El despliegue del 5G es uno de los temas más comentados estos meses. Se trata de una revolución en el mercado de los smartphones, debido a que las velocidades de descarga se incrementan de manera notable, entre otras ventajas. En el caso de España ha llegado ya de la mano de Vodafone a una serie de ciudades, que permite que muchos usuarios puedan probarlo ya de manera oficial.

Con el paso de los meses se incrementa la cantidad de teléfonos compatibles. Aunque no solo los smartphones se van a poder beneficiar del despliegue de las redes 5G. También otros dispositivos como smartwatches podrán aprovechar las muchas ventajas que esta nueva tecnología proporciona.

La velocidad de subida y descarga es algo que se valora mucho cuando se habla del 5G en la actualidad. En el caso de un smartwatch no es un aspecto relevante, básicamente porque no vamos a descargar archivos pesados en un reloj. Aunque hay otra serie de aspectos que pueden resultar muy interesantes para este tipo de dispositivos. Si todo va bien, es algo que deberíamos ir viendo hacer acto de presencia en los mismos.

Velocidad y eficiencia

La velocidad no lo es todo en caso, pero hay un aspecto en el que los smartwatch se pueden ver claramente beneficiados. Ya que el 5G permite también una mayor eficiencia a la hora de funcionar. Por eso, es de esperar que las sincronizaciones sean por ejemplo más rápidas y eficientes. Permitirá que se pueda sincronizar una gran cantidad de datos entre el reloj y el teléfono de una forma que sea mucho más rápida de lo que estamos acostumbrados hasta el momento.

También puede ser en la carga de determinadas funciones o aplicaciones en el reloj, como sincronizar el contador de pasos o una app de salud o la carga y/o actualización de mapas. Este tipo de acciones, que son comunes en el uso de los smartwatches, podrían ser de esta forma más rápidas y eficientes para los usuarios.

No hay que olvidar que el 5G tiene la capacidad de soportar a más usuarios al mismo tiempo. Esto es algo que permite un uso más fluido de estas herramientas, que no deberían sufrir interrupciones de este modo. Además, en el caso de un wearable que demanda menos que un teléfono móvil, esta mejora puede ser notable.

La nube gana presencia

Una de las teorías que plantea el avance del 5G es que los dispositivos no necesiten tanto espacio de almacenamiento, que venga construido en ellos. La mayor velocidad de las conexiones, una menor latencia y una mayor eficiencia en las transmisiones o sincronizaciones, permiten tener aplicaciones y archivos en la nube, lo que ahorra espacio en el propio smartwatch.

Esto es algo que puede tener ciertas ventajas, como la reducción de su tamaño. Así, tendríamos smartwatch de tamaño reducido, mucho más finos y cómodos de llevar. Esto permite que no se vayan a destinar solo a hacer deporte, como es el caso con muchos modelos en la actualidad, sino que se convertirían en algo con más estilo. Sobre todo puede ser interesante en el caso de aquellos dispositivos que se encarguen de medir la actividad con otras formas, como los que se llevan como un collar, por ejemplo.

Además, se podrían introducir más sensores en los dispositivos, que vayan a permitir unas mediciones más precisas. Lo normal es que usemos un smartwatch para contar los pasos, cuánta distancia hemos recorrido, ritmo cardíaco y funciones similares. Por desgracia, en muchos casos suelen dar datos erróneos. Tener más sensores permitiría una medición más precisa, además de poder medir más aspectos que sean de utilidad para los usuarios.

Se generaría de esta manera más información para el usuario, que se podría guardar con rapidez en la nube, gracias a la velocidad y eficiencia del 5G. Por lo que los usuarios podrían tener un archivo con sus mediciones en todo momento disponible, sin que ocupe espacio en el reloj.

Batería

Una de las quejas más frecuentes de los usuarios sobre los relojes inteligentes es la capacidad de su batería. Si se aprovecha mejor la energía, podemos obtener una mayor duración para la batería de los mismos. Además, como ya hemos mencionado en el anterior apartado, cabe la posibilidad de que los relojes se vayan a hacer más pequeños. Se necesitaría una menor capacidad de almacenamiento, dejando espacio libre para elementos como la batería. Permite de esta forma un aumento en su capacidad.

Seguramente esto sea ya algo en lo que se trabaja desde la industria. Los usuarios se quejan de manera habitual sobre la escasa duración de la batería de un smartwatch, especialmente aquellos que lo usan a diario, que se ven obligados a cargarlo cada día casi. Una mejor en este sentido es algo necesario, sobre todo ante el constante crecimiento de este segmento de mercado.

¿Qué guarda el futuro de los smartwatches?

Los smartwatch u otros dispositivos de medir la actividad física, han tenido una evolución notable en un período de tiempo muy reducido. En un comienzo era algo que dependía totalmente del smartphone, pero a poco se han dado importantes pasos en este sentido. Es habitual que muchos usuarios salgan en su día a día con el reloj en su pulsera, lo que les permite recibir notificaciones o hacer ciertas acciones, como llevar a cabo pagos móviles. Este tipo de funciones son ya algo esencial para muchos usuarios.

Es por eso que los smartwatch se han sabido convertir en un dispositivo imprescindible para muchas personas. Ya han dejado de ser un extra y cada vez generan más interés. Además, el 5G todavía puede darles un nuevo impulso. Sobre todo si finalmente es posible reducir el tamaño de los dispositivos, en este caso, podríamos ver como las ventas se incrementan más y su uso se vuelve algo más generalizado.

Por tanto, el 5G tiene la capacidad de impulsar este segmento de mercado. Hay posibilidades, pero de momento ninguna garantía. Depende de cómo adopte la industria estas opciones que hay disponibles en la actualidad, gracias a la llegada del 5G. Será interesante ver si esta revolución realmente tiene lugar.