A la tecnología no se le puede poner freno porque la innovación siempre camina hacia delante, en busca de superar cualquier tipo de límite. Y, dado que los dispositivos electrónicos poseen multitud de límites, los fabricantes logran pasito a pasito eliminarlos. A menudo en consonancia con los deseos de los usuarios (más potencia, memoria, mayor almacenamiento…) y en multitud de ocasiones consiguiendo todo lo contrario.
Para que tengamos móviles más finos y de mayor pantalla nos debemos amoldar a una menor batería, al notch, a que la doble cara de cristal aumente la fragilidad de los smartphones, nos hemos tenido que acostumbrar a que los fabricantes nos quitasen el puerto de auriculares… Y precisamente por este camino transitan ahora: por el de eliminar la mayor cantidad de puertos y elementos físicos en pos de conseguir móviles más compactos, de gran pantalla y resistentes a los elementos.
Si nos hubieran dicho que en 2019 habría smartphones sin puerto de auriculares, sin puerto de carga y con ausencia de botones habríamos pensado en un episodio de Black Mirror, pero no: la distopía se ha hecho realidad. Y, por desgracia, tendremos que acostumbrarnos a ella.
Meizu Zero y Vivo Apex 2019, dos conceptos que van camino de fabricarse
Quizá leer lo de «concepto» aleje la idea de que los móviles sin puertos ni botones no existen más allá de bocetos, pero no: no tardaremos demasiado en verlos fabricados. Detrás se encuentra el deseo de los fabricantes por ser los primeros en poner en circulación las últimas innovaciones, incluso cuando estas consisten en reducir sistemáticamente funciones que ya se habían hecho naturales.
¿Cómo conectar el móvil al ordenador si no tiene un puerto USB por el que unir ambos aparatos mediante un cable? ¿Por qué prescindir de los botones físicos si son la manera más universal y sencilla de encender y apagar el teléfono o variar su volumen? ¿Qué pasa si el móvil no responde y no tiene botones que pulsar o batería que retirarle para forzar un reinicio? Quitar nunca mejora por más que nos intenten vender lo contrario.
Quitar elementos obliga a encontrar soluciones mucho más complejas y caras
Empezaron por el puerto de auriculares. Muchos nos quejamos, pero los fabricantes tenían respuesta ante las quejas: un simple adaptador permite usar los auriculares con cable tradicionales sin demasiado problema. Ahora nos quitarán ese USB obligándonos a utilizar auriculares inalámbricos, igual que con la carga. No sería problema si el Bluetooth fuese un estándar con la misma calidad que el cable, igual de barato y de universal, pero no es el caso. Se avanza un paso y nos obligan a retroceder dos.
Los Meizu Zero y Vivo Apex 2019 son la avanzadilla de los móviles que vendrán, unos smartphones tan pulidos y carentes de fisuras que se parecerán más a una pastilla de jabón que a un dispositivo electrónico. Sí, quizá lo inalámbrico haya evolucionado hasta el nivel de suplir a los cables, pero eso no significa que eliminando dichos cables la experiencia mejore. Con unos precios cada vez más altos los usuarios queremos más posibilidades, no menos.
¿Realmente es mejor un móvil que carece de fisuras?
Los requerimientos de diseño, y la extrema competencia en el terreno de los móviles, hace obligatorio que las marcas innoven en nuevas maneras de desarrollar el exterior de los teléfonos. Metal, cristal, cerámica… Estos tres materiales se combinan en la gama más alta tratando de ofrecer diseños únicos que sorprendan. No hay duda de que la uniformidad de un móvil sin fisuras lo consigue.
Los móviles deben ser bonitos, sí, pero ese atractivo exterior nunca debería estar reñido con la funcionalidad como smartphone. Los teléfonos inteligentes son capaces de reunir en un mismo dispositivo una notable cantidad de aparatos. El problema es que cuanto más evolucionan da la impresión de que más reducidas son esas funciones.
Que el diseño de un móvil sin fisuras sea bonito no significa que también sea funcional
Los móviles perdieron la capacidad del cambio sencillo de batería, estuvimos a punto de perder la expansión de almacenamiento por SD, la radio FM está en peligro de extinción, la opción de tener una pantalla reducida es casi un unicornio, podemos perder el puerto USB de carga y conexión con el ordenador, el jack de 3,5 mm es cada vez más extraño, enterramos los botones físicos de navegación para incluirlos en pantalla y parece que haremos lo mismo con los de control de volumen y encendido… En fin, que con cada paso hacia el futuro parece que retrocedamos al pasado.
¿Cómo ves la idea de prescindir de todo puerto, fisura y botón en el smartphone? ¿Conseguirías habituarte a usar solo accesorios inalámbricos para que el diseño y la resistencia de tu teléfono «mejorara»?