Llega el día de San Valentín, un día amado por unos y odiado por otros. Y aquí, en El Androide Libre, hemos decidido declarar nuestros amores telefónicos a los cuatro vientos: destacamos aquellos dispositivos que un día nos robaron el corazón.

Existe una gran variedad de dispositivos, pero una marca destaca por encima de las demás; y esa no podía ser otra que Nokia. Denota quién lideraba el mercado hace ya mucho, que rápido pasa el tiempo. Así que, sin más dilación, os dejamos con nuestra recopilación.

Adrián Raya

«El TSM100 no fue un buen móvil. Eso lo sabe todo el mundo. Su pantalla táctil resistiva funcionaba cuando quería, incluso con el stylus incorporado. La interfaz parecía haber sido diseñada bajo la influencia de las drogas y las apps eran inexistentes. La cobertura era tan mala, que tendrías más suerte comunicándote con señales de humo.

Y sin embargo, el TSM100 fue mi primer amor. Porque para mucha gente como yo es el móvil que nos descubrió el potencial de las pantallas táctiles en los móviles, el que nos reveló un mundo diferente y el que nos despertó la envidia por algo mejor, algo no muy diferente a lo que tenemos hoy en día. Se suele decir que uno nunca olvida a su primer amor: aunque, en este caso, agradecería olvidarlo.»

Alex Branco

«El primer teléfono que me viene a la mente es el Nokia 5300 XpressMusic. Lo cierto es que yo tenía apenas 10 años, pero me enamoró su atractivo diseño, sobre todo la versión con los colores rojo y blanco.

Aún recuerdo el anuncio que salía en la televisión que resaltaba sus excelentes dotes para la reproducción de música. Cuando mis padres me lo compraron me sentí como un niño con un juguete nuevo, nunca mejor dicho.»

Fernando Álvarez del Vayo

«Recuerdo el Nokia 8210, un terminal pequeño en una época de moviles pequeños. El modelo de color rojo era especialmente llamativo, y no olvidaré el anuncio en el que salía una pareja en la playa y él lo llevaba en el bolsillo de la camisa.

Nunca tuve uno, aunque sí su modelo para la gente normal, el Nokia 3310, un terminal que fue incluso más icónico que el 8210.»

Franciso José

«El móvil con el que yo tuve una bonita historia fue el Zopo ZP810. No es un modelo icónico, no fue una revolución, fue un teléfono chino más de los que incorporaban el mtk6589, uno de los primeros micros decentes de Mediatek.

Este móvil fue el primero que pedí a una web, y fue el que me inició en el mundillo de los smartphones Android. 1 año después de comprarlo empecé mi canal de Youtube. 2 años después, me fui a vivir a China precisamente gracias al canal. Así que podría decir que ese móvil fue un punto de inflexión en mi vida.»

Luzeon

«Yo siempre he sido un amante de la música, y sigo siéndolo. Quizás por ese factor, o porque simplemente era un chaval deseoso por un móvil, me enamoré perdidamente del Nokia 5800 XpressMusic. Un dispositivo que presumía de tener una calidad de sonido increíble y cuyo diseño y concepto simplemente me cautivaron.

Al final, por el 2009 y con apenas 15 años, por fin lo tuve en mis manos. Fue un teléfono al que le guardé muchísimo cariño y gracias al cual me interesé tanto por la telefonía. Vale, ni para la época era lo más recomendable, pero aún me vienen a la mente esos días en el que me sentía idiota por usar una púa como stylus… Pero me sentía un idiota feliz.

Más tarde mi enamoramiento (mucho más pasajero) fue a los Nexus, sobre todo del Nexus 5, el cual jamás pude catar por voluntad propia. Aunque eso es otra historia.»

Iván

«Querido Nexus 4: Todo lo que conocí antes de ti era basura, todo lo que he probado después de ti me sabe a poco. Eras excepcional, no tenías rival, eras lo más potente a lo que alguien podía aspirar.

Eras un adelantado a tu tiempo, y tenías tecnologías que a día de hoy siguen sin estar extendidas. Eras brillante, por fuera y por dentro.  Cuántas ROMs habremos probado, y las que nos quedan por probar.

Ya no me acompañas en el día a día, pero siempre agradezco cuando te puedo volver a ver un rato. Adoro que puedas disfrutar de cada nueva versión de Android aunque Google hace años que te abandonó. Sin ti esta pasión que siento por Android nunca se habría materializado. Eres el mejor, Nexus 4»

Iván Linares

«Quizá cree controversia, pero pocos flechazos recuerdo como el que me provocó el iPhone original. Pese a estar acostumbrado a los smartphones, con un N95 magnífico que también tenía en mi poder, fue dicho iPhone el que me cautivó hasta las trancas.

Una pantalla enorme con un control táctil fabuloso, aplicaciones que dejaban a todos mis amigos de piedra (recuerdo cómo se quedaron cuando les enseñé el detector de terremotos), juegos que cambiaban el panorama de entretenimiento…

No creo que fuese el mejor smartphone, pero sí que supo combinar como ninguno la tecnología y la capacidad para que usar dicha tecnología resultase cómodo y sencillo. Pocas cosas lamento más en la vida que haber vendido ese iPhone original.»

Justo Hernández

«Verano del 98, vacaciones, piscina y un bañador de los que lucía Tarzán en las películas en blanco y negro. De repente, una melodía emana de aquel bañador y mi tío contesta la llamada desde su flamante y nuevo Motorola V3688.

El que a la postre pasaría a engrosar con palabras doradas el Libro Guiness de los récords como el móvil más pequeño del planeta. Un flechazo que tenía un precio, cerca de 200.000 pesetas de la época, un amor que me costó conseguir pero que siempre recordaré cuando por fín logré tenerlo en mi bolsillo.»

Roberto CCU

«No ha pasado mucho tiempo de aquello. Tras la impotencia de mi Nexus 4 para aguantar durante mis días de gran uso, llegó el momento de buscar un nuevo compañero. Era 2015 y el mercado móvil estaba muy hot, sobre todo por el Snapdragon 810 que llevaban en sus entrañas.

Dudaba entre el Nexus 6 y el LG G Flex 2, pero el escogido fue el que acompañaba en la mesa de la tienda a estos dos: el Samsung Galaxy S6 Edge. Amor a primera vista. La primera vez que lo veía y ya no quería dejar de verlo. Con esas seductoras curvas laterales, ese fino borde lateral metálico, la carga inalámbrica, el color verde cual botella de vidrio…

Me miró, con su pantalla AMOLED de miles de colores. Miré a través de él con su cámara de gran apertura. Supimos que ya no habría vuelta atrás. Era un amor prohibido, caro, inaccesible… no estaba hecho para mí. Debía olvidarme de él… Hasta que gracias a una oferta vista aquí, en El Androide Libre, pude hacerme con él pasadas unas semanas y estar juntos durante años admirando su diseño.

Spoiler: Al final, tras unos años, tampoco aguantó mi ritmo y me fui con un modelo más joven, el Samsung Galaxy S8»

Borja Simancas Delgado

«Hace ya muchos años buscaba un sustituto para el rocoso Nokia 3310. Y me dirigí a The Phone House pensando en un Sony Ericsson T630. Por aquella época entrar en The Phone House era como entrar en un Ikea hoy en día: se sabe cuándo se entra, pero no cuándo se sale…

Tras casi una hora de espera llegó mi ocasión y pregunté por el Sony Ericsson T630 que tan concienzudamente había elegido. Y aquí es cuando ocurrió el pequeño giro de guion ya que, al parecer, se había agotado: justo quien tenía delante en la cola se llevó el último.

Unos segundos de desasosiego que desaparecieron cuando me comentaron que, por el mismo precio, tenían disponible el Sony Ericsson K700i. Siguiendo con la mirada el dedo que señalaba la foto en el catálogo sentí un flechazo inmediato.

Recordaba haber visto el anuncio en televisión, pero en persona su diseño y su pantalla me conquistaron. Durante los seis años que disfrutamos el uno del otro me sorprendía por estar siempre a la altura de lo esperado. Qué recuerdos aquellos juegos 3D en esa pantalla tan pequeña…»