Crear un portfolio de productos en un sector como la telefonía móvil no es algo sencillo. No lo es ni siquiera para gigantes como Samsung, que lideran el mercado desde hace varios años: en los últimos ejercicios la competencia ha apretado mucho, sobre todo desde China.
Xiaomi, Huawei y otras marcas están intentando desbancar a la empresa coreana de la posición que ostenta, la primera del sector. Para ello están atacando no tanto a su gama más alta sino a la línea de flotación, a la gama media y baja.
El motivo para ello es sencillo. Aunque nos gusten mucho los Galaxy S, Note y demás flagships, la verdad es que la mayoría de compradores buscan un terminal más asequible, con buenas prestaciones pero con un precio justo. Hasta hace poco la firma tenía varias familias en las que ofrecía esto, pero la nueva estrategia de la compañía pasa por simplificarlo todo, aunque a veces no lo parezca.
Samsung centraliza todo en los Galaxy A
En un evento celebrado en Milán la firma ha confirmado que acaba con una de sus familias más eficaces, los Galaxy J. Esto puede parecer baladí, pero no tenemos que obviar que estos dispositivos estaban entre los móviles más vendidos en países como España y muchos otros de Latinoamérica. El motivo es sencillo: se integrarán dentro de los Galaxy A, que cubrirán una gama de precios realmente extensa.
Este movimiento hace que la gente pueda presumir de tener un Samsung Galaxy A, un tipo de móvil que hasta hace poco era sinónimo si bien no de móvil caro, sí de móvil premium sin ser un flagship.
Para ello Samsung ha diseñado los A10 y A20, por ejemplo, que comparten nomenclatura diferenciándose de sus hermanos mayores en los acabados, por ejemplo; además de en el precio y en las prestaciones, como es lógico.
Es cierto que se mantienen los Galaxy M, pero están pensados para un posicionamiento diferente, más online y para un nicho concreto de usuario. Y sólo en algunos países.
Una fuerte apuesta por el precio
Cuando se presentó el Samsung Galaxy A50 este pasó desapercibido en una vorágine de anuncios y eventos, dentro del MWC de Barcelona. Pero una vez el flujo de noticias se asentó, vimos cómo algo había cambiado en Samsung.
Estábamos ante un dispositivo de gama media con todas las letras, con funciones que incluso eran propias de la gama alta como un diseño elegante, muy delgado, con una gran batería y un sensor de huellas en pantalla.
Pero lo mas llamativo es que este móvil partía de los 349 euros, un rango de precios esperable en rivales como Xiaomi o Huawei, pero no en Samsung. Y a eso hay que sumar que el PVP podía cambiar en función de los distribuidores. Algunos como Amazon lo tienen a poco más de 280 euros.
Pero no es este un ejemplo puntual. El Samsung Galaxy A40 también se ha anunciado hace poco, pero ya está listado en algunas tiendas. Su precio de partida es de 249 euros, y os podemos asegurar que llama la atención en los suficientes aspectos como para que sea un terminal a tener en cuenta.
Aún faltan por conocer los precios de los modelos superiores, como el A80, pero hemos hablado con responsables de Samsung y nos han avanzado que irán en la línea de lo visto hasta ahora en la nueva familia.
Una familia que se centra en lo esencial
Un giro tan importante en una familia como esta, que implica un cambio de nombre y una nueva estrategia de precios, no podía prescindir de una nueva filosofía. Y así es. Hemos podido hablar con Jesús Martín, Education and Strategic Alliances Manager en Samsung España, que nos ha contado cómo ve la empresa su nueva categoría de productos.
Para la compañía, la nueva familia Galaxy A se enfoca a unos usuarios que quieren tres cosas sobre todo: buen rendimiento, buena pantalla y buena cámara. Esto llama la atención porque son prestaciones que hasta hace poco sólo veíamos en la gama más alta. El enfoque es centralizar el consumo y la creación de contenido, motivo por el cual la mayoría de modelos tienen pantallas de alta calidad, bastante grandes, y cámaras múltiples entre las que destaca el gran angular.
Las diferencias con los Galaxy S recaerán en algunas funciones, como la resistencia al agua, la carga inalámbrica o la conectividad avanzada, pero son especificaciones que buscan los más tecnófilos, los ejecutivos y otros nichos de usuario, no un comprador convencional.
Innovando en los Galaxy A
Otro aspecto que nos demuestra la importancia que tienen para Samsung los Galaxy A es el anuncio que hicieron hace tiempo donde nos contaban que las novedades e innovaciones en el terreno móvil no llegarían a través de los Note o los Galaxy S, sino de los Galaxy A.
Esto es algo que hemos visto con la triple cámara del Galaxy A7, la cuádruple cámara trasera del Galaxy A9 o el más reciente sistema motorizado del Galaxy A80 con su pantalla sin recortes, otro hito de la empresa.
Pero la innovación es arriesgada. En concreto, las partes móviles siempre son causantes de problemas por el mero hecho de que son piezas que no están fijas. En la conversación con Jesús sacamos esto a colación, preguntándole si no les daba miedo que el poner partes móviles ampliara el riesgo de que los móviles se rompieran.
La respuesta fue bastante contundente: «No es el Galaxy A80 el primer móvil de Samsung con partes móviles, y lo hemos probado muy bien». En efecto, hace seis años la empresa sacó el Samsung Galaxy S4 Zoom, un terminal con un zoom óptico extraíble, y también cuenta con partes móviles el Samsung Galaxy Fold.
Samsung tiene una marca muy potente
Ante las preguntas de algunos medios al responsable de Samsung, Jesús nos dijo algo que solemos pasar por alto, pero que cuando salimos a la calle vemos que es verdad.
La firma coreana tiene una imagen de marca potente que transmite fiabilidad y confianza. Salvando las distancias, es algo similar a lo que Nokia tenía en España y otros países a finales del siglo pasado. Esta es una de las principales motivaciones de algunos usuarios para elegir su próximo móvil, aunque se ve también en otros aparatos, como coches, televisores…
Parece que ahora Samsung quiere que el optar por su marca no suponga pagar un sobreprecio sobre los rivales chinos, que atacan fuertemente con este aspecto.
Samsung tiene entre manos un reto importante en 2019: aumentar sus ventas, hacer frente a rivales muy poderosos y demostrar que es una marca de referencia, en todos los segmentos. Solo el tiempo dirá si lo consigue.