Los móviles de gama alta y del resto del catálogo de los diferentes fabricantes se diferencian en muchas cosas, como el diseño o la calidad de sus cámaras. Pero hay una variable que siempre que la vemos, aparece en un smartphone de altas prestaciones: la resistencia al agua.
Teniendo en cuenta el elevado uso que hacemos a diario de nuestros teléfonos, es normal que muchos valoren comprarse un dispositivo que, en teoría, resista el entrar en contacto con un líquido.
En función del tipo de certificación tendremos una resistencia u otra en unas condiciones u otras.
Pese a eso, es importante que sepamos algunas cosas sobre esta propiedad porque, al contrario que otras características de nuestros móviles, puede ir cambiando con el tiempo.
La resistencia al agua no vale para cualquier líquido… ni cualquier agua
Aunque podríamos pensar lo contrario, no todas las aguas que podemos encontrarnos en el día a día se comportan igual al entrar en contacto con los móviles.
Las pruebas que se realizan en laboratorios sirven para certificar que, durante un plazo de tiempo estipulado y a una profundidad determinada, un móvil no se va a estropear… si lo sumergimos en agua dulce.
Esto es importante porque ni el agua de las piscinas (por el cloro) ni el agua de la playa (por la sal) entran dentro de lo que protege un certificado IP.
Así pues, la resistencia de nuestro móvil sólo sirve para agua dulce, es decir, un vaso que se derrama encima, una caída a un lavabo lleno de agua…
Lavando el móvil si se moja con líquidos diferentes
Si se nos ha caído el terminal en un líquido que no es agua dulce lo mejor que podemos hacer es lavarlo con este tipo de agua, obviamente sin jabón ni otros aditivos. La idea es que el agua dulce se lleve por delante los restos de otras sustancia que puedan perjudicar el terminal cuando entra en contacto con zonas como el cargador, los botones o el jack de auriculares.
Luego es aconsejable que lo sequemos con un paño seco que no deje pelusas.
Los golpes anulan la certificación
He perdido al cuenta de los móviles que he visto con la pantalla rota. Como es lógico, un terminal así no resiste una inmersión ni una salpicadura aunque de fábrica venga con esa resistencia.
El problema es que si en algún momento se nos ha caído el móvil, aunque no le veamos daños exteriores, puede que haya alguna junta que se haya movido, expandido o roto y que haga que el terminal ya no pueda resistir el contacto con los líquidos.
Esto no es algo que podamos saber a priori pero si en algún momento el móvil se ha golpeado con una mesa, con el suelo o con otra superficie dura, mantenedlo alejado de cualquier liquido.
El sonido se puede ver afectado temporalmente
Recuerdo que en las pruebas de resistencia que le hice a un Motorola el altavoz acabó funcionando mal. El motivo es que es de las pocas zonas que siguen expuestas al agua incluso sellando el móvil. Esto es normal cuando el agua ha entrado dentro de este elemento, pero normalmente se soluciona dejando que se seque el terminal.
Ayuda el poner el altavoz hacia abajo para que el agua pueda caer más rápidamente.
No pulses botones bajo el agua
Aunque los móviles cada vez tienen menos botones físicos, es importante recordar que no tenemos que pulsarlos bajo el agua ya que esto hace que sea más probable que el líquido entre en el interior del smartphone.
Como añadido, mencionar que las pantallas capacitivas no funcionan tampoco bajo el agua y que si el panel esta mojado, aunque reciban los toques de los dedos, no funcionarán bien hasta que no estén totalmente secas.
Como veis, este tipo de protecciones estan pensadas para salvarnos de un contratiempo, no para usar el móvil en modo aventura asumiendo más riesgos de la cuenta.