Infrarrojos en el móvil: ¿útiles o un componente prescindible?

Cuando analizamos cualquier smartphone siempre pasamos despacio por la tabla de especificaciones. En este punto solemos destacar elementos imprescindibles, como el procesador, la memoria RAM y el almacenamiento; el sonido y las conexiones es otro punto clave; la batería se merece una buena atención; y la cámara suele llevarse un porcentaje alto de toda review. Después hay componentes más prescindibles, como la radio FM o el que nos ocupa, el emisor de infrarrojos.

Que sean más prescindibles para según qué fabricantes no implica que dejen de serlo para los usuarios. Igual que los hay que ven en la radio FM un motivo esencial para adquirir el móvil también los hay que sin los infrarrojos no pueden vivir. Igual que en los colores, en los platos preferidos o en la disyuntiva de «mar o montaña», en los componentes de un smartphone hay gustos y preferencias.

Hablemos de los infrarrojos. Generalmente se define como «sensor» por más que sea impreciso: los móviles solo suelen ser emisores ya que carecen de la cualidad de recibir el espectro infrarrojo. Aun así es un componente muy práctico para una función: sustituir casi cualquier mando a distancia.

Con el emisor de infrarrojos de algunos Android puedes olvidar los mandos a distancia

No es que yo ame el emisor de infrarrojos y solo elija aquellos smartphones que lo traen incluido, pero he de reconocer que sí me ha ahorrado más de un inconveniente. Incluso hice la típica broma de apagar la televisión en un bar para mosquear a los que estaban viéndola, también en una tienda de electrodomésticos. Sí, los infrarrojos pueden convertirte en un «malote».

Desde gastar bromas a ofrecer una solución cuando no encuentras el mando a distancia

Bromas aparte, este componente es uno de esos secundarios que tiene una gran legión de fans detrás. La razón ya la hemos comentado: basta que tengas un móvil con infrarrojos para que puedas sustituir casi cualquier mando a distancia.

Estás sentado en el sillón después de un día agotador de trabajo, enciendes la tele con el móvil, buscas la entrada de vídeo desde el smartphone, envías al televisor tu serie favorita de Netflix, subes el volumen de la barra de sonido desde el smartphone, activas el aire acondicionado y lo pones a 22 grados sin usar el mando a distancia del aparato… En definitiva: el emisor de infrarrojos es una pequeña gran herramienta, un elemento que va tomando más valor conforme lo usas.

Pese a que es útil los infrarrojos son un elemento que está en pocos smartphones

Este emisor suele encontrarse en los Mate de Huawei, también en una nutrida selección de móviles de Xiaomi, normalmente los más accesibles (los Xiaomi Mi A2 y Mi A2 Lite son un buen ejemplo). LG también lo solía incluir, incluso Samsung. Actualmente va desapareciendo por más que haya marcas que aún lo tengan en cuenta.

El número de móviles con infrarrojos ha ido reduciéndose, pero hay marcas que lo mantienen

No es un componente que encarezca el precio, aunque sí añade algo más de complejidad a la construcción de los smartphones. Además, el creciente interés en los móviles resistentes al agua hace que el emisor de infrarrojos se vea en dificultades: cuantos más agujeros tenga un móvil más posibilidades hay de que se cuele agua. De ahí que muchos fabricantes lo hayan quitado al hacer sus dispositivos IP 68 (LG, por ejemplo).

Puede gustarte o no la idea de controlar la televisión y otros electrodomésticos desde el móvil, pero no cabe duda de que añadir opciones al teléfono incrementa el valor del dispositivo. Así que, ¿por qué no generalizar y conseguir que los infrarrojos sean tan habituales como el Bluetooth? ¿Eres de los que no compraría un móvil si no tiene infrarrojos?