Actualmente el uso de los smartphones está bastante generalizado. En países como España es extraño conocer a alguien que no use un teléfono móvil inteligente. Los más jóvenes sólo recordarán esta época, la que empezó a primeros de siglo y que ha explotado en la última década.
Pero antes de eso los teléfonos móviles eran casi igual de populares, si bien se usaban para poco más que llamar y enviar SMS.
Los que recordamos el mundo antes de los smartphones, Youtube e Internet en el móvil también recordamos cómo cargar el móvil era algo que se hacía una vez cada varios días, incluso una vez a la semana. Incluso una vez cada dos semanas.
El mito de los móviles con batería nuclear
Tenemos la sensación de que antes los móviles tenían mejor batería, que dependían menos de tener un cargador cerca, y que hemos ido empeorando en este aspecto poco a poco. No es así, y os lo puedo demostrar.
El tiempo ha pasado y el uso de los smartphones ha cambiado. Ahora los tenemos en la mano mucho más tiempo, y a medida que las tarifas de datos ilimitados se popularicen, más aún.
Es esto, el uso, lo que ha cambiado tanto que incluso ha hecho que nuestra percepción de la realidad varíe. Un smartphone actual tiene mucha más batería que uno de hace dos décadas, quizás tres o cuatro veces más, pero el problema es que lo usamos más; quizás 40 o 50 veces más ¿El resultado? baterías que duran 10 veces menos.
Cargando un smartphone una vez al mes
Mi madre es la única persona que conozco que no tiene WhatsApp. Hasta hace poco no tenía un smartphone, pero eso cambió cuando su viejo Nokia de concha se rompió, momento en el que cambió a un pequeño LG con Android, un terminal con muchos años a sus espaldas, el LG L40 Series III.
En un momento dado mi madre me pidió que hiciera una cosa con él pero me dijo que quizás no tuviera batería. Lo cogí y no sólo no tenía, sino que tenía casi la mitad. Le pregunté que cuándo fue la última vez que lo cargó y no se acordaba. Literalmente.
Semanas y semanas de batería…
Así pues, me puse a navegar entre los ajustes y me di cuenta de que hacía más de diez días que el móvil no tocaba un cargador. Aún así había un 45% de batería en el móvil.
Estamos hablando de que un smartphone con una batería de 1700 mAh nos da una autonomía de unas tres semanas ¿cómo es eso posible?
Internet y el uso son las claves
El motivo es sencillo: mi madre apenas usa el móvil. No manda ni recibe SMS y hace pocas llamadas. Es por eso que, aunque el móvil siempre está encendido, no gasta batería.
La otra parte de la ecuación es Internet. Al no tener una tarifa de datos conectada no hay envío continuo de información, notificaciones y acciones que drenen la batería.
No quiere esto decir que tengamos que dejar de usar el móvil para que nos dure más la batería, pero es hora de que vayamos desterrando el mito de que los móviles de antes tenían más autonomía. No, no es así, tenían menos, pero parecía más porque no estábamos tan pendientes de ellos.