La industria tecnológica es un sector muy competitivo en el que miles de empresas luchan día a día. Dentro del mismo no todas las divisiones son iguales pero podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que los smartphones son uno de los mercados más agresivos. Esto hace que las empresas fluctúen mucho, mucho más que en otros sectores industriales.

Pese a eso hay casos muy paradigmáticos, como el de HTC, que ha pasado de ser una referencia en la industria a las sombras de la misma. Hace pocos años nos maravillábamos del HTC One, mas tarde conocido como M7, por su espectacular acabado en aluminio. Veíamos cómo se implementaba una segunda cámara en el M8 para poder realizar fotos con desenfoque. Sense era una de las capas más queridas.

Y ahora, la nada.

Historia de una montaña

Acabamos de describir el pico de una montaña en la que HTC ha estado, y sigue estando, instalada. Desde ese culmen hasta ahora vemos una línea descendente de decisiones erróneas o simplemente de falta de músculo financiero. Pero había otra linea ascendente, la que llevó a QTEK de fabricar móviles para otros a aliarse con la mismísima Google en los primeros smartphones Android.

Actualmente HTC parece que se encuentra muy perdida, con apuestas de calidad como el HTC U12+ pero sin una presencia fuerte ni en los mercados convencionales que necesitan fuertes inversiones de capital para marketing e I+D, ni en nichos que se centran en ventas online y en crear una fuerte comunidad.

Fábrica de Hitos

Es posible que ninguna empresa tenga en su currículum la creación de tantos hitos de la historia de Android como HTC.

• HTC Dream: Este fue el primer móvil con Android, también conocido como HTC G1. Con teclado físico para rivalizar con la entonces poderosa Blackberry.
• HTC Magic: El móvil que supuso la llegada internacional de Android en muchos países y operadoras.
• HTC Hero: El primero móvil que usaba una capa encima de Android. Sense era mucho más bonita y tenía muchas más opciones.
• Nexus One: Los Nexus siempre han sido una referencia en Android dado que fueron los primeros móviles de Google.
• Google Pixel: aunque no tenga su logotipo, el Pixel original también fue diseñado y construido por HTC, aunque bajo la supervisión de Google.

La apuesta por la excelencia salió cara

HTC estuvo un tiempo buscando su esencia y finalmente apostó por la calidad. Creo móviles con gran diseño, un sonido incomparable, buenas cámaras y alto precio. El mercado consideró que ese no era el camino.

Empresas como Samsung o Apple ya tenían copado ese nicho, a veces por méritos propios y a veces por puro músculo financiero. Todos recordamos las comparativas entre los HTC y Samsung de turno. Como poco estaban equilibradas.

Pero también Huawei empezó a pelear desde abajo y una empresa medianamente pequeña como HTC no pudo hacer frente a ello.

Sense pasó de ser una capa llamativa a un lastre

Antes hemos dicho que Sense fue un motivo de elección de HTC al principio de su andadura pero eso cambió con el tiempo. HTC metió cada vez más aplicaciones y funciones en su sistema y eso hizo que las actualizaciones fueran más lentas, lo que hizo que los usuarios más avanzados empezaran a dejar de valorar la compra de los móviles de este fabricante.

La realidad virtual como nuevo foco

Viendo que los smartphones eran poco menos que un campo de minas HTC decidió diversificar hacia la realidad virtual con productos de gran calidad. El problema es que ese es un sector que incluso hoy, en 2018, no representa una alternativa viable.

De hecho algunos rumores hablaban de la división de la empresa o incluso la venta de su división de realidad virtual dado que no ha conseguido el impacto que buscaba.

La alternativa Nokia

Una de las pocas posibilidades que le vemos a la marca es que una empresa diferente quiera apostar por resucitar ese nombre, como ha hecho HMD con Nokia. Sin embargo HTC nunca ha sido lo que Nokia era a finales del siglo pasado, una marca con un gran historial de fiabilidad y de innovación.

Pese a eso crear una imagen de marca no es ni fácil ni barato y esta podría ser una posibilidad para empresas nuevas que quieran entrar en un mercado que ha demostrado ser altamente agresivo.