Hace casi un mes y medio nos levantamos con la sorpresa de que la administración Trump había puesto a Huawei en apuros al incluirla en la Entity List, un documento del gobierno en el que están incluidas empresas que no pueden hacer negocios con firmas estadounidenses salvo con un salvoconducto del gobierno.
Esto impedía de facto a Huawei usar tanto hardware como software estadounidense, y eso era algo mas amplio de lo que parecía, como demostró el caso de ARM.
Cuarenta días después, en la cumbre del G20 celebrada a principio de verano, la reunión bilateral entre China y Estados Unidos nos sorprendía. Donald Trump anunciaba que las firmas estadounidenses podrían volver a realizar acuerdos con Huawei.
Era el fin del veto. Bueno, en realidad no.
Huawei sigue en la Entity List
Como comentaba ayer, que Donald Trump hubiera afirmado que Huawei podía hacer negocios con las empresas de su país no implicaba el volver al estatus quo de hace unos meses. Era sencillo que la empresa china se mantuviera en la lista sancionadora del gobierno pero que este permitiera a algunas firmas negociar con la marca china.
Y esto es justo lo que ha confirmado en una entrevista Larry Kudlow, Presidente del consejo económico nacional.
Sólo podrán venderse a Huawei determinados productos
La decisión tomada por la administración Trump en la cumbre del G20 no ha gustado al senado estadounidense, que ve cómo esta medida podría dar a entender cierta debilidad por parte del país americano.
El propio Larry Kudlow afirmó a Reuters que el único cambio que se había producido era el de permitir a empresas estadounidenses vender productos a Huawei que estuvieran disponibles a nivel mundial. Es decir, que no tenía sentido banear a la empresa china si podía conseguir productos similares en otros mercados.
La duda sobre lo que eso implica
Esta afirmación parece que deja claro el futuro de la relación entre USA y China, pero la realidad es otra.
Habrá que esperar a ver qué interpretación dan los responsables estadounidenses de esa modificación del veto, si implica que Google puede seguir licenciando Android a Huawei dado que hay otros sistemas operativos disponibles en el mundo (como Sailfish).
También habrá que esperar a saber si ARM obtiene el premiso para seguir licenciando sus diseños a la empresa china, dado que hay, en teoría, otras formas de crear procesadores, aunque no sean tan barata y eficiente como la de la firma con sede en Gran Bretaña.
De todas formas, algunas empresas estadounidenses habían encontrado un hueco legal para seguir haciendo negocios con Huawei.
El veto sigue vigente
Así pues, parece que las limitaciones impuestas a Huawei siguen surtiendo efecto salvo en aquellos casos que estime el gobierno ¿Cuales serán? Pues eso depende de los políticos y de los responsables del departamento de comercio de Estados Unidos, pero nada nos hace pensar que vaya a ser aceptable para Huawei.
Huawei sigue sin poder vender sus productos en Estados Unidos
Otro factor relevante es que la prohibición a Huawei de vender sus smartphones y demás productos en USA sigue vigente. Hace unos meses, cuando se preparaba el lanzamiento del Huawei P20 a nivel mundial, operadoras como AT&T estaban interesadas en vender estos móviles a sus clientes, pero el gobierno presionó para que no fuera así.
Esta decisión sigue inamovible, al menos por el momento, y no parece que vaya a cambiar a medio plazo.
Qué implica todo esto para Huawei
La noticia del fin de semana es positiva para la marca china. Está claro que abre una posibilidad de poder seguir usando Android y diseñando sus smartphones sin los contratiempos que tenía hace unos días.
No obstante, las aguas aún no se han calmado y dada la tensión entre ambos países, Huawei podría volver a ser usada como rehén en una nueva negociación comercial.
Parece seguro que la empresa continuara con su decisión de crear un sistema operativo propio y de depender lo menos posible de Google, así como de otras empresas estadounidenses, por si en un futuro tuviera que enfrentarse a medidas como las sufridas en las últimas semanas.