Las pulgadas poco indican sobre la calidad de una pantalla y más allá de la resolución también hay otros factores para distinguir una buena pantalla. Hoy vamos a hablar de la tasa de refresco de la pantalla, un gran conocido de los monitores gaming pero no mucho para la mayoría de personas.
La tasa de refresco no es más que una característica de la pantalla como también lo es la resolución o el tipo de panel. Actualmente en los móviles se ignora pues la mayoría funcionan igual, pero más adelante veremos que hay excepciones.
Qué es la tasa de refresco
Para que las pantallas, tanto en un móvil como en una televisión, muestren una imagen necesitan obtener esta ya preparada de algún sitio. El elemento encargado de los gráficos es quien proporciona a la pantalla la información de lo que tiene que mostrar. Este elemento es la GPU (Unidad de Procesamiento Gráfico).
Pero en vez de encontrarse a la espera de recibir nuevas imágenes, en nuestros móviles la pantalla pregunta constantemente a la GPU que es lo que tiene que mostrar.
¿Cada cuánto pregunta? Esto es lo que indica la tasa de refresco. Al ser una frecuencia, es medida en Hercios (Hz) que significa cuantas veces completa el proceso durante 1 segundo. Lo más común en los móviles, monitores y televisiones es 60 Hz (60 actualizaciones en 1 segundo).
Quizá si conoces el concepto de FPS (Fotograma Por Segundo) te haya venido a la cabeza ahora. La relación entre los FPS y la tasa de refresco es importante, pues como es lógico si una pantalla solo se puede actualizar 60 veces en 1 segundo, solo podrá mostrar 60 fotogramas en 1 segundo.
Pero no confundas una cosa con la otra. El rendimiento de una pantalla no puede medirse en fotogramas por segundo, eso es para la GPU, para conocer como de rápida es creando fotogramas.
Ventajas muy notorias de una pantalla a 120 Hz
Pude probar durante bastante tiempo el Razer Phone 2, el último móvil del fabricante de periféricos gaming. Una de sus particularidades más aclamadas es su pantalla que alcanza los 120 Hz, prometiendo ser la delicia de los más jugones. ¿Pero se nota? ¿Sirve de algo o es todo palabrería?
Mi propia experiencia me ha enseñado que sí, funciona. En el uso diario de un móvil con pantalla de 120 Hz notas la fluidez que es capaz de alcanzar. Todo aquello que conlleva una animación o un movimiento se ve mucho mejor y permite exprimir al máximo la potencia del móvil para conseguir una mejor experiencia.
Una pantalla de 120 Hz da un acabado de gama alta en un móvil que todavía no estamos viendo en la gama alta.
De hecho, parece raro (más adelante veremos que no tanto) no haber visto todavía pantallas con altas tasas de refresco en los móviles de los grandes fabricantes de pantallas como LG o Samsung. Un panel de este tipo da una experiencia más fluida en la interfaz y en juegos, algo que querría todo comprador de un gama alta, sobre todo con los actuales precios.
Actualmente esta tecnología solo podemos tenerla en nuestras manos con el Razer Phone 1 y 2 (120 Hz), los iPad Pro 2017 y 2018 (120 Hz) y en menor medida en el Asus ROG Phone (90 Hz).
Las desventajas de una alta tasa de refresco
Pero no todo es perfecto en este mundo y quien algo quiere, algo le cuesta. Para lograr altas tasas de refresco se requieren tecnologías de pantalla capaces de funcionar a esta velocidad.
Razer y Apple han optado por paneles de tipo IGZO, a los cuales ya le dedicamos un artículo. Tal y como están pensados pueden dar altas tasas de refresco, pero, al menos en estas primeras generaciones de la tecnología, la calidad de imagen es peor que otros tipos, aunque sin llegar a ser mala.
Asus por su parte apuesta por AMOLED, un tipo de tecnología OLED que ya conocemos por ser usada desde hace años en la inmensa mayoría de dispositivos de Samsung. Es capaz de ofrecer colores vivos y negros puros, pero su máximo actual han sido los 90 Hz del Asus ROG Phone. Además, sigue presente el problema del quemado.
¿Te has preguntado qué pasa si la pantalla pregunta a la GPU 120 veces en un segundo, pero esta solo puede generar 60 imágenes? La pantalla obtendrá imágenes a medias mostrando un efecto muy feo en el que parecerá que haya dos imágenes en la pantalla.
Para solucionar este problema se requiere que la pantalla ofrezca una tasa de refresco variable. Esto significa que, si la GPU está generando 60 fps, la pantalla baje de los 120 Hz a los 60 Hz. Esto es un añadido más a la dificultad de crear pantallas con alta tasa de refresco además de la necesidad de desarrollar software para controlar esta sincronización. Razer implementa en sus móviles UltraMotion para solucionar este problema.
Las pantallas ultrarrápidas solo acaban de comenzar en móviles
Tras este repaso a las pantallas de alta tasa de refresco en móviles podemos comprender que todavía no están listas para los móviles de más alta gama.
Se trata de una característica cuya mejora implica empeorar otras a las que los usuarios les dan más importancia. Todavía no ha llegado el momento de ver estas pantallas entre los móviles que buscan lo mejor, pero sí han encontrado su sitio en los móviles gaming.
Tanto el Asus ROG Phone como el Razer Phone 2 se promocionan como móviles para jugar gracias a sus pantallas diferenciadas de la competencia. En El Androide Libre hemos podido probar ambos y nos hemos dado cuenta rápidamente que la diferencia existe, se nota y la experiencia es mucho mejor en los juegos compatibles con este tipo de pantallas.
El iPad Pro por su parte saca provecho de la velocidad de su pantalla a la hora de usar el lapiz de la marca, permitiendo que los trazos se reflejen en la pantalla mucho antes que en una pantalla convencional. ¿Lo veremos en un Samsung Galaxy Note próximamente?