Internet está lleno de noticias, siendo muchas de ellas sobre productos que parece que revolucionarán nuestra forma de vivir. La mayoría de las veces no termina siendo así, y la razón es muy simple. Que algo sea vistoso y parezca una buena idea termina siéndolo.
Parece revolucionario, pero no
Cuando uno ha podido vivir un tiempo está acostumbrado a haber conocido varios lanzamientos de dispositivos. El mercado móvil es uno de los más interesantes en mi punto de vista. Hay mucho interés económico y todas las empresas quieren llevarse el gato al agua.
Competir contra los líderes es difícil, por lo que todo producto que recoja titulares es de buen ver. Pero al final esas propuestas acaban pasando con más pena que gloria. Hace unos meses hablamos de 9 propuestas que parecían adelantadas a su tiempo.
Parecían buenas ideas, pero no…
La principal barrera, los compromisos
A veces algunas personas recuerdan con cariño estos dispositivos, mientras que muchos que se decantaron por ellos no se atreven a volver a arriesgarse. Una vez ya son demasiadas.
¿Por qué estos inventos suelen pasar tan desapercibidos y no dejar huella? Cuando converso con gente sobre el tema, el principal argumento suele ser de marketing, y en parte no es descabellado pensar eso. Pero en mi opinión hay un factor aún más importante, y es la experiencia de uso.
Una persona normal no carga con cuatro móviles a la vez (aunque algún editor de El Androide Libre sí :p). El móvil se ha convertido en un dispositivo esencial en nuestra vida, y la razón de ello es que incluye muchas características que nos gusta tener encima.
Cuando una marca lanza un producto llamativo, esa invención suele arrastrar un coste de investigación y desarrollo, algo que aunque no lo parezca, tiene un coste enorme. La empresa de turno se encuentra en ese caso con una tesitura, y dos posibles soluciones.
- Optar por un precio elevado: Muy mala, ya que pocas personas dispuestas a gastar semejante calidad lo harán en un «experimento»
- Compromisos: Peores especificaciones, un mayor grosor, peor batería.
Al final la segunda opción es la menos mala de las dos, pero conlleva que tu móvil sea peor en otros aspectos. El concepto del Yotaphone (móvil que me encanta) era genial, pero al final móviles de su época tenían mejor cámara, mejor batería, más pantalla y menos precio. Aspectos que la mayoría de usuarios van a valorar más, porque son aspectos que pesan más en términos globales.
Ideas que no parecen tan buenas al final si terminan siéndolo
Del mismo modo, las grandes revoluciones en ocasiones terminan siendo tonterías que miramos con rechazo. En estos momentos, quizás el notch sea el más polémico de ellos.
Grandes fabricantes chinos como Vivo u Oppo han presentado sus alternativas. Tenemos más pantalla, concepto por el que nació el notch, pero tenemos nuevos compromisos.
Esta misma mañana hablábamos del propio Oppo Find X, el cual lo había pasado terriblemente mal en su test de tortura. Si, es verdad que estos test de tortura buscan eso, destrozar el móvil. Pero es innegable que la pieza móvil es propensa a romperse en casos de uso que no tienen móviles convencionales.
La excelencia no se mide en aciertos, sino en errores.
Al final, la ingeniería no es un circo. No triunfa lo espectacular. Triunfa lo que funciona, lo que tiene menos errores y compromisos.
No se puede vivir una revolución cada año, y quererlo es estar muy aburrido
Para muchos, el mercado móvil cada vez es más aburrido, ya no se innova, que si solo pulen pequeños detalles, que si el notch es feo, que si los chinos vienen pisando fuerte.
Hemos vivido unos años de locos, pero creo que toca asumir que no se puede vivir una revolución tecnológica cada año. Y mucha gente que aún no sabe aprovechar las capacidades de su actual móvil quiere cosas nuevas, esperando, yo que sé, unicornios.
El valor y logro que tiene el smartphone es haber aunado la mayoría de revoluciones tecnológicas del último siglo en un dispositivo de bolsillo. Y crear cosas vistosas no va a revolucionar nada, porque queremos escuchar música, tomar fotos y vídeos de esos recuerdos inolvidables, compartirlos con personas especiales.
Si tan fácil es innovar, hazlo tu
Todo esto no ha parado aún, y en el futuro veremos nuevas características que nos emocionarán. Pero por cada pequeña revolución va a haber diez ideas que parecían buenas, pero que solo lo parecían.