Samsung se enfrenta a una demanda colectiva por parte de algunos de los usuarios de su Galaxy S20 al no revelar en su momento un defecto que genera que el cristal del módulo de la cámara trasera se rompiera de forma inesperada.
Por lo visto, Samsung se niega a cubrir este problema del Galaxy S20 con la garantía según la demanda judicial archivada por abogados de la firma Hagens Bermal. La demanda fue llevada a cabo el 27 de abril y acusa a la compañía coreana de fraude, incumplimiento de garantía y violaciones de varias leyes de protección al consumidor.
Samsung no reveló este fallo en la cámara del Galaxy S20
Todo se debe a un defecto que afecta al cristal del módulo de la cámara trasera que se rompe de forma aleatoria sin recibir ningún tipo de presión por un objeto o por estar puesto sobre una superficie. Es decir, que ocurre así de repente.
Lo curioso de la rotura es cómo queda el cristal del módulo de la cámara. Un pequeño orificio es el rastro que deja como si fuese hecho por el disparo de un pequeño proyectil.
En la demanda judicial se deja bien claro que los propietarios de un Galaxy S20 se han visto forzados a tener que pagar la suma de 400 dólares para poder enviar a soporte su smartphone, o desembolsar 100 dólares en el caso de que estuvieran suscritos al servicio Samsung Care.
Según el abogado de la firma Hanges Bermal, cuando sus clientes necesitaron más que nunca su Galaxy S20 en pleno confinamiento, Samsung los ignoró totalmente incluso forzando al pago de esas cantidades.
La demanda exige a Samsung que pague por las reparaciones y otros daños debido al defecto de fábrica y las infracciones en la garantía. Una demanda que llega justo al poco de conocer que en el primer trimestre de este año la compañía coreana ha batido récords en ingresos y beneficios.