eran ventajas suficientes para probarlo, a pesar de su tamaño (me suele gustar que mi móvil secundario sea del tamaño más contenido posible) y quizás lo más traumático, tener que meterme en una ROM personalizada.
Algo que me gusta mucho del Xiaomi Mi 4 es que aunque se haya quedado en Android 6.0 Marshmallow, MIUI sigue actualizándose con los últimos parches de seguridad. En el caso de Zuk, la versión que estaba instalada era Android 5.1 con Cyanogen OS 12.1. Tocaba volver a los orígenes.
Los pasos que he tenido que seguir
El propósito de un artículo como este no es enseñar a instalar una ROM. La razón por la que no vamos a entrar en detalle es porque cada smartphone es un mundo, y los requisitos pueden variar. No obstante, existen una serie de pasos generales que hay que seguir para poder instalar ROMs en un móvil.
Recordar que según el móvil que tengamos serán necesarios distintos archivos o aplicaciones, y que os recomendamos seguir las guías que usuarios de la comunidad hayan creado de forma específica para este modelo.
Aún así, los pasos generales de estos móviles serían:
- Es necesario desbloquear el bootloader, o gestor de arranque. En móviles de Google, Zuk, OnePlus o BQ es tan fácil como ir a los ajustes de desarrollo.
- Conseguir root: Son permisos de super usuario.
- Instalar TWRP: Este es un menú de recuperación desde el cual podremos instalar ROMs con facilidad.
Por ejemplo, en mi caso, solo he tenido que ir a XDA y seguir esta guía.
La elección de una ROM, un paseo por XDA Developers
A pesar de que hay comunidades enormes en español como HTCMania, si quieres la mejor variedad de ROMs en cualquier dispositivo lo más recomendable es dirigirnos a XDA Developers, un portal para desarrolladores y entusiastas de Android. Es donde encontraremos la mejor información, y vamos a necesitar saber inglés sí o sí.
Entre todas las ROMs disponibles, mi inicial iba a ser Resurrection Remix. Es una ROM muy popular entre usuarios avanzados, ya que destaca por su buen rendimiento y opciones de personalización. Ya la conocía de haberla puesto en mi Galaxy Alpha, así que he decidí volver a confiar en ella.
Al final he decidido optar por Havoc OS, una versión de Android 8.1 con algunas personalizaciones. Destacar que viene sin root, lo que me ha permitido instalar aplicaciones como Netflix y juegos como Pokémon GO. También me gusta porque incluye varias opciones de personalización, además de venir con muy poquitas aplicaciones, las justas y necesarias.
Tener las aplicaciones de Google no es un problema
Un problema de las ROMs personalizadas es que en líneas generales, no incluyen ni Google Play, ni las aplicaciones de Google. Algo que está genial si deseas deshacerte de la gran G en tu móvil, pero algo que muchos otros no se pueden permitir.
Una página web a la que deberías echarle el ojo es al proyecto de Open Gapps. Se trata de una web que recopila las aplicaciones de Google que normalmente vienen preinstaladas en nuestro móvil. En esta web puedes elegir la versión de Android, tipo de procesador y tipo de las aplicaciones que quieres tener.
Por ejemplo, si seleccionas Stock, tendrás todas las aplicaciones de Google que encontrarías en una ROM de fábrica, mientras que al ir bajando, reduciremos las alternativas. Mi paquete favorito es Pico, que incluye la funcionalidad mínima para que funcione Google Play. Ya después puedes instalar desde la Play Store las aplicaciones de Google que realmente quieras y necesites, que en mi caso han sido:
- Google Fotos.
- Maps.
- Calendar.
- Inbox.
- YouTube.
Mi experiencia de uso utilizando este móvil
Podría parecer que utilizar un móvil con un procesador de hace cuatro años (indicación, el Zuk Z1 es un móvil de hace tres años, pero su ficha técnica es la de un gama alta de 2014) sería un sufrimiento, más estando yo acostumbrado a utilizar móviles que realmente son rápidos como el Google Pixel XL o el OnePlus 5, pero la experiencia no ha sido tan traumática.
A decir verdad, cuando empecé a utilizarlo no tenía mucha esperanza. Cyanogen OS 12.1 basado en Android 5.1 me parecía un sistema indigno. Iba lento a pedales y el diseño era de una época que prefiero no recordar. Me gusta Android P, me gusta Oreo, quería una experiencia más moderna.
Una vez instalada la ROM, todo cambió radicalmente. Este Zuk Z1 responde mucho mejor que terminales de gama baja o media actuales. Evidentemente su velocidad no se encuentra a la altura de los mejores móviles de 2018, pero en ningún momento sientes que funcione lento. Los juegos sin ser capaces de rendir en máxima exigencia, se sienten sin lag también.
Quizás uno de los aspectos que más he tenido que cuidar ha sido el de la batería, y es que en el caso de las ROMs a veces existe algún bug o descontrol de las aplicaciones que te acaba pasando algún tipo de factura. En mi caso ha sido ir comprobando el registro de batería para percatarme que algunas aplicaciones mantenían activo el sistema.
Las dos únicas cosas que he echado de menos realmente en este móvil son la conectividad NFC para pagar con el móvil, ya que es una herramienta que he acabado incorporando en mi día a día. Por otro lado, echo en falta una mejor cámara de fotos. En los dos últimos años la evolución de estas cámaras ha sido espectacular, y en este sentido si que se nota que estoy dejando algo importante detrás.
¿Merece la pena utilizar un móvil viejo con root? Este es mi consejo
Emitir un juicio sobre esto quizás parece complicado. Para gente como yo, optar por el cacharreo es una vía divertida de hacer cosas, pero no siempre es la más óptima.
Por ejemplo, durante algunos días si que he podido utilizar este móvil como dispositivo principal sin ningún tipo de problemas, pero también es que en estos días en los que no tengo que atender muchos asuntos tampoco me causa problemas tener un dispositivo que puede fallar.
Si utilizas tu móvil para el trabajo creo que el tema de utilizar ROMs no es lo más adecuado, y que en herramientas necesarias para la vida profesional quizás deberías invertir más en tu próximo móvil. Lo mismo digo para quien quiera tener acceso a las últimas tecnologías, especialmente en temas de fotografía.
Pero ¿y para esa persona que está frente a su primer móvil? ¿Y para aquellas personas que usan un móvil por ocio pero que no tienen mucho dinero para gastar?
En este caso si que creo que es una buena idea. Ya sea para reciclar un móvil que haya quedado en desuso o para hacer una compra certera en la segunda mano. Eso si, siempre debes de tener cuenta estas normas.
- Si no sabes del mundo del root y las ROMs, vas a aprender por las malas. Requiere tiempo y paciencia.
- Si vas a usar un móvil antiguo, haz una copia de tus datos.
- No todos los móviles tienen variedad de ROMs. Si tu viejo dispositivo no las tiene, no se puede hacer nada.
- Ten en cuenta el consejo 3 a la hora de comprar un móvil de segunda mano. Descarta los que tengan mala comunidad.
- LineageOS es una ROM muy extendida que va genial. Siempre puedes mirar la lista de dispositivos más usados para hacerte una idea.