El regreso de Nokia al universo de los smartphones, provocó sentimientos encontrados. Había quienes lo recibieron como una de las grandes noticias para el sector, la vuelta de un referente. Y para otros, desconfianza sobre esta «nueva» Nokia.
Gracias a la perspectiva que nos da el paso del tiempo, ya tenemos los suficientes datos y sensaciones para valorar esta Nokia renovada. ¿Ha cumplido las expectativas? ¿Sigue teniendo el tirón de antaño? Para responder a estas preguntas, volvamos atrás en nuestro Delorean.
Nokia 2010, una serie de catastróficas desdichas
Hemos regresado al año 2010, poco tiempo después de que Apple y Google pusieran patas arriba el sector de la telefonía. Nos encontramos una Nokia que viene de una larga trayectoria, siendo el referente en la telefonía móvil.
Pero la hasta entonces todopoderosa compañía, no acababa de encontrar su sitio en el nuevo panorama de los teléfonos inteligentes. Habían gozado de bastante éxito con sus Nokia 5800 XpressMusic o el Nokia X6, pero desde Cupertino y Mountainview venían con ganas.
Si, Nokia tenía Symbian como su sistema operativo para dispositivos inteligentes y además estaban probando MeeGo como alternativa a iOS en teléfonos de gama alta. Pero una serie de malas decisiones y el empuje de nuevas compañías la llevaron a ser vendida a Microsoft en 2013.
Personalmente era de los que tenía esperanzas en esta alianza, Microsoft y Nokia, dos gigantes de la tecnología unidos ¿Qué podía salir mal no? Esa pregunta tuvo una respuesta a corto plazo, todo iba a salir mal, no había una decisión que arrojara luz.
Los dispositivos que surgieron de esta relación, eran bastante buenos, hablamos de los Lumia 950, 1020 e incluso la gama 640. Sin embargo, una sucesión de malas decisiones solo hacían que Nokia bajara en picado, por ejemplo:
- No facilitar la transición a los desarrolladores de Windows Mobile -pensado para teclado y stylus- hacia Windows Phone – pensado para su uso táctil-
- Poco apoyo de los desarrolladores de aplicaciones
- Una política de actualizaciones un tanto excéntrica, que generaba desconfianza.
Nokia 2015, la agonía de la espera
A estas alturas, Nokia había perdido todo lo ganado en sus gloriosos años de la telefonía móvil y el mercado se quedó sin dispositivos que llevaran el logo de tan mítica empresa. Había un sentimiento de querer recuperar y darle brillo a Nokia, pero estaban atados de pies y manos.
Hasta que no cumpliera el contrato firmado con Microsoft, no podía desarrollarse y mucho menos hacer uso de la marca Nokia en ningún dispositivo. Por lo que hubo una larga travesía en el desierto, esperando su momento, mientras otras como Samsung disfrutaban de las mieles del éxito.
Sin embargo, algo empezó a cambiar a finales del año 2016. Había el rumor de que Nokia podría regresar, bajo un nuevo dueño HMD, aunque de momento solo al mercado asiático. Daba la sensación que ya solo quedaba de Nokia su logo, el cuál podría ser usado para vender dispositivos «chinos». Pero… todo daría un giro de guion.
Nokia 2017, el retorno del rey como principito
Ya teníamos el primer dispositivo de la nueva Nokia, encarnado en el Nokia 6. Un dispositivo que para sorpresa de muchos tenía buenos mimbres y daba la sensación de tomar el testigo de esa Nokia que todos añorábamos.
Lo que era una sensación, se convirtió en una realidad con la llegada del MWC de ese año. Junto con una magistral campaña de marketing, usando el mítico Nokia 3310 como reclamo, por una cosa o por otra casi todos hablábamos de Nokia.
Entonces llegó el día y más allá de la anécdota del indestructible 3310, nos llegaron tres dispositivos que apuntaban directamente a la gama más competida, la gama media. Nokia 3, Nokia 5 y Nokia 6, tres sabores de una misma filosofía.
Dispositivos que gozaban de buena construcción, la última versión de Android acompañada de una fluidez notable y un precio dentro de lo normal. Quizá pecaban de conservadores en las especificaciones, pero Nokia ya estaba de nuevo en la pista.
Nokia 2018, ¿estamos ante la nueva Motorola?
Durante el 2017 Nokia vio como ganaba de nuevo protagonismo en el sector, sus dispositivos empezaban a ser populares y aparecían en las listas de los más recomendados. Donde antes se recomendaba un Motorola como la opción idónea, ahora se añadía Nokia.
Un año después, de nuevo en el MWC, Nokia dio un paso más y nos presentó su nueva gama de dispositivos. Revisiones que mejoraban los errores del pasado y con un sello bajo el brazo que sería determinante, Android One.
Nokia ya había conseguido su trocito de pastel en la gama media y sabía que para consolidarse había que ofrecer algo distinto. Ya tenían una buena construcción, especificaciones a la altura, empiezan a recuperar el sello de Carl Zeiss en sus cámaras y gracias a Android One el soporte directo de Google.
Donde Motorola hace aguas, Nokia se consolida
Esta nueva Nokia tenía como principal objetivo una gama en la que hasta ahora Motorola era la reina. La gama media, dispositivos asequibles que ofrecían buen rendimiento, sin embargo Motorola tras su adquisición por parte de Lenovo empezó a descuidar un aspecto.
Las actualizaciones, veíamos como dispositivos quedaban estancados en versiones de Android o que la actualización llegaba tarde y mal. Y el usuario de ahora no es el mismo de los inicios de Android, ahora se tiene en cuenta hasta el último detalle.
Y ahí estaba la llave para ganarse a nuevos usuarios por parte de Nokia, llegar con dispositivos a buen precio, hardware solvente y actualizaciones garantizadas. Si ponías tu dinero en un Nokia, sabías que tendrías 2 años de actualizaciones del sistema y 3 años de actualizaciones de seguridad.
Esta nueva Nokia no debe repetir los errores del pasado
A día de hoy Nokia está en un punto dulce, en poco menos de dos años ha vuelto a tener un nombre en el sector. Sus dispositivos gozan de buena reputación y hasta ahora están cumpliendo con las expectativas. Sin embargo no deben bajar el pistón.
Sus dispositivos principales compiten en una de las gamas más reñidas que existen. Por lo que no deben dar el trabajo por hecho y querer vivir de la inercia, algo que parece que le ha ocurrido a Motorola… El usuario de hoy es exigente y en un gran porcentaje sabe lo que quiere. Si se siente «engañado» dará la espalda a esa marca.
La parte más difícil ya la han hecho, pasar de la nada absoluta a ser de nuevo una marca a tener en cuenta en el sector. Además los ingredientes que tienen son excelentes, por lo que siguiendo con el gran trabajo realizado hasta ahora deberían seguir la senda del éxito. Eso esperamos.