La lucha por la supervivencia no es fácil, y sino que se lo digan a Telegram. La aplicación de chat ha logrado hacerse un hueco para muchos por sus inmensas funcionalidades ¿Cómo? Aprovechando aquellos nichos en los que WhatsApp no tenía presencia. La aplicación está optimizada para cualquier dispositivo y su uso es muy agradable en todos ellos.
Muchos se quedaron por el camino en la perpetua batalla contra WhatsApp, pero Telegram sigue al pie del cañón. La herramienta de mensajería ha demostrado con creces que puede plantarle cara al más consolidado y ser un rival difícil de batir. Y entonces ¿Por qué usar Telegram frente a WhatsApp? Te lo contamos.
Ha eliminado la bidireccionalidad y eso permite mucho
Una de las principales ventajas que ofrece Telegram es la posibilidad de crear un canal a modo de newsletter para publicar noticias y avisos que interesen a una comunidad concreta, sin límite de usuarios. Estos canales de información permiten introducir un cambio respecto a la tendencia de su principal competidor: la unidireccionalidad. A estos grupos masivos no se les permite hacer feedback a los avisos y mensajes que lleguen por parte del moderador del chat. Se elimina aí la bidireccionalidad a la que estábamos acostumbrados en estas herramientas. Telegram pasa a ser una herramienta de trabajo más y eso solo puede significar una cosa: se hace indispensable.
La unidireccionalidad convierte a los canales de Telegram en algo similar a un tablón de anuncios. Perfecto para no perderse nada.
Además, estos canales gestionados por uno o más administradores permiten visualizar mensajes anteriores para el futuro integrante. Es una ventaja para el usuario interesado en entrar en el chat y para el administrador, que puede editar los mensajes en caso de que la información que se publique en este «tablón de anuncios» se deba modificar.
Otra de las ventajas destacadas en este apartado es la posibilidad de anclar mensajes. Los administradores pueden dejar fijada una advertencia, una noticia o lo que consideren indispensable para futuros integrantes del chat.
Mucho más útil en el ámbito laboral y académico
La prospectiva para Telegram es positiva. Así lo confirmó el Estudio Anual de Redes Sociales del pasado 2017. El informe destacó que, pese a la clara prevalencia de WhatsApp como herramienta para la mensajería, la plataforma consigue ser, junto a Instagram, la que más ha aumentado en cuanto a frecuencia de visitas. La app mejora así sus cifras generales de 2016.
Y sus número podrían seguir mejorando si sus virtudes son provechosas para espacios diarios como nuestro trabajo o la universidad. La ramificación de Telegram hacia un ámbito laboral o académico ofrece al usuario algo muy práctico: la diferenciación.
Lo más complejo para cualquier app es lograr hacerse necesarias en nuestro día a día, y parece ser que la herramienta lo está consiguiendo. WhatsApp, al requerir de número de teléfono para iniciar la conversación, tiene un halo de intimidad del que Telegram se está desprendiendo. Y eso no le perjudica, al contrario. La clave está en le damos un uso distinto a Telegram del que le dedicamos a WhatsApp.
La creación de canales abre un mundo de posibilidades para, por ejemplo, cursos universitarios en los que el número de alumnos es enorme. O trabajos, en los que es necesario actualizar información continuamente. Un chat más formal que no se ve interrumpido por los mensajes de sus integrantes.
Los bots de Telegram lo hacen todo más sencillo
Las posibilidades de esta app nacida en 2013 son enormes y su reconocimiento en ciertos ámbitos empieza a ser notoria. Si por algo destaca actualmente Telegram es por la interacción a través de bots. Para aprovecharte de esta funcionalidad es tan sencillo como buscar al bot y usarlo a través de una conversación al uso. No obstante, también puedes introducirlos en un grupo como si de un usuario más se tratara, o incluso invocarles. Así, como quien realiza una plegaria. O casi, basta con introducir la @ antes del nombre del bot y aparecerá.
Lo mejor de todo es que Telegram permite crear un bot a quien lo desee optando por una API abierta. Por lo tanto, el desarrollador marca los límites de lo que su «creación» pueda hacer. Es casi imposible hacer una lista con las posibilidades que tiene cada bot puesto que son ilimitadas. Dependen de la imaginación de los desarrolladores. Los bots consiguen dar la sensación de estar usando aplicaciones diferentes dentro de la propia Telegram, unas más útiles que otras.
La simultaneidad funciona y es realmente cómoda
Aunque WhatsApp ya permite el uso de la aplicación en tabletas, Telegram ha logrado optimizar su aplicación de chat en cualquier dispositivo. Ya sea en tableta, ordenador o teléfono móvil la aplicación funciona a la perfección. Además, facilita la tarea de pasar a trabajar de un dispositivo a otro sin necesidad de códigos QR o cualquier otra cosa que pueda ralentizar ese cambio.
No nos parece una locura sugerir que igual el secreto subyace en que WhatsApp y Telegram están dejando de ser rivales. Todo ello provocado porque ambas herramientas de mensajería son clave para hacernos la vida más cómoda. Telegram nos permite tener canales, bots y mayor privacidad, WhatsApp sigue siendo nuestra preferida para comunicarnos a diario.
Pero no hay que restarle méritos a la protagonista de este post, porque cuando logras que los grandes te imiten, es que estás haciendo bien las cosas. WhatsApp insertó no hace mucho la posibilidad de escuchar audios de manera consecutiva, y esa es una de las características que Telegram ya incorporaba. Lo que está claro es que Telegram se toma con elegancia la rivalidad frente a WhatsApp, tanto, que incluso ha creado un pack de stickers para su principal enemiga.
¿Cómo hemos podido vivir tanto tiempo sin editar los mensajes?
WhatsApp nos permite eliminar mensajes una vez enviados a nuestro receptor. Tendremos siete minutos para arrepentirnos y que el destinatario no sepa jamás qué es lo que queríamos decir. O sí, porque aunque puede ser de ayuda, la persona logrará ver que algo hemos borrado.
A muchos nos sigue pareciendo insuficiente la introducción de una acción como la de eliminar los mensajes para todos los destinatarios. Sí, es práctico, pero sigue siendo mucho más útil la edición del mensaje que has enviado. Que Telegram apueste por esto último ayuda a que la conversación sea más fluida y no tengamos que estar corrigiéndonos a nosotros mismos.
No habré sido yo el único al que el autocorrector o el texto predictivo les ha jugado una mala pasada. Los grandes problemas acaecidos en WhatsApp son nimias tonterías en Telegram. Envías un mensaje equivocado, pulsas sobre él, editas y fin de la historia.
Un navegador interno para acabar de conquistarnos
Como veis, son pequeñas cosas las que marcan la diferencia. La experiencia del usuario puede mejorar una barbaridad incluyendo aspectos que todos, sin saberlo si quiera, ansiamos. Y otra de esas cosas que no sabíamos que podíamos echar de menos es un navegador interno para nuestra app de mensajería.
Recibir enlaces y poder abrirlos sin salir de la herramienta que estemos usando es algo útil y cómodo. El navegador interno de Telegram permite no saturar a nuestros terminales cuando tengamos demasiadas aplicaciones abiertas.
Y para los que prefieran no usarlo, en los ajustes de la app también puedes escoger entre la lista de navegadores y decantarte por el que más te guste.
- Ajustes -> Mensajes -> Desmarcamos la opción «Usar navegador interno»
La mayor seguridad del mundo al iniciar un «chat secreto»
No queríamos destacar en este artículo la privacidad que proporciona Telegram frente a otras herramientas de mensajería, pero lo vamos a hacer indirectamente.
Telegram permite empezar una conversación secreta con nuestros contactos. Será suficiente con seleccionar la opción al crear una nueva conversación. Es posible que llegados a este punto os preguntéis ¿Para qué? Si la app presume de la privacidad que logran sus clientes ¿Qué aporta un chat secreto? Pues mucho.
Los chats secretos permiten mantener una conversación sin que los mensajes se guarden en la nube
WhatsApp optó por los respaldos no cifrados para cuando necesitamos restaurar los chats. Este mecanismo almacena todos nuestros mensajes en una nube y sin cifrar. La única forma de conseguir que nuestras conversaciones sean realmente seguras, es eligiendo la opción «Nunca» cuando WhatsApp nos pregunta sobre la frecuencia de la copia de seguridad de nuestros mensajes. Si elegimos cualquier otra opción, todo lo que digamos será entregado sin cifrar al proveedor de la nube.
El cambio que propone Telegram
Telegram sugiere otra vía. El cifrado cliente-cliente soluciona los problemas derivados de usar la nube. Con los chats secretos el usuario tiene el control absoluto porque elige qué información no quiere que se almacene. Nadie podrá descifrar una conversación iniciada en este chat, ni si quiera la propia Telegram.
Además, para los más cuidados de su privacidad, dentro de los chats podemos usar la autodestrucción de nuestros mensajes o contenido multimedia. Podemos escoger un tiempo límite para que la información desaparezca de nuestro terminal y del terminal receptor.
Eso sí, al no formar parte de la nube de Telegram, solamente podrás acceder a los mensajes de ese chat desde el dispositivo con el que iniciaste la conversación.
Una herramienta para enviar contenido pesado
Terminamos este repaso con otra utilidad básica que debería tener cualquier herramienta de mensajería que se precie. Y sí, esto es un codazo en toda regla para WhatsApp. La app ha tardado, pero por fin nos permite su uso en tabletas. Sin embargo, sigue sin ser una elección viable para el trabajo multiplataforma. Una herramienta tan masiva como WhatsApp tiene carencias insalvables, y allá va una más: no podemos enviar archivos de gran tamaño con ella.
Telegram nos hace la vida más sencilla. Que la plataforma nos permita la transferencia de archivos de hasta 1,5GB es algo digno de mención. Compartir archivos grandes puede ser un engorro, pero desde Telegram podremos hacerlo. Esto es incluso más positivo cuando recordamos que podemos usarla en cualquier dispositivo. Tan sencillo como escoger archivos, comprimirlos y arrastrarlos al chat.
Mientras tanto, en WhatsApp solamente podremos enviar fotografías de nuestro carrete de treinta en treinta. No parece ser la reina de la mensajería y aún así, lo sigue siendo.
Aunque WhatsApp no ha tenido un antagonista claro en la historia de su vida, parece que Telegram se ha plantado como el contendiente perfecto. Solo el futuro dirá cuál de las dos se hará con el trono. Hasta entonces, seguiremos compatibilizando su uso y disfrutando de ambas. Y tú ¿Con cuál te quedas?