La evolución tecnológica cada vez nos permite más integrar componentes más y más pequeños, consiguiendo logros como el smartphone, que prácticamente se ha convertido en algo más que un ordenador de bolsillo, sino en el centro de nuestra vida digital.
Rodeándole tenemos cada vez una mayor variedad de dispositivos de cada vez más categorías, siendo los wearables una de las más destacadas. Esta palabra suele estar relacionada directamente con los relojes y pulseras inteligentes, pero engloba cualquier tipo de producto electrónico que podamos llevar en nuestra vestimenta.
Hemos pasado varias semanas probando un producto que desde su primer momento nos llamó la atención. Son unas gafas de sol, pero mucha atención porque tienen unos cuantos trucos bajo la manga que te dejarán impresionado.
¿Unas gafas de sol o unos auriculares? ¿Por qué no ambas?
Cuando hablamos de auriculares inteligentes, Soundcore es una de esas marcas que más nos gusta destacar. La división de sonido de Anker sabe ofrecer una buena calidad de sonido, aunque su aspecto más destacable está en la experiencia de software, lo que hace que siempre estemos atentos a sus últimas creaciones (como por ejemplo, los Liberty Pro 3).
En esta ocasión, su nuevo dispositivo de audio son unas gafas de sol. No son el primer modelo del mercado (Huawei y Bose tienen ya algo de veteranía en este sector) pero a veces lo importante no es llegar el primero, sino ofrecer la mejor experiencia posible. En este sentido, la propuesta de Anker se siente mucho mejor diseñadas, ya que hasta ahora las propuestas en el mercado eran o feas, o simplonas.
A nivel de tecnología, las Soundcore Frames funcionan prácticamente igual que unos auriculares TWS como los que ya todos conocemos. Puede que en forma no lo parezca, pero la tecnología interna es similar.
Las patillas son el eje central de la experiencia, y dentro de ellas están todos los componentes internos. Son unas patillas de gran tamaño si las comparamos con unas tradicionales, pero se encuentran en un margen aceptable teniendo en cuenta toda la tecnología que incluyen.
Si nos fijamos atentamente, apreciaremos que cada una de ellas cuenta con dos altavoces y varios micrófonos de los que hablaremos más tarde. También apreciamos unas pequeñas placas de contacto, las cuales permiten una carga magnética. Este aspecto no nos ha terminado de convencer del todo porque significa tener un cable de carga más sobre la mesa, pero una apuesta por USB C quizás habría sido más compleja y le habría dado un aspecto menos estilizado.
Los logos de Soundcore esconden un panel táctil que nos permite parar la música, subir o bajar el volumen o movernos entre pistas. Ya hablaremos más sobre ellos en el apartado del software, pero queríamos mencionar que está tan integrado que a veces se nos olvida que está. Un cambio de textura en esa zona quizás no hubiera estado mal, pese a que pudiera penalizar el diseño.
Por último, destacar unos pequeños sensores que se encargan de encender y apagar las gafas, ya que estas no cuentan con botón de encendido. Lo que consiguen estos sensores es que detecten el momento en el que te has puesto las gafas para entonces encenderse automáticamente, así como parar la música cuando nos las quitemos y apagarse automáticamente cuando pasen un par de minutos fuera de nuestra cabeza.
La idea está genial planteada, aunque la ejecución puede dejar que desear. A veces la distancia a la que el sensor está a nuestra cabeza la siente “insuficiente” para encenderlas y tenemos que “apretarnos las patillas”. Una vez encendidas si podemos soltarlas y nos detectará bien la cabeza, como si el rango de detección cuando están apagadas fuera inferior al de cuando están encendidas. La sensación que te llevas al principio es de que las gafas están rotas hasta que le pillas el truco. Después sientes que es un gesto que debes hacer para encenderlas, pero como el manual no es lo suficientemente claro pasamos un rato hasta que descubrimos el truco. Tenlo en consideración porque puede darte un susto.
Por último, mencionar el estuche de transporte incluido también en las gafas. Personalmente no me convence mucho, ya que no siempre es fácil encajar las gafas y cerrar bien la tapa, aunque el hecho de que esté plegada cuando esté vacía es algo que se agradece.
Estilo más allá de las patillas
Uno de los aspectos clave de las Soundcore Frames reside en su modularidad. Mientras que la mayoría de rivales son un producto completo, aquí las patillas y toda su tecnología son un módulo independiente que se acopla a la montura.
Esto conlleva una ventaja principal, y es que podemos tener varias monturas, una para cada estilo. En lo que respecta a tecnología vestible, la posibilidad de cambiar la montura nos ofrece la libertad de llevar nuestras Soundcore Frames con múltiples estilos.
Cuando compramos nuestras gafas podemos elegir entre una de las múltiples monturas, mientras que cada nueva montura que queramos son 50 euros extra. No es un precio precisamente barato, pero tampoco desentona en el mercado de las gafas de sol polarizadas, categoría a la que pertenecen estas monturas.
Ahora bien ¿cuál debería comprarme? ¿me quedará bien? Es una de las principales dudas en cara a comprarnos una o varias monturas, y es un problema ya que al tratarse de una compra por internet no podemos probárnoslas de antemano como en una tienda adicional. Siempre tenemos la posibilidad de devolverlas si no nos gustan en los 30 primeros días, pero no deja de ser una compra a ciegas.
Para solventarlo, en Soundcore han creado una app de realidad aumentada en la que podemos probarnos virtualmente cada una de las monturas de las Soundcore Frames. Es cierto que no termina de sustituir la experiencia de una tienda física y puede haber un ligero desajuste entre el tamaño virtual de la gafa y el real al no saber la cámara el tamaño real de nuestra cabeza, pero nos sirve para hacernos a la idea sobre cómo nos van a quedar.
Y realmente es útil, ya que la que ha resultado ser mi montura preferida era una que no habría probado en la vida. El modelo Festival en los renders de la propia tienda me parecían unas monturas realmente feas, pero tras darle una oportunidad vi que me quedaban bien y se ha convertido en mi preferencia para el día a día.
Es importante destacar que en Soundcore no ofrecen lentes graduadas, y que la solución que te proponen es que compres la montura y la lleves a la óptica para que te las gradúen allí. Si necesitas gafas de sol graduadas, esto se puede convertir en un inconveniente.
Por último, aunque el catálogo es amplio, he echado en falta alguna solución más para interiores. Sí que tienen un modelo con lentes transparentes, pero habría sido genial incluir en su amplio catálogo alguna opción que tenga filtro UV para usar frente al ordenador, como por ejemplo si ofrece Razer.
Experiencia auditiva y funcionalidad
Más allá del estilo, lo que nos interesa de este producto es su capacidad como dispositivo de audio, que al final es lo que marca la diferencia entre unas gafas tradicionales. Si este aspecto no está a la altura, no importa todo lo demás, no sería un producto recomendable.
Las gafas cuentan con cuatro altavoces, dos por patilla, con un tamaño y potencia similares al de cualquier auricular de tipo TWS. La calidad de sonido se percibe algo peor, ya que al funcionar de forma abierta no van directos a nuestros oídos, pero es lo suficientemente buena para que podamos disfrutar de la música en cualquier lugar.
En niveles bajos de volumen es como tener una banda sonora en nuestra vida que suena en segundo plano, pero que no nos impide prestar atención a los sonidos de nuestro entorno, así como mantener conversaciones. Es como más se disfrutan estas gafas, ya que tienes sonido de fondo, no molestas a nadie y tampoco te aíslan del mundo.
En niveles altos se nota cierta distorsión y ahí no podremos prestar mucha atención a las conversaciones, pese a que tenemos los oídos libres. En este caso la sensación sería como la de intentar hablar con alguien en una discoteca, pero sin que te retumben los oídos.
A nivel auditivo, mi única decepción está en la escucha de podcast, y es que en entornos ruidosos es prácticamente imposible escuchar un podcast o atender a una llamada. Por entornos ruidosos nos referimos a un gran volumen de tráfico o estando dentro del autobús, metro o tren. Más que defecto de Anker es más una contrapartida de la naturaleza de un producto sin ningún tipo de aislamiento, pero aún así es conveniente que lo sepas.
Entre sus modos de audio destacamos el modo de privacidad. Se activa automáticamente cuando estamos en llamada, y lo que hace es que esta solo suene en los altavoces internos, perdiendo profundidad en el sonido pero evitando que nuestra conversación sea audible en el mundo exterior. Si con los cuatro altavoces era complicado oír algo desde el exterior, en este modo la privacidad está garantizada.
Hablando de las llamadas, es otro de los aspectos que más nos ha gustado de las gafas. Hemos pasado semanas realizando llamadas y videollamadas y nunca ha habido ningún tipo de problemas. Siempre nos han oído alto y claro y únicamente a nosotros, filtrando el ruido ambiental a la perfección.
Una gran aplicación hecha para complementar la experiencia
Si hay un aspecto que nos gusta destacar sobre Soundcore es el software que suelen acompañar en sus dispositivos. A día de hoy nos parece que cuentan con la mejor aplicación para auriculares del mercado, permitiendo un grado de personalización excepcional. Y esto se aplica a las Frames, que ven potenciadas sus capacidades.
¿Y qué podemos hacer cuando instalamos la aplicación en nuestro móvil?
- Activar o desactivar OpenSorround: Se trata de una tecnología que simula un sonido envolvente utilizando los cuatro altavoces para conseguir, según Soundcore, una experiencia similar a la de un concierto. Activarla se aplica a todos los ecualizadores y puedes calibrar la intensidad de este efecto. A mi personalmente no me convence mucho y prefiero tenerla desactivada, pero siempre se agradece tener la opción.
- Efectos de sonido: Aquí podremos activar el modo privado de forma manual, también elegir entre los ecualizadores predeterminados de Soundcore u optar por una ecualización a nuestro gusto.
- Activar y desactivar los sensores de uso: Como en cualquier otro auricular, los sensores de proximidad sirven para parar la música cuando nos quitamos las gafas y reanudan la música cuando nos las ponemos. No aconsejo desactivarlo, ya que al apagarse las gafas por inactividad al estar fuera de nuestras orejas se terminan quedando encendidas con la consecuente pérdida de batería.
- Calibración de uso: Soundcore no deja muy claro qué es lo que calibra este modo exactamente ni para qué sirve. Como no hemos tenido problemas, tampoco hemos podido descubrir bien qué se supone que es lo que arreglan.
- Controles: Los logos de Soundcore de las patillas son táctiles y permiten el uso de gestos. Podemos personalizar para cada patilla un doble toque, deslizar hacia adelante y hacia atrás con las acciones típicas de pausar y reanudar reproducción, subir o bajar volumen, cambiar de pistas o invocar al asistente de voz de nuestro móvil.
- Actualizaciones de firmware: Cualquier mejora, optimización o nueva funcionalidad puede llegar mediante las actualizaciones de software.
Un producto divertido y que funciona
Cuando uno piensa en unas gafas inteligentes no puede evitar que pase por su cabeza las Google Glass. El producto de Google fue un adelantado a su tiempo, y casi una década después sigue sin existir ese futuro que parecía que llegaría más temprano que tarde. Ante esas expectativas, encontrarnos con gafas que simplemente son auriculares pueda parecer un poco decepcionante, pero nada más lejos de la realidad.
Las gafas de sol son un producto que por fortuna en España nos acompañan durante la mayor parte del año gracias a nuestro buen clima. Allá donde vamos, nos protegen del sol y nos aportan nuestro propio estilo.
Sin añadir un ápice de tecnología, las gafas de sol son un elemento de gran valor en nuestro día a día si tenemos un estilo de vida activo. Soundcore toma ese valor y le añade un toque musical, así como la posibilidad de poder conectar y hablar con otras personas como si estuvieran a nuestro lado. Todo ello sin aislarnos del entorno que nos rodea, pudiendo escuchar el mundo a nuestro alrededor.
Mientras que con unos auriculares debes elegir entre poner una banda sonora a tu día a día o escuchar al entorno, con las Soundcore Frames lo tienes todo, y con estilo. El precio es alto (más si teniendo en cuenta que lo más posible es que quieras al menos un par de monturas) pero el resultado es único. Existen alternativas más baratas en el mercado, pero ninguna con tan buen de equilibrio entre nivel de tecnología y estilo. Las Soundcore Frames son unas gafas que te quieres poner y con las que quieres escuchar.
Actualmente, la única forma de hacerte con unas Soundcore Frames en España es a través de la tienda oficial europea de Anker. La compañía tiene la intención de llevar sus gafas a otros distribuidores como Amazon, pero aún no existe fecha de llegada.